Cambio climático podría hacer que las aves migren a destiempo

Pronto, las aves migratorias podrían encontrarse con que no son capaces de identificar las mejores escalas para encontrar alimento a lo largo de su ruta.

Las especies de aves trazan sus rutas migratorias basadas en donde pueden encontrar la mayor cantidad de recursos, pero los cambios en el clima pronto podrían hacer que ese conocimiento sea obsoleto.

En un estudio reciente, un equipo de científicos de la Universidad de Copenhague rastreó el movimiento de tres especies —el cuco común, el alcaudón dorsirrojo y el ruiseñor ruso— para identificar qué es lo que impulsó sus rutas migratorias anuales.

Los expertos encontraron que las aves tienden a gravitar hacia lugares que tienen la mejor oferta de alimento, como insectos, en diferentes épocas del año. También prestan atención a la vegetación local, moviéndose hacia lugares verdosos en lo que los investigadores llaman “surfeo en olas verdes”.

Pero pronto las aves podrían tener problemas para hacer eso. Se estima que el cambio climático modificará los patrones de vegetación y los suministros de alimentos en diferentes partes del mundo, haciendo que las aves no sean capaces de hallar las mejores escalas de comida a lo largo de su ruta migratoria.

“Si nos fijamos en las rutas y horarios de migración que tienen ahora, y después miramos los modelos climáticos para el fin del siglo, a los pájaros no les va bien”, dijo Kasper Thorup, del Centro de Macroecología, Evolución y Clima de la Universidad de Copenhague. “Las aves esperan que las zonas de migración estén verdes cuando ellas lleguen, porque durante muchos años han estado siguiendo un programa innato. Pero esas zonas podrían ser menos verdes en el futuro”.

Los viajes estacionales que hacen las aves pueden ser muy largos y complicados, algunos de ellos entrelazan continentes y recorren miles de kilómetros para encontrar el lugar correcto para reproducirse.

De acuerdo con Thorup, ciertas especies hacen entre cinco y siete escalas en el camino. Algunas de esas paradas duran más de un mes, y eso dificulta seguir sus movimientos. El equipo usó datos recolectados de aves provistas con bandas de rastreo para tener una mejor idea de sus rutas.

Un análisis de los datos indicó que las aves viajan largas distancias guiadas por un conocimiento innato de la disponibilidad de alimentos, dijo Carsten Rahbek, coautor del estudio.

“Nuestros resultados sugieren que a fines de este siglo el cambio climático y otros factores que impactan sobre la fuente de alimento, como los cambios de uso del suelo, podrían influir negativamente en las posibilidades de las aves de encontrar alimento suficiente”, agregó un comunicado.

De acuerdo con Allen Hurlbert, profesor asociado del Departamento de Biología de la Universidad de Carolina del Norte, hay dos maneras en que los cambios en los patrones climáticos pueden afectar a estos pájaros: alterando directamente el ambiente que emplean para la cría y modificando la cantidad de recursos y alimentos disponibles en esos lugares. Los científicos están preocupados por la disponibilidad de alimentos en general y su estacionalidad.

“Si el ave no es consciente del cambio temporal y migra en el mismo momento en que lo ha hecho siempre, puede ser que anide y trate de criar a sus pichones cuando el pico en la disponibilidad de alimento haya pasado”, explicó Hurlbert. “Eso es un desafío y una preocupación: que las aves migren a destiempo”.

Ciertos pájaros tienden a ser más vulnerables que otros a estos cambios. Por ejemplo, las aves que tradicionalmente migran distancias más largas son más propensas a fallar por la fluctuación de recursos, dijo Frank La Sorte, investigador asociado en el Laboratorio de Ornitología de Cornell, porque tienen un calendario de migración más rígido. Las aves de distancia migratoria corta, en cambio, se encuentran en la región en la que están viajando y pueden hacer cálculos basados en las condiciones que están experimentando.

“Las aves migrantes de larga distancia salen al mismo tiempo cada año. Si hay un cambio temporal dramático en los recursos en las áreas de reproducción, resultará en la disminución de la población”, dijo.

Asimismo, las especies que tienen dietas más especializadas y rígidas tienden a estar en mayor riesgo, porque hay más probabilidad de que no sean capaces de encontrar los alimentos que necesitan, mientras están en época de cría.

Thorup considera que este estudio es un primer paso para entender más acerca de cómo migran las aves, lo que es esencial para determinar las estrategias de conservación. La prioridad en adelante, señaló, será identificar los puntos importantes de los que dependen las aves durante su largo viaje.

“Necesitamos estar en el terreno para averiguar qué áreas son críticas. Por ejemplo, aún se desconoce cuáles son las zonas donde las aves se quedan y engordan antes de viajar. Saber esto nos dará el conocimiento que necesitamos para identificar qué investigación debe hacerse”, agregó.

Fuente: scientificamerican.com / Kavya Balaraman