Cambio climático: El tiempo para evitar una catástrofe se agota
El Acuerdo de París no garantiza que la Tierra se libre de sufrir el efecto invernadero. Es decir, el pacto internacional en el que la humanidad tiene puestas las esperanzas para frenar el aumento catastrófico de las temperaturas puede ser insuficiente: incluso cumpliendo sus recomendaciones la temperatura podría alcanzar entre 3ºC y 4ºC de aumento, superando el promedio de los últimos 1,2 millones de años, según un artículo publicado en PNAS. El panorama reciente no es halagüeño: los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la historia y han aumentado de nuevo las emisiones globales, cuando deberían reducirse a la mitad en 2030.
La cumbre de la ONU sobre cambio climático, COP24 trajo consigo una importante advertencia: la generación de hoy es la última que puede prevenir un calentamiento global catastrófico, del mismo modo que será la primera en sufrir sus impactos. «Claramente, somos la última generación que puede cambiar el curso del cambio climático, pero también somos la primera generación en sufrir sus consecuencias», dijo Kristalina Georgieva, CEO del Banco Mundial, según informa The Guardian. Además, si no le ponemos freno, nos llevamos por delante a todo el ecosistema. En una reciente conferencia en España, la primatóloga Jane Goodall declaró: “Estamos viviendo la sexta extinción masiva de especies, causada por nosotros”.
Para limitar el calentamiento a los 1,5ºC que aconseja la ONU, la acción climática debe multiplicarse por cinco. Y este es un reto ambicioso en un escenario en el que Donald Trump confirma su retirada del acuerdo, y Bolsonaro en Brasil amenaza el medioambiente y, en concreto, la Amazonía. Algunos expertos sitúan el punto de no retorno para limitar las consecuencias del calentamiento global en un plazo de 15 años. Estas noticias de 2018 nos recuerdan que debemos darnos prisa:
Se han batido récords de niveles de CO2
Un estudio publicado en diciembre informa de que las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) han vuelto a aumentar este año. 2018 ha registrado niveles históricos en el segundo año de aumentos después de la pausa relativa que se vivió de 2014 o 2016. Se prevé que las emisiones mundiales de combustibles fósiles alcancen las 37,1 mil millones de toneladas de CO2 cuando acabe 2018, un aumento del 2% con respecto a 2017.
Las causas son el uso generalizado de carbón y del petróleo, con un mayor número de coches y camiones en circulación, indica el Presupuesto Global de Carbono 2018, publicado por el Proyecto Global de Carbono. «Casi todos los países están contribuyendo al aumento, ya sea aumentando o disminuyendo menos de lo esperado», dijo la investigadora Corinne Le Quere, de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) al medio alemán DW.
Este año ya está entre los cuatro más cálidos desde que hay registro
La temperatura media mundial en este año que está por concluir ha sido la cuarta más elevada de la que se tienen datos. El top 4 lo conforman los más recientes: desde 2015 a 2018, según la versión provisional de la Declaración Organización Meteorológica Mundial (OMM) sobre el estado del clima mundial en 2018.
La tendencia al calentamiento se confirma desde hace más de dos décadas: los 20 años más cálidos de los que se tienen datos se han registrado en los últimos 22 años. La temperatura media mundial durante los diez primeros meses del año superó aproximadamente en 1 °C a la de la era preindustrial (1850-1900). El informe se basa en cinco conjuntos de datos relativos a la temperatura mundial mantenidos independientemente.
El hemisferio norte alcanza récord histórico de temperatura
Los normalmente veranos tibios en Irlanda, Escocia, Canadá y en parte de Medio Oriente alcanzaron picos históricos de calor el pasado julio. En Canadá, por ejemplo, los medios informaron de que el calor era culpable de al menos 33 muertes.
Al norte de Siberia, a lo largo de la costa del Océano Ártico, donde las observaciones del clima son escasas, los modelos mostraron temperaturas que superaban los 32°C, 22°C por encima de lo normal.
El cambio climático ya es una amenaza para la vida en valles de la Antártida
En los Valles Secos de McMurdo, uno de los desiertos más secos y fríos del mundo, no hay plantas, pájaros o mamíferos, pero en su duro ecosistema, donde la temperatura media no sube de los -15ºC, viven microbios e invertebrados microscópicos del suelo. Un estudio publicado en enero que se basa en dos décadas de datos de la región más grande del continente antártico, donde están ubicados estos valles, ha revelado una disminución del número de fauna del suelo, nematodos y otras especies animales, que se atribuye al cambio climático.
El punto de inflexión parece haber sido el derretimiento y la descongelación del hielo en este desierto desde un evento climatológico inusualmente cálido en 2001. Hasta este momento, la zona no solo experimentaba un aumento de la temperatura, sino todo lo contrario, cada vez hacía más frío. Desde 2001, las temperaturas promedio son estables o están aumentando ligeramente, pero ha habido eventos meteorológicos intensos más frecuentes.
Los océanos se están calentando más de lo esperado
Los océanos no solo purifican el aire, sino que también absorben el calor; y en los últimos 200 años, han estado realizando esa función con los gases que hemos estado emitiendo los humanos. Estimaciones anteriores sugirieron que estos inmensos cuerpos de agua habían absorbido colectivamente más del 90% del exceso de energía térmica. Pero una investigación publicada en noviembre en Nature, sugiere que es peor: se ha estado midiendo la cantidad de calor en los océanos de manera incorrecta, por lo que las aguas han absorbido mucho más calor del que se pensaba. «Si pensamos que el océano se está calentando más de lo que pensamos, significa que la Tierra se está calentando más de lo que pensamos, y que es más sensible a nuestras emisiones», dijo a Business Insider, la autora principal del estudio, Laure Resplandy.
2035 es la fecha límite para actuar contra el cambio climático
Si los gobiernos no actúan decididamente para luchar contra el cambio climático, en 2035 la humanidad podría atravesar un punto de no retorno: a partir de ese momento las probabilidades de limitar el calentamiento global a 2°C en 2100 se reducirían. Esto se desprende de un trabajo publicado en agosto en Earth System Dynamics, que muestra que la fecha límite para limitar el calentamiento a 1,5°C ya ha pasado, a menos que se tome una acción climática radical.
Los científicos buscaban el último año posible para comenzar a reducir fuertemente las emisiones de gases de efecto invernadero antes de que sea demasiado tarde para evitar un cambio climático peligroso. «Queda muy poco tiempo antes de que los objetivos de París se vuelvan inviables incluso con drásticas estrategias de reducción de emisiones», afirma Henk Dijkstra, profesor de la Universidad de Utrecht (Países Bajos). Según el equipo, suponiendo que pudiéramos aumentar la cuota de energía renovable en un 2% cada año, tendríamos que empezar a hacerlo antes de 2035 (el punto de no retorno), aunque si redujéramos las emisiones a un ritmo más rápido, aumentando el porcentaje de energía renovable en un 5% anual, podríamos aumentar el plazo en 10 años.
LLueve en el desierto de Atacama y no es una buena noticia
En el Desierto de Atacama, en Chile, las lluvias anómalas no se agradecen: suponenuna maldición mortal que acaba con vida que no pedía esa cantidad de agua. Se cree que el núcleo de este desierto, el más seco y antiguo de la Tierra, ha permanecido en un estado hiperárido permanentemente durante unos 15 millones de años, y no hay registros de que haya visto ninguna lluvia significativa en los últimos 500.
Hace unos años, el desierto experimentó lluvias increíblemente raras en marzo y agosto de 2015, y luego nuevamente en junio del año pasado. La larga sequía se rompió y también el ecosistemá de las formas de vida que habían evolucionado para soportar condiciones hiperáridas, y que no podían manejar la repentina y mortal alternativa que se extendía sobre ellos. «Cuando las lluvias llegaron a Atacama, esperábamos majestuosas floraciones y desiertos que cobran vida», explica el astrobiólogo Alberto Fairén de la Universidad de Cornell (EE.UU.) y el Centro de Astrobiología de España. Sin embargo, la lluvia en el núcleo hiperárido del desierto de Atacama causó una extinción masiva de la mayoría de las especies microbianas.
La biodiversidad mundial sufrirá un colapso si no se toman medidas urgentes
A menos que tomemos medidas urgentes y concertadas para revertir la pérdida de especies en los trópicos, se avecina un colapso global de la biodiversidad, según un estudio publicado en julio en Nature. Si no se actúa de manera rápida y decisiva se incrementará en gran medida el riesgo de pérdida de especies sin precedentes e irrevocables en las partes más diversas del planeta, afirman sus autores.
Se trata del primer informe de alto nivel sobre el estado de los cuatro ecosistemas tropicales más diversos del mundo: bosques tropicales, sabanas, lagos y ríos, y arrecifes de coral. Se encontró que, aunque los trópicos cubren solo el 40% del planeta, albergan a más de tres cuartas partes de todas las especies, incluidos casi todos los corales de aguas poco profundas y más del 90% de las especies de aves del mundo. La mayoría de estas especies no se encuentran en ninguna otra parte, y millones más aún son desconocidas para la ciencia. Según el investigador Benoit Guénard, «al ritmo actual de descripción de las especie -unas 20.000 nuevas por año- se necesitarán al menos 300 años para catalogar la biodiversidad».
Las próximas olas de calor aumentarán la mortalidad
El cambio climático aumentará significativamente el número de muertes por calor anómalo en este siglo, especialmente en los países tropicales y subtropicales, estimó un grupo internacional de científicos. Los climatólogos consideran que los períodos prolongados de temperaturas anormalmente altas (ola de calor) serán más frecuentes y más graves a medida que cambie el clima.
Un equipo dirigido por Yuming Guo de la Universidad de Monash (Australia) ha construido un modelo matemático para calcular el número de muertes por la ola de calor en el período comprendido entre 2031 a 2080 bajo diferentes escenarios de cambio climático, adaptación y variación en el número de la población. «En el futuro, las olas de calor serán más frecuentes, más intensas y durarán más. Si no encontramos una manera de mitigar el cambio climático y ayudar a las personas a adaptarse nos espera un gran aumento en el número de muertes por olas de calor, especialmente en los países más pobres en el ecuador», dijo Guo.
El cambio climático afectará a la Humanidad en 467 formas diferentes, más de las que se pueden gestionar
Hemos llegado a un punto crítico en el cambio climático: los gases de efecto invernadero causan más cambios de los que se pueden gestionar, según concluye una revisión de miles de artículos científicos publicada recientemente en Nature Climate Change. La Humanidad, dicen los autores del nuevo trabajo, se enfrenta a una amenaza mucho mayor por el cambio climático de lo pensado. Concretamente analizan grandes cantidades de macro-datos que han identificado las 467 formas en las que la salud humana, los alimentos, el agua, la economía, la infraestructura y la seguridad se han visto afectados por múltiples cambios climáticos, entre los que se incluyen: calentamiento, sequía, olas de calor, incendios forestales, precipitaciones, inundaciones, tormentas, aumento del nivel del mar y cambios en la cobertura terrestre y química oceánica.
Se sabe que las emisiones continuas de gases de efecto invernadero elevan la temperatura atmosférica, lo que a su vez impulsa la evaporación del agua del suelo y provoca sequías, incendios forestales y olas de calor en lugares normalmente secos, o lluvias masivas e inundaciones en áreas comúnmente húmedas. En los océanos, las aguas más cálidas también se evaporan más rápido, lo que aumenta la velocidad del viento y los aguaceros de huracanes, cuyas oleadas pueden agravarse por el aumento del nivel del mar. Como resultado, las emisiones de gases de efecto invernadero pueden agravar simultáneamente múltiples amenazas climáticas.
Fuente: nmas1.org