El apego a los peluches como factor diagnóstico

Los animales de peluche tienen un efecto protector y al mismo tiempo beneficioso: proporcionan calidez, consuelo y cercanía. Y no solo a los niños. Científicos del Hospital Universitario de Ulm han descubierto que los pacientes con trastorno límite de la personalidad también crean un vínculo emocional intenso con los peluches. Al parecer, estos muñecos benefician su habilidad para regular los sentimientos y las emociones. El hallazgo se publica en la revista Scientific Reports.

Desde hace algún tiempo, la práctica clínica cotidiana ha revelado que los pacientes que tienen uno o más muñecos de felpa en su habitación sufren con frecuencia un trastorno límite de la personalidad. Durante el día ayudan a los afectados a tranquilizarse; de noche, a dormirse. Como sucede con los niños pequeños. «Si un adulto no puede separarse de su peluche porque este tiene un significado emocional importante para él, ello es un indicio de que existen déficits en el proceso de las emociones y un apego inseguro», señala Calos Schönfeldt-Lecuona, uno de los autores del trabajo. Según explica, el trastorno límite de la personalidad se caracteriza por inestabilidad e impulsividad emocional, miedo al apego y, a menudo, por depresión.

Mayor actividad cerebral

Para su estudio, los investigadores examinaron, mediante electroencefalografía, la actividad cerebral de 16 mujeres con trastorno límite de la personalidad. Les mostraron imágenes de su peluche, de objetos familiares o de otros que les eran desconocidos (imágenes neutras). Después, compararon los resultados con los de sujetos sin el trastorno (grupo de control). Hallaron que las áreas cerebrales relacionadas con el procesamiento de las emociones propias manifestaban una mayor actividad en las pacientes. Esa respuesta cerebral se mostraba más intensa cuanto mayor era la depresión y el miedo de perder a una persona de referencia querida.

Una relación emocional estrecha hacia los peluches puede ser un indicio importante para el diagnóstico del trastorno límite de la personalidad, concluyen los investigadores. El conocimiento de estas relaciones también puede ayudar a determinar el éxito de un tratamiento psicoterapéutico o farmacológico. Por ejemplo, si el paciente manifiesta un menor apego hacia su peluche que antes, señal de que procesa mejor las emociones y crea lazos más fuertes con las personas. No obstante, se requieren más estudios para confirmar estos resultados.

Fuente: investigacionyciencia.es