Ante la crisis, la Academia Mexicana de Ciencias busca no depender del gobierno

“Tenemos que lograr otra fuente de subsistencia”, afirma el nuevo presidente de la institución, doctor José Seade Kuri. “No hemos desaparecido, la fuerza moral que tiene la Academia Mexicana de Ciencias es de 60 años de trabajo tenaz, de alto nivel, hecho con entrega, profesionalismo y esmero, y de todo eso nos tenemos que agarrar”, abunda el académico.

Luego de tomar posesión como presidente número 39 de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en una ceremonia efectuada el pasado 3 de agosto, el doctor José Seade Kuri, matemático, investigador y académico mexicano charla con El Economista y presenta un primer acercamiento al momento en el que se encuentra la institución que ahora encabeza y, en general, el desarrollo de la ciencia en el país.

Seade Kuri asegura sentirse abrumado por la cantidad de cosas que hay que hacer como presidente de la AMC, pero para él también representa un honor: “Estoy muy contento, rodeado de gente brillante, por donde busco apoyo hay gente de primer nivel y eso es fantástico, es una oportunidad de hacer algo para y por México”.

Aun así, el reto es grande, sostiene. “En la actualidad, los científicos estamos muy devaluados en nuestra imagen pública, se nos ha golpeado mucho y el valor de la ciencia se ha puesto en duda y esto se tiene que reconstruir y reivindicar, por eso agradezco este momento, no soy alguien que rehúye a los retos, y este es uno grande; sin embargo, estoy seguro que tenemos con qué enfrentarlo, tenemos una comunidad científica que es oro molido, somos más de 3,000 miembros académicos en todo el país, todas y todos distinguidos científicos y que cubren casi todas las áreas del conocimiento”.

“Esto es un tesoro invaluable, esa es nuestra fuerza y la fuerza moral que se tiene de 60 años de trabajo tenaz, de alto nivel, hecho con entrega, profesionalismo y esmero, y de todo eso nos tenemos que agarrar”, afirma.

“Desafortunadamente hoy se nada contra corriente, pues de entrada en la sociedad mexicana no se conoce ni reconoce el valor de la ciencia lo suficiente. Por ejemplo, de acuerdo con la agencia Deloitte, en Gran Bretaña, el impacto de las matemáticas es alto, el 10% de los empleos están directamente relacionados con las ciencias matemáticas y ese 10% genera el 16% del Producto Interno Bruto, hablamos de una sociedad que por años ha valorado la ciencia”.

“Eso es lo que nos falta en México, permear más en la sociedad, y es que es un círculo, mientras no tengamos impacto no nos conocen, mientras eso sucede no valoras a los científicos, tenemos que sumar”.

“Para mí es clarísimo que la educación, ciencia y la tecnología son palancas indispensables para el mundo de hoy, son una cadena indisoluble y tenemos que trabajar en todo eso, para poder tener un desarrollo pleno en el país hace falta empezar con buena educación y luego invertir en ciencia, con ese enfoque, invertir, para desarrollar plenamente a un país, económica y socialmente”.

Seade Kuri asegura que para que eso suceda se requieren cuatro sectores –el sector social, el gobierno, el sector privado y el académico/científico–, sin ellos “la mesa está coja”.

En qué momento se encuentra la AMC

El doctor Seade Kuri opina que la Academia es un crisol de la comunidad científica mexicana, que lo que quiere es coadyuvar sumando esfuerzos, a que la ciencia y la tecnología, jueguen un papel importante en el desarrollo social y económico de México.

“Pero lo primero que tenemos que hacer es asumir nuestra realidad –dijo–, ver dónde estamos; por lo pronto la Academia está estacionada, esperando un mejor momento, sin desesperar, pero ya comenzamos a actuar, formando un comité de divulgación para que haya gente que se dedique exclusivamente a impulsar esa parte, es gente con mucho conocimiento y experiencia”.

“En el país ya se hacen muchas cosas, ahora nuestro papel es cohesionar para que todo eso tenga un mayor impacto y eso debe tener un costo casi cero, por lo que pondremos manos a la obra”.

“Por otro lado, retomar los importantes programas de la Academia es fundamental para nosotros, pero para esto sí se requiere una inversión, desde personal, no tenemos equipo de apoyo, hace falta contratar gente y pagarle”.

Asegura que las estrategias ya se están afinando, también se está creando un patronato para empezar a visitar distintas fundaciones “y creemos que puede haber mucho interés de distintas fundaciones para apoyar un programa, un taller, a la Academia en sí misma; tener un abanico de posibilidades para ver dónde quieren apoyar. Se trata de tocar nuevas puertas, nos toca luchar”. Por último, confirma que se buscará tocar las puertas con el gobierno y seguir trabajando con ellos. “Eso es muy importante y necesario. Estamos en crisis, pero crisis significa oportunidad de crecimiento. Tenemos que lograr que nuestra subsistencia no dependa del gobierno, que, si por algo no se dan esos puentes, sigamos vivos, eso tenemos que garantizarlo”.

Dijo que la sacudida que ha presenciado la ciencia en nuestro país por los vaivenes políticos los está uniendo como comunidad, y los está haciendo más fuertes, “hoy somos más conscientes de la importancia que tenemos, de lo frágil que es el sistema, y que tenemos que tomar las riendas de nuestro destino como comunidad científica”.

Las matemáticas son imprescindibles

Luego de tanta controversia sobre la necesidad de materias duras en la vida académica del país desde la educación básica, el especialista en matemáticas expresó que ellas son imprescindibles. “Las matemáticas son la disciplina que más forma a las personas, a la escuela vamos a adquirir conocimiento, pero más que eso adquirimos formación, eso es lo más importante y para ello las matemáticas son una herramienta muy valiosa, para aprender a razonar lógicamente, y eso es parte de nuestra vida cotidiana, ya sea que nos dediquemos al comercio, a las leyes, a la biología, a las finanzas o lo que sea”.

Por otro lado, el doctor asegura que las matemáticas son el corazón del pensamiento científico, “por ello no tener una base sólida en el área, significa no tener estudiantes que vayan a poder seguir ninguna área de tecnología, finanzas, entre otras, porque para cualquier carrera como esas se requiere de una formación matemática. Esa se puede adquirir a los 13 o 18 años, pero cuando más te marca es en la primaria, por ello tenemos que trabajar desde ese nivel, si no el impacto generacional será muy fuerte”.

Seade Kuri concluye compartiendo que los matemáticos son de las comunidades más divertidas, “porque cuando uno es investigador en matemáticas, tienes que ser flexible, nunca sabes para dónde te va a llevar el camino, tratas de demostrar algo y de pronto después de años de trabajo te das cuenta de que lo que quieres demostrar es falso, es una profesión creativa y cambiante, y a mí me encanta”.

Acerca del entrevistado

José Seade Kuri obtuvo su licenciatura en matemáticas en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1976. En Inglaterra hizo sus estudios de maestría y doctorado en topología algebraica en la Universidad de Oxford, bajo la dirección de Brian Steer y Nigel Hitchin.

Fue presidente de la Sociedad Matemática Mexicana (1986-1988) y jefe de la Unidad Foránea del Instituto de Matemáticas de la Universidad Nacional Autónoma de México con sede en Cuernavaca (2001-2004). Es investigador nivel III del Sistema Nacional de Investigadores y fue director del Instituto de Matemáticas de la UNAM.

Fuente: elconomista.com.mx