América Latina registra la mayor disminución de algunas especies, según el informe Planeta vivo

Las poblaciones de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces enfrentan una “devastadora caída” desde 1970 que llega a 69 por ciento, pero es América Latina donde se registra la mayor disminución con 94 por ciento, y no hay señales de que se revierta la pérdida. En particular son las poblaciones de especies de agua dulce las que tienen el mayor descenso a nivel mundial, con 83 por ciento, reporta el informe Planeta vivo 2022, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Cada dos años se presenta el informe, que lleva casi cinco décadas de analizar la salud del planeta. La edición de este año es la más exhaustiva realizada hasta la fecha, con datos de 32 mil poblaciones de 5 mil 320 especies en todo el mundo, indica la organización. Señala que los principales causantes de la disminución de las poblaciones de vida silvestre son la degradación y pérdida del hábitat, la explotación, la introducción de especies invasoras, la contaminación, el cambio climático y las enfermedades.

Advierte que la creciente destrucción de la naturaleza por la humanidad tiene impactos catastróficos no sólo en las poblaciones de vida silvestre, sino también en la salud humana y los medios de vida y la seguridad alimentaria, entre otros aspectos.

Se ha perdido 17 por ciento de la extensión original de los bosques, otro 17 por ciento está degradado, cada año desaparecen unos 10 millones de hectáreas, una superficie del tamaño de Portugal. Las más recientes investigaciones indican que “nos estamos aproximando rápidamente al punto de no retorno”, alerta.

Ejemplifica que la abundancia mundial de 18 de 31 especies de tiburones y rayas en los océanos han disminuido 71 por ciento en el pasado medio siglo, debido a que la presión pesquera se ha multiplicado por 18 desde 1970. Y esta caída en picada refleja un aumento del riesgo de extinción para la mayoría de las especies, agrega.

Amenazas

Las consecuencias del declive de superdepredadores, como los tiburones y los atunes, pueden producir cambios funcionales sustanciales en las redes tróficas oceánicas, destaca. Hay escualos esenciales para muchas economías y comunidades locales, “el grave deterioro registrado amenaza igualmente la seguridad alimentaria y los ingresos en muchos países de renta baja”.

Refiere que el valor de la huella ecológica registra que la humanidad está sobrexplotando el planeta al menos a 75 por ciento, es decir, el equivalente a vivir en 1.75 Tierras, “tal exceso está deteriorando gravemente la salud del planeta y, con ello, las propias perspectivas del futuro de la humanidad”.

Además, “nos enfrentamos a dos emergencias interrelacionadas y provocadas por el ser humano: el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, que amenazan el bienestar de las generaciones actuales y venideras”.

Fuente: jornada.com.mx