Amazon recurre a su rival SpaceX para lanzar satélites de su red de internet Kuiper

La rivalidad de Jeff Bezos con Elon Musk pasa a un segundo plano ante la capacidad de lanzamiento que necesita Amazon para colocar en órbita los satélites Kuiper

Amazon anunció el viernes pasado que compró tres lanzamientos de los cohetes Falcon 9 a SpaceX, y que despegarán a partir de mediados de 2025 para ayudar a instalar la red de satélites de internet Kuiper de la gigante del ecommerce.

En un comunicado, Amazon señaló que los vuelos de SpaceX proporcionarán “capacidad adicional” para “complementar los contratos de lanzamiento existentes, respaldando el calendario de instalación de satélites del Proyecto Kuiper”. SpaceX tiene su propia flota de satélites de banda ancha, con más de 5,100 naves Starlink actualmente en órbita, lo que la convierte en competencia directa de Amazon.

El Proyecto Kuiper necesita a SpaceX para llegar a órbita

El año pasado, Amazon compró la mayor parte del exceso de capacidad de lanzamiento del mundo occidental a todos menos a SpaceX, asegurándose 68 vuelos de cohetes de la United Launch Alliance (ULA), Arianespace y Blue Origin para colocar miles de satélites para la red de banda ancha Kuiper. Amazon contrató previamente con la ULA nueve vuelos de Atlas V para apoyar la serie inicial de lanzamientos de Kuiper, el primero de los cuales despegó en octubre con los dos primeros satélites prototipo. El próximo año, más unidades Atlas V empezarán a transportar satélites Kuiper operativos.

El cohete Falcon 9 de SpaceX, el vehículo de lanzamiento más fiable del mundo, quedó fuera de la multimillonaria compra de cohetes por parte de Amazon. Esto dio lugar a una demanda presentada en agosto por los accionistas de un fondo de retiro que incluye participaciones en la compañía de ecommerce. La medida legal sostiene que Amazon, su fundador Jeff Bezos y su consejo de administración incumplieron “su deber fiduciario” y no contemplaron a SpaceX durante la contratación del servicio de lanzamiento.

Además del Atlas V, en el que se apoyará Amazon para lanzar sus primeros lotes de satélites, no ha volado ninguno de los cohetes necesarios para instalar la red Kuiper. La producción de los Atlas V está llegando a su fin y Amazon ya no puede comprarlos.

El cohete Falcon 9 es el único con espacios en su calendario que compensaría los retrasos causados por los otros proveedores de Amazon. SpaceX ha lanzado 88 cohetes Falcon 9 o Falcon Heavy en lo que va de año y pretende aumentar la frecuencia a un vuelo cada 2.5 días en 2024. La mayoría de estos lanzamientos son para la red de internet Starlink, propiedad de SpaceX.

Pero los demandantes alegan que Amazon no consideró el cohete Falcon 9 el año pasado debido a una rivalidad intensa y personal entre el fundador de SpaceX, Elon Musk, y Bezos que, al parecer, quedó eclipsada por la fría realidad de que Amazon necesita ayuda de SpaceX.

“La única otra empresa occidental con un vehículo en servicio regular es SpaceX. En pocas palabras: Kuiper no tenía otro sitio donde buscar”, declaró Caleb Henry, director de investigación de Quilty Space.

Se acerca la fecha límite para el Proyecto Kuiper de Amazon

En su arquitectura de primera generación, la red Kuiper de Amazon constará de 3,236 satélites que volarán en órbita terrestre baja a una altitud de poco más de 600 kilómetros (menos de 400 millas), proporcionando servicio de banda ancha a clientes de la mayor parte del mundo poblado.

La compañía necesita instalar la mitad de estos satélites antes de julio de 2026, fecha límite para mantener la autorización de red de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE UU. Esto requeriría un ritmo promedio de, por lo menos, dos lanzamientos al mes por parte de los proveedores de servicios de Amazon a partir de 2024. Cada despegue añadirá varias decenas de satélites Kuiper operativos en una sola misión. Las cifras exactas dependerán de la capacidad del cohete.

Está previsto que el cohete Vulcan, contratado para 38 lanzamientos de Kuiper, realice su primer vuelo de prueba el 24 de diciembre desde Cabo Cañaveral (Florida). El cohete europeo Ariane 6, que Amazon tiene previsto utilizar 18 veces, tiene programado su despegue inaugural a mediados de 2024. El New Glenn de Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos, estaría listo para debutar a finales del siguiente año. Amazon tiene reservadas 12 misiones del New Glenn, con opción de contratar 15 más.

De hecho, el debut de los tres cohetes se retrasó al menos un año desde la gran adquisición de lanzamientos de Amazon en abril de 2022, lo que ejerce más presión sobre el calendario del Proyecto Kuiper, según Henry.

Suponiendo que todos estos cohetes vuelen con éxito en sus calendarios actuales, la ULA, Arianespace y Blue Origin tendrán que aumentar rápidamente su ritmo para satisfacer la demanda de Amazon y encadenar una serie de lanzamientos satisfactorios. No es raro que los nuevos cohetes fallen en las primeras pruebas. La mayor carga de trabajo recaerá sobre la ULA con su cohete Vulcan.

“Lograr una frecuencia de lanzamiento constante es tan difícil, si no es que más, que conseguir un vuelo inaugural”, comentó Henry a Ars Technica. “Amazon debe considerar no solo cuándo llegan los nuevos vehículos a la plataforma de lanzamiento, sino con qué rapidez podrán volver a despegar”.

Amazon está ayudando a financiar una gran expansión de la presencia de la ULA en su base de lanzamiento de Florida, un esfuerzo que duplicará su capacidad de vuelos. La inversión para financiar el incremento de la estructura de la ULA para el Proyecto Kuiper asciende a unos 2,000 millones de dólares, de los que unos 500 millones se destinarán a mejoras en Cabo Cañaveral.

Estas mejoras incluyen el equipamiento de un segundo hangar vertical y una segunda plataforma de lanzamiento móvil para cohetes Vulcan, junto con la instalación de integración y la plataforma ya construidas para apoyar las primeras misiones Vulcan. Disponer de dos vías para el procedimiento de despegues en Florida permitirá a la ULA volar hasta 25 cohetes Vulcan al año, asegura la compañía.

La ULA y sus propios proveedores también están aumentando el espacio de las fábricas de todo el país para producir más motores Vulcan, cohetes propulsores sólidos y carenados de cargamento para las misiones Kuiper.

Los responsables de Amazon y de la ULA esperan que estas inversiones eviten al cohete Vulcan los inconvenientes experimentados por otros vehículos de lanzamiento al entrar en servicio. Por ejemplo, el cohete Atlas V tardó 31 meses en realizar su quinto vuelo a principios de 2000. Hace una década, el Falcon 9 de SpaceX llevó a cabo su quinto despegue, 33 meses después de su vuelo inaugural.

Eso no servirá si Amazon pretende colocar más de 1,600 satélites Kuiper para mediados de 2026. La compañía, que está construyendo los satélites Kuiper en Kirkland (Washington), diseñó intencionalmente las naves espaciales para que cupieran en diversos vehículos de lanzamiento. En julio, un alto ejecutivo de Amazon declaró a Ars Technica que la empresa tenía un gran interés y no descartaba firmar contratos con otros proveedores. En aquel momento, el responsable indicó que el Falcon 9 de SpaceX no era capaz de transportar tantos satélites Kuiper en un solo vuelo como el Vulcan de la ULA.

El Proyecto Kuiper de Amazon es una de las varias “megaconstelaciones” de satélites en diversas fases de desarrollo para proporcionar conectividad de banda ancha de baja latencia a consumidores, gobiernos y clientes corporativos de todo el mundo. Starlink, de SpaceX, es la mayor del grupo, y una de las dos constelaciones de órbita terrestre baja, junto con OneWeb, que prestan actualmente servicios comerciales de internet.

Pero una vez más, SpaceX ha demostrado que aceptará con gusto el dinero de sus competidores para lanzar sus satélites. OneWeb recurrió a SpaceX para poner en órbita sus unidades de banda ancha después de perder el suministro de cohetes rusos tras la invasión de Ucrania. Otros operadores de comunicaciones satelitales que compiten con Starlink, como Viasat y SES, han enviado sus naves espaciales en cohetes de SpaceX.

Northrop Grumman recurrió a SpaceX para lanzar tres de sus vehículos de carga de suministros Cygnus a la Estación Espacial Internacional (EEI) mientras rediseña su propio cohete, el Antares, para sustituir los motores rusos por otros de fabricación estadounidense. Northrop Grumman y SpaceX utilizan sistemas distintos para enviar cargamento a la EEI.

Fuente: es.wired.com