5 avances clave 40 años después del nacimiento de Louise Brown, primer bebé probeta

Los avances en endocrinologia, cultivo celular, criobiologia, micromanipulación celular y genética molecular han marcado la evolución de la fertilidad humana y de la fecundación asistida en los últimos 40 años, desde que el 25 de julio de 1978 se lograra el primer nacimiento fruto de la fecundación in vitro por el equipo británico encabezado por los doctores Robert Edwards y Patrick Steptoe, que mereció el Nobel de Medicina en 2010.

“Desde entonces la técnica ha evolucionado de una manera vertiginosa”, explica el doctor Jan Tesarik, director de la Clínica Margen de Granada (España), uno de los pioneros de esta técnica, que logró en 1982 el nacimiento de un bebé sano por fecundación in vitro en la República Çheca 2 años antes de España. “Con la fecundacion in vitro tradicional hoy -señala el doctor Tesarik- conseguiríamos sólo el 10 por ciento de los nacimientos basados en fecundación asitida que se logran actualmente”.

Endocrinología: estimulación ovárica

Los avances en endocrinologia, alcanzados en los primeros años de la fecundación in vitro, fueron la base de los procedimientos clínicos conocidos hoy día bajo el término “estimulación ovárica“. Comparado con ciclos naturales, en los que se obtenía un solo óvulo, la estimulación ovárica permite la recuperación de varios óvulos a la vez. Pero no sólo esto. Ésta técnica ha también facilitado, de una manera importante, el manejo de los protocolos de reproducción asistida, sobre todo en mujeres con ciclos irregulares, además de facilitar la obtención de óvulos en casos de mujeres premenopausicas, relacionados, o no, con la edad. Actualmente se utilizan preparaciones hormonales, definidas y estandardizadas, que permiten actuar de manera personalizada para cada paciente, aumentando no sólo la cantidad sino, también, la calidad de los óvulos.

Cultivo celular: elección de los mejores embriones

La estimulación ovárica ofrece la disponibilidad de varios óvulos por tratamiento ¿Pero son todos de la misma calidad? La respuesta es NO. La mejora de las técnicas de cultivo celular ha permitido alargar el tiempo durante el cual los embriones resultantes de la fecundación in vitro se pueden mantener fuera del organismo materno, sin comprometer su vitalidad. Durante el cultivo prolongado se acentúa la diferencia entre la apariencia de embriones de buena calidad y los de una calidad inferior. Esto permite la evaluación más precisa de la condición de cada embrión y la selección de los mejores para ser transferidos en el útero. Por otro lado, las técnicas de cultivo celular, adaptadas está vez a los óvulos todavía no fecundado, pueden “salvar” aquellos óvulos que no son completamente maduros pero pueden madurar correctamente en el laboratorio, ampliando así la disponibilidad de óvulos para la fecundación in vitro en el mismo ciclo de la estimulación ovárica.

Criobiología: guardar embriones y óvulos de buena calidad cuando se desea retrasar la maternidad

Las posibilidades de mantener vivas células humanas a temperaturas extremamente bajas, en un estado congelado, para reanudar sus actividades vitales después de volver a la temperatura fisiológica, fue la base del desarrollo de protocolos de criopreservacion de embriones y óvulos. Esta técnica ha cobrado relevancia con la posibilidad de obtener varios óvulos, y de formar varios embriones, a la vez. El primer embarazo después de la transferencia de un embrión previamente congelado se logró en Australia en el año 1983. Desde entonces, la técnica de criopreservación de óvulos y embriones se ha hecho común en todas las clínicas de reproducción asistida del mundo. Actualmente se recomienda congelar óvulos no fecundados a las mujeres que ha decidido no tener niños antes de los 35 años para preservar su fertilidad en el futuro.

Micromanipulación celular: Casos severos de infertilidad masculina

Los avances en las técnicas de micromanipulación celular, desarrolladas a lo largo de los años 1990, han abierto una nueva dimensión a la técnica de fecundación in vitro. La técnica de ICSI (Intra Cytoplasmic Sperm Injection) permite tratar con éxito casos de infertilidad masculina severa -el 100% de espermatozoides inmóviles por ejemplo- seleccionar un solo espermatozoide para inyectar en cada óvulo de la paciente, algo que no se podían solucionar con una fecundación in vitro convencional. El siguiente paso, la técnica ROSI (Round Spermatid Injection), desarrollada por el equipo del doctor Tesarik y la doctora Carmen Mendoza, permitió, en 1995, el nacimiento del primer bebé del mundo tras una fecundacion “sin espermatozoides”. Una técnica de micromanipulación similar a la de la ROSI, desarrollada también por Jan Tesarik y la doctora Mendoza, se utiliza para semiclonación reproductiva y permitirá crear óvulos y espermatozoides artificiales a partir de otros tipos de células de los mismos pacientes, con su propia carga genética. En una línea simiar, en el año 2000 el equipo del doctor Tesarik desarrolló otra técnica de micromanipulación, utilizada recientemente por un equipo estadounidense para paliar una anomalía del ADN mitocondrial, conocido popularmente como el caso del “hijo de 3 padres”.

Genética molecular: diagnóstico y tratamiento genético preimplantacional

Los últimos años de la evolución de la fecundación in vitro están marcados por una expansión de técnicas de genética molecular. De hecho, el diagnóstico de anomalías genéticas en embriones preimplantatorios no es nuevo. El primer caso fue publicado por un grupo de investigadores de Reino Unido en el año 1990, y desde entonces la utilización del diagnóstico genético preimplantacional se ha expandido a casi todos tipos de anomalías genéticas conocidas. Sin embargo, siempre se trataba de un simple diagnóstico y no permitía salvar los embriones afectados por las diferentes anomalías. Los últimos avances en la genética molecular permitirán, en un futuro no lejano, tratar los embriones afectados por diferentes anomalías genéticas para convertirlos en embriones normales, que podrán ser transferidos en el útero de la madre y dar origen al nacimiento de un niño sano. Aunque estas técnicas no están aún lo suficientemente evaluadas para ser utilizadas, es previsible que, a medio plazo, se obtengan resultados convincentes que permitirán su aplicación clínica. Con esta perspectiva, el equipo del Doctor Tesarik recomienda la criopreservación de embriones diagnosticados como anormales a los pacientes solicitantes de un diagnóstico genético preimplantacional, lo que permitirá el tratamiento de estos embriones en el futuro.

Según el doctor Jan Tesarik “La técnica inicial de fecundación in vitro, que permitía tratar sólo un pequeño grupo de pacientes, se ha ampliado progresivamente para la mayoría de casos de infertilidad. Además, su utilización actual no se limita solo a casos de infertilidad sino tambiénn a pacientes perfectamente fértiles pero con los que existe el riesgo de transmitir varios tipos de enfermedades a su descendencia”.

Fuente: noticiasdelaciencia