Vibraciones de origen humano perjudican la reproducción de los sapos
Vibraciones en el suelo causadas por actividades humanas como el tráfico y los aerogeneradores afectan de forma negativa a los cantos del sapo partero común y, como consecuencia, a su éxito reproductivo.
Es la conclusión de un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores en el que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) en el Parque Natural de Somiedo (Asturias).
Los animales emplean distintas estrategias para comunicarse y obtener información de su entorno. Una de esas estrategias consiste en emitir señales acústicas para la defensa del territorio, la búsqueda de pareja o la detección de presas, entre otras. Este comportamiento puede verse afectado por las vibraciones del suelo producidas por actividades humanas como el tráfico en las carreteras o las turbinas eólicas.
Según explica Rafael Márquez, investigador del MNCN-CSIC, «los anfibios son animales sensibles a las vibraciones del sustrato y las señales acústicas son fundamentales para su reproducción y supervivencia». «Por ello, para estudiar los efectos de este tipo de contaminación ambiental en la comunicación, seleccionamos el sapo partero común como objeto de estudio, un anfibio importante en la Península Ibérica, en una población natural del Parque Natural de Somiedo, no expuesta previamente a vibraciones similares», añade en un comunicado.
En el experimento, los investigadores incorporaron simuladores de estas vibraciones y analizaron sus efectos en distintos parámetros de los cantos que los machos emiten para atraer a las hembras.
Los resultados del estudio, según Márquez, «muestran una reducción en la frecuencia de canto de los machos como respuesta a las vibraciones del suelo». «Dado que las hembras suelen preferir a los machos que emiten cantos con mayor frecuencia, esto podría traducirse en un menor éxito reproductivo para los machos», comenta Márquez.
El investigador asegura que con este estudio los científicos han demostrado por primera vez que este tipo de contaminación tiene un efecto negativo en los anfibios, por lo que hace hincapié en la necesidad de continuar investigando en esta línea para poder adoptar medidas de conservación adecuadas.
Fuente: europapress.es