Los indris o ‘primates cantantes’ de Madagascar, reproducen “canciones” grabadas en la naturaleza que tienen categorías rítmicas similares a las que se encuentran en la música humana.
Encontrar rasgos musicales comunes entre especies puede arrojar luz sobre la biología y la evolución del ritmo y la música, apuntan los autores de un nuevo estudio en la revista ‘Current Biology’.
“Desde hace tiempo existe un interés por comprender cómo evolucionó la musicalidad humana, pero ésta no se limita a los humanos –afirma Andrea Ravignani, del Instituto Max Planck de Psicolingüística (MPI), y coautor del estudio–. Buscar rasgos musicales en otras especies nos permite construir un ‘árbol evolutivo’ de rasgos musicales y entender cómo se originaron y evolucionaron las capacidades rítmicas en los humanos”.
Para averiguar si los mamíferos no humanos tienen sentido del ritmo, el equipo decidió estudiar a uno de los pocos primates “cantores”, el lémur Indri indri, en peligro crítico de extinción. Los investigadores querían saber si los cantos del indri tienen un ritmo categórico, un “universal rítmico” que se encuentra en todas las culturas musicales humanas.
El ritmo es categórico cuando los intervalos entre los sonidos tienen exactamente la misma duración (ritmo 1:1) o una duración doble (ritmo 1:2). Este tipo de ritmo hace que una canción sea fácilmente reconocible, aunque se cante a diferentes velocidades.
Durante doce años, los investigadores de Turín visitaron la selva tropical de Madagascar para colaborar con un grupo local de estudio de primates. Los investigadores grabaron los cantos de veinte grupos de indri (39 animales) que vivían en su hábitat natural. Los miembros de un grupo familiar de indri suelen cantar juntos, en dúos y coros armonizados.
El equipo descubrió que las canciones de los indris tenían las categorías rítmicas clásicas (tanto 1:1 como 1:2), así como el típico “ritardando” o ralentización que se encuentra en varias tradiciones musicales. Las canciones masculinas y femeninas tenían un tempo diferente, pero mostraban el mismo ritmo.
Según la primera autora, Chiara de Gregorio, y sus colegas, se trata de la primera prueba de un “ritmo universal” en un mamífero no humano. Pero, ¿por qué otro primate iba a producir ritmos categóricos “similares a la música”? La capacidad puede haber evolucionado de forma independiente entre las especies “cantantes”, ya que el último ancestro común entre los humanos y el indri vivió hace 77,5 millones de años. El ritmo puede facilitar la producción y el procesamiento de las canciones, o incluso su aprendizaje, señalan los autores.
“Los ritmos categóricos son sólo uno de los seis universales que se han identificado hasta ahora –explica Ravignani–. Nos gustaría buscar pruebas de otros, como un ritmo “repetitivo” subyacente y una organización jerárquica de los ritmos, tanto en el indri como en otras especies”.
Los autores animan a otros investigadores a recopilar datos sobre el indri y otras especies en peligro de extinción, “antes de que sea demasiado tarde para presenciar sus impresionantes exhibiciones de canto”.
Fuente: europapress.es