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Un completo fósil escocés arroja luz sobre el origen de los lagartos

Un descubrimiento de fósiles en Escocia (Reino Unido) ha proporcionado nueva información sobre la evolución temprana de los lagartos, en la época de los dinosaurios.

El hallazgo se inscribe en un proyecto conjunto de investigadores de las universidades de Varsovia (Polonia) y las británicas Oxford y University College de Londres (UCL) y se ha publicado en la revista ‘Nature’.

El diminuto esqueleto descubierto en la isla de Skye, llamado ‘Bellairsia gracilis’, mide sólo 6 centímetros y data del Jurásico Medio, hace 166 millones de años. El nuevo y excepcional fósil comprende un esqueleto casi completo con una articulación similar a la real, al que sólo le faltan el hocico y la cola. Esto lo convierte en el lagarto fósil más completo de esta edad en todo el mundo.

El esqueleto del ‘Bellairsia’ presenta una mezcla de rasgos ancestrales y modernos, lo que permite saber cómo era el antepasado de los lagartos actuales (que forman parte del grupo más amplio de animales conocido como «escamados»).El primer autor, el doctor Mateusz Talanda, de la Universidad de Varsovia y la UCL, explica que «este pequeño fósil nos permite ver la evolución en acción. En paleontología rara vez se tiene la oportunidad de trabajar con fósiles tan completos y bien conservados, procedentes de una época de la que sabemos tan poco».

El fósil fue encontrado en 2016 por un equipo dirigido por la Universidad de Oxford y los Museos Nacionales de Escocia. Es uno de los varios nuevos descubrimientos de fósiles de la isla, incluyendo anfibios y mamíferos primitivos, que están revelando la evolución de importantes grupos de animales que persisten hasta la actualidad.

El doctor Talanda señala que «el ‘Bellairsia’ tiene algunos rasgos de los lagartos modernos, como los relacionados con la cinesis craneal, es decir, el movimiento de los huesos del cráneo entre sí. Se trata de una importante característica funcional de muchos escamosos vivos».

Por su parte, la doctora Elsa Panciroli, del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford y Museos Nacionales de Escocia, coautora del fósil, destaca que «fue uno de los primeros fósiles que encontré cuando empecé a trabajar en Skye. El pequeño cráneo negro sobresalía de la piedra caliza pálida, pero era tan pequeño que tuve suerte de verlo. Al mirar más de cerca, vi los diminutos dientes y me di cuenta de que había encontrado algo importante, pero hasta más tarde no supimos que allí estaba casi todo el esqueleto», añade.

Los escamosos son el grupo de seres vivos que incluye a los lagartos y a las serpientes, y comprende más de 10.000 especies en la actualidad, lo que los convierte en uno de los grupos de animales vertebrados vivos más ricos en especies. Incluyen animales tan diversos como las serpientes, los camaleones y las salamanquesas, que se encuentran en todo el mundo. Este grupo se caracteriza por sus numerosos rasgos especializados del cráneo y del resto del esqueleto.

Aunque se sabe que los primeros orígenes de los escamosos se sitúan hace 240 millones de años en el Triásico, la falta de fósiles del Triásico y el Jurásico ha dificultado su evolución y anatomía temprana.

El análisis del nuevo fósil, junto con el de los escamosos fósiles vivos y extintos, confirma que el ‘Bellairsia’ pertenece al «tronco» del árbol genealógico de los escamosos. Esto significa que se separó de otros lagartos justo antes del origen de los grupos modernos. La investigación también respalda el hallazgo de que los geckos son un linaje ramificado muy temprano, y que el enigmático fósil ‘Oculudentavis’, que anteriormente se había sugerido que era un dinosaurio, también es un escamoso troncal.

Para estudiar el espécimen, el equipo utilizó la tomografía computarizada (TC) de rayos X que, al igual que la TC médica, permite obtener imágenes 3D no invasivas. Esto permitió a los investigadores obtener imágenes de todo el fósil, a pesar de que la mayor parte del espécimen sigue oculta por la roca que lo rodea. Mientras que los escáneres médicos trabajan a escala milimétrica, el escáner CT de la Universidad de Oxford reveló detalles de hasta unas decenas de micrómetros.

A continuación, se obtuvieron imágenes aún más detalladas de partes del esqueleto, como el cráneo, los miembros posteriores y la pelvis, en el Sincrotrón Europeo (ESRF), en Francia. La intensidad del haz del sincrotrón permite una resolución de 4 micrómetros, lo que revela detalles de los huesos más pequeños del esqueleto.

El profesor Roger Benson, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Oxford, coautor del estudio, señala que «los fósiles como este espécimen de Bellairsia tienen un enorme valor para colmar las lagunas en nuestra comprensión de la evolución y la historia de la vida en la Tierra. Antes era casi imposible estudiar fósiles tan diminutos como éste, pero este estudio demuestra el poder de las nuevas técnicas, como la tomografía computarizada, para obtener imágenes no destructivas y con gran detalle», añade.

La coautora, la profesora Susan Evans (UCL), que describió y nombró por primera vez al ‘Bellairsia’ a partir de unos pocos huesos de mandíbula y cráneo procedentes de Oxfordshire hace 25 años, reconoce que «es maravilloso contar con un espécimen completo de este pequeño y tentador lagarto, y ver dónde encaja en el árbol evolutivo. Gracias a fósiles como el del ‘Bellairsia’ podemos comprender mejor la anatomía de los primeros lagartos».

Fuente: europapress.es