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Turbulencias en aire claro: qué son y por qué el cambio climático las está aumentando

Un muerto y varios heridos, ese fue el saldo de lo ocurrido en el vuelo de Singapore Airlines. Un estudio explica por qué estos fenómenos meteorológicos son cada vez más frecuentes

Un Boeing 777 que volaba de Londres a Singapur sufrió graves turbulencias el martes 21 de mayo. El avión se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Bangkok. Según algunas reconstrucciones de los hechos, el avión perdió bruscamente altura, descendiendo unos 2,000 metros en cinco minutos. El resultado fue una persona fallecida, siete pasajeros gravemente heridos y más de veinte personas con lesiones.

El evento responsable sería la turbulencia en aire claro, que es muy peligrosa porque no llega a ser detectada por los radares.

Los expertos en meteorología llevan años prediciendo un aumento de las turbulencias en aire claro como consecuencia del calentamiento global. Pero ahora un equipo británico demuestra que esto ya está ocurriendo: en 40 años, el periodo acumulado de turbulencias experimentadas durante los vuelos aéreos ha aumentado en todo el mundo, superando el 55% de turbulencias en aire claro a lo largo de la ruta del Atlántico Norte. En 2023, se publicó en la revista Geophysical Research Letters un estudio de la Universidad de Reading sobre este tema.

Causas de las turbulencias en aire claro

La turbulencia en aire claro, o CAT (por sus siglas en inglés), es aquella que se produce en ausencia de nubes y es causada por masas de aire que se mueven a velocidades diferentes. A grandes altitudes, estos cambios repentinos, según los expertos, se ven afectados por las corrientes en chorro (jet streams), que a su vez dependen de la temperatura del aire. El calentamiento global debido al incremento de los gases de efecto invernadero, advirtieron, puede alterar el flujo de las corrientes en chorro haciendo más frecuentes las CAT. El problema es que estas no logran percibirse con los satélites, pero sí a sentir bruscamente sacudiendo los aviones.

“Tras una década de investigaciones que apoyaban la idea de que el cambio climático aumentará la turbulencia en aire claro en el futuro, ahora tenemos pruebas que sugieren que este incremento ya comenzó”, comentó Paul Williams, uno de los autores del estudio.

El equipo de científicos de la Universidad de Reading analizó las tendencias de la turbulencia en aire claro en todo el mundo desde 1979 hasta 2020 e identificó claramente un aumento importante a la altitud de crucero de los aviones. La tendencia, explican los autores, afecta a distintas zonas del mundo, como Europa, Medio Oriente y el Atlántico Sur. Pero la mayor subida se produce en la zona del Atlántico Norte, que es también una de las más transitadas.

Concretamente en esta zona, los científicos calcularon un incremento de la duración anual de las CATs ligeras del 17% (de 466.5 horas en 1979 a 546.8 horas en 2020), del 37% para las moderados (de 70 horas en 1979 a 96.1 horas en 2020) y de hasta el 55% para las fuertes (de 17.7 horas en 1979 a 27.4 horas en 2020).

Gestión de las turbulencias en aire claro

La frecuencia de las turbulencias en aire claro, que no se perciben ni con el radar que detecta las tormentas ni con los satélites con los que se estudian las corrientes en chorro, va a incrementarse debido al calentamiento global. Esto hará que los vuelos sean menos cómodos y, al ser repentinas, los pasajeros y la tripulación se verán afectados por las turbulencias mientras se desplazan por el avión o no llevan puesto el cinturón de seguridad, lo que aumenta el riesgo de lesiones.

Pero eso no es todo. Según Williams, las compañías aéreas gastan entre 150 y 500 millones de dólares al año tan solo en Estados Unidos para hacer frente a los efectos de las turbulencias y evitar problemas a los viajeros y daños a los aviones en uso: atravesarlas supone, por ejemplo, aumentar el desgaste de los aviones y utilizar más combustible, lo que agrava aún más el impacto medioambiental.

Fuente: es.wired.com