Récord: detectan la mayor velocidad registrada en el magma de un volcán

La erupción que se presentó hace un par de meses en Islandia continúa sorprendiendo a los científicos. ¿Por qué?

Los primeros días de noviembre pasado, los habitantes de Grindavík, en Islandia, se llevaron una gran sorpresa. Cerca de allí, en la península de Reykjanes, empezó a presentarse una erupción que los obligó a abandonar sus casas. La noticia le dio la vuelta al mundo con imágenes que mostraban el magma fluyendo, luego de que se abriera una fisura de unos 4 kilómetros.

Desde entonces ha habido tres erupciones. La última se presentó hace un par de días, producto de la actividad sísmica de la región. El resultado de estos fenómenos ha sido un “río” de magma que ha alcanzado 15 kilómetros e, incluso, ha amenazado uno de los destinos turísticos más populares en Islandia: la Laguna Azul (Blue Moon), un spa de aguas termales. (Lea Newton, el hombre que lo supo todo)

Pero hay un dato más que ha sorprendido a los científicos: la gran velocidad de ese magma. Ha fluido tan rápido que ha establecido un nuevo récord, según reporta un grupo de científicos en un artículo publicado en la prestigiosa revista Science el 8 de febrero.

En él señalan que aquel magma fluyó a una velocidad de 7.400 metros cúbicos por segundo. Se trata de una velocidad, como le explicaba al portal New Scientist, Freysteinn Sigmundsson, de la Universidad de Islandia en Reykjavik y uno de los autores de la investigación, que nunca había se había registrado. Para hacerse una idea, basta recordar que una piscina olímpica tiene 3.375 m³.

“Nuestro caudal máximo de magma inferido de 7.400 metros cúbicos por segundo es de dos a tres órdenes de magnitud mayor que el de las erupciones de 2021, 2022 y 2023 en el área cercana de Fagradalsfjall (también en Islandia). El caudal también es mayor que en los eventos de Bárðarbunga (en Islandia) de 2014 a 2015″, apuntaron en el artículo los investigadores, liderados por Sigmundsson, profesor del Centro Vulcanológico Nórdico, Instituto y Facultad de Ciencias de la Tierra, en la Universidad de Islandia.

“El dique Grindavík 2023 muestra cómo se pueden establecer caudales de magma de más de 7.000 m³/s en un dique, cuando una fractura suficientemente grande se abre hacia un dominio de magma y el magma puede fluir hacia un área de alta tensión de tracción”, añadieron en otro apartado.

Por el momento, como han informado las autoridades, los pobladores están fuera de peligro. Creen, además, que, por el momento, la actividad volcánica es mucho más moderada, en comparación con lo que se presentó en diciembre.

Sin embargo, como señalaba Sigmundsson, ya la lava ha alcanzado unos edificios y ha dañado algunas tuberías, algo que puede poner en aprietos el sistema de calefacción islandés.

Fuente: elespectador.com