Osos se imitan entre sí expresiones faciales, como humanos y gorilas

Los osos más pequeños del mundo pueden imitar exactamente las expresiones faciales de otro oso, arrojando dudas sobre la supremacía de humanos y de otros primates en esta forma sutil de comunicación.

Es la primera vez que se observa un mimetismo facial exacto fuera de los humanos y los gorilas, según los autores de la investigación, realizada por la doctora Marina Davila-Ross y la candidata a doctorado Derry Taylor, ambas de la Universidad de Portsmouth, Reino Unido.

Los investigadores, cuyo trabajo se publica en ‘Scientific Reports’, estudiaron los osos del sol, una especie solitaria en la naturaleza, pero también sorprendentemente lúdica, durante más de dos años. Encontraron que los osos pueden usar expresiones faciales para comunicarse con otros de una manera similar a los humanos y los simios, lo que sugiere que otros mamíferos también pueden ser dueños de esta compleja habilidad social y, además, tienen un grado de sensibilidad social.

“Imitar las expresiones faciales de otros de manera exacta es uno de los pilares de la comunicación humana. Se sabe que otros primates y perros se imitan unos a otros, pero solo se sabía previamente que los grandes simios y los humanos, y ahora los osos del sol, muestran tal complejidad en su mimetismo facial”, señala en un comunicado el doctor Davila-Ross.

“Debido a que los osos de sol parecen tener una comunicación facial de esa complejidad y porque no tienen un vínculo evolutivo especial con los humanos, ya que los monos son monos, y no son animales domesticados como los perros, estamos seguros de que esta forma más avanzada de mimetismo está presente en varias otras especies. Sin embargo, hay que investigar esto más a fondo”, explica.

Lo más “sorprendente”, según Davila-Ross, es que el oso del sol no es un animal social. “En la naturaleza, es un animal relativamente solitario, por lo que sugiere que la capacidad de comunicarse a través de expresiones faciales complejas podría ser un rasgo generalizado en los mamíferos, lo que les permite navegar por sus sociedades”, añade.

El mimetismo facial es cuando un animal responde a la expresión facial de otro con la misma o similar expresión. Taylor codificó las expresiones faciales de 22 osos del sol en sesiones de juego social espontáneo. Los osos, de 2 a 12 años de edad, se alojaron en el Centro de Conservación del Oso del Sol en Borneo, donde los recintos eran lo suficientemente grandes como para permitir a los osos elegir si interactuar o no.

Identificadas dos expresiones distintas

A pesar de la preferencia de los osos en la naturaleza por una vida solitaria, los osos de este estudio participaron en cientos de partidas de juego, con más del doble de sesiones de juego suave en comparación con el juego rudo. Durante estos encuentros, el equipo de investigación codificó dos expresiones distintas: una que incluía una visualización de los dientes del incisivo superior y otra que no.

Los osos eran más propensos a mostrar una mímica facial precisa durante el juego suave. Taylor apunta que una mímica tan sutil podría permitir ayudar a dos osos a señalar que están listos para hacer un juego más rudo o para fortalecer los lazos sociales.

“Se cree ampliamente que solo encontramos formas complejas de comunicación en especies con sistemas sociales complejos. Como los osos del sol son una especie mayoritariamente solitaria, nuestro estudio de su comunicación facial cuestiona esta creencia, porque muestra una forma compleja de comunicación facial que hasta ahora solo se conocía en especies más sociales”, comenta.

Y añade: “Los osos del sol son una especie esquiva en la naturaleza y se sabe muy poco acerca de ellos. Sabemos que viven en bosques tropicales, comen casi todo, y que fuera de la temporada de apareamiento los adultos tienen poco que ver unos con otros. Eso es lo que hace que estos resultados sean tan fascinantes: son una especie no social que cuando se enfrenta pueden comunicarse de manera sutil y precisa”.

Los osos del sol miden entre 120 y 150 centímetros de altura y pesan hasta 80 kilogramos. Están en peligro de extinción y viven en los bosques tropicales del sudeste asiático. Dejando de lado la sofisticación social, el número de osos solitarios está disminuyendo debido a la deforestación, la caza furtiva y el sacrificio de los agricultores por cultivos alimenticios.

Cada vez más, se matan osos nuevos para poder coger sus cachorros y criarlos como una mascota o mantenerlos en cautiverio como “osos bilis” donde se recoge su bilis para usarla en algunas medicinas chinas. La investigación de campo fue financiada por la Royal Society y la Fundación Leakey. Investigaciones anteriores en la Universidad de Portsmouth mostraron que los perros alteran sus expresiones faciales si saben que alguien los está mirando.

Fuente: europapress.es