Un equipo de científicos de la Universidad de Utrecht (Holanda), tomó recientemente muestras de un volcán situado en las Fosas de las Marianas, el lugar más profundo de la Tierra. Allí, los investigadores encontraron niveles considerablemente elevados de actividad microbiana.
El equipo liderado por Oliver Plümper estudió 46 muestras perforadas del volcán de lodo South Chamorro. En ese lugar, una placa tectónica se desliza debajo de otra. El calor y rozamiento de la placa subductante hace que el material se convierta en un mineral flotante llamado serpentinita que se eleva y sale de los cráteres por fuentes hidrotermales. Estas reacciones producen gas metano e hidrógeno, lo que podría ser utilizado como fuente de alimento de los microorganismos.
Numerosos científicos consideraban que cuanto más profundo es el océano, menos alimento hay, ya que este tiene que hacer su camino desde la superficie rica en oxígeno. Sin embargo, el nuevo descubrimiento de bacterias sorprendió el ámbito científico.
La Fosa de las Marianas, una especie de larga cicatriz de 2.550 km de longitud en el océano Pacífico, alcanza los 11 km de profundidad en el Abismo de Challenger, donde podría introducirse el monte Everest (8.850 m). Debido a su profundidad extrema, la fosa está envuelta en una oscuridad perpetua con temperaturas que pueden llegar hasta los 140 grados C y la presión sea 300 veces más fuerte que en la superficie.
Fuente: diariocorreo.pe