¿No más miel? Científicos descubren un pequeño asesino de abejas
Durante décadas, los investigadores asumieron que los ácaros varroa se alimentaban de sangre, como muchos de su especie; sin embargo, una reciente investigación de la Universidad de Maryland indicó que estos parásitos se alimentan de la grasa de las abejas.
Existen tres principales problemas en estos trabajadores insectos: parásitos, pesticidas y mala alimentación, pero cuando son atacadas por los varroa, las colonias se vuelven más susceptibles a las otras dos opciones.
Perder grasa en el tejido corporal afecta la capacidad de una abeja para desintoxicarse de pesticidas y les roba vitalidad. Además de descomponer las toxinas y almacenar los nutrientes, la grasa de las abejas produce antioxidantes y ayuda a controlar su sistema inmunológico.
Un alumno de la Universidad de Maryland y autor principal del artículo, Samuel Ramsey, afirmó:
“Ahora que sabemos que el tejido adiposo es el objetivo de varroa, la conexión es mucho más obvia. La grasa es absolutamente esencial para la supervivencia de las abejas”[sic]
Usando una técnica llamada fractura por congelación, Ramsey y sus colaboradores utilizaron nitrógeno líquido para congelar a los ácaros dentro de las abejas, luego tomaron una fotografía instantánea de los hábitos alimenticios de los parásitos en acción.
Utilizando microscopios electrónicos de barrido potentes para visualizar los sitios de la herida, Ramsey vio una clara evidencia de que los ácaros se alimentaban de tejido corporal graso.
La grasa también desempeña un papel importante en el proceso de metamorfosis, regulando el tiempo y la actividad de las hormonas de desarrollo.
Otra función importante del tejido adiposo es que produce la cera que cubre partes de los exoesqueletos de las abejas, manteniendo el agua y combatiendo las enfermedades.
Si no cesa el problema, podríamos enfrentarnos a la inminente extinción de las abejas y entonces sí, estaríamos en graves problemas.
¿Qué pasaría en un mundo sin abejas?
Fuente: lanetanoticias.com