Científicos observaron un raro comportamiento en monos que caminan las plantaciones de aceite de palma en Malasia y los productores se fijan en ellos para mejorar la sostenibilidad del producto.
Según Nadine Ruppert, coautora de un reciente informe publicado por Current Biology, quedaron asombrados luego de ver a los macacos de cola de cerdo (Macaca nemestrina) comían ratas y tanta carne. Dicha especie consume principalmente frutas y en algunos casos aves y lagartos.
Según el informe que consignó el portal especializado Nature World News la infestación de ratas le cuesta a la industria aceitera en aquel país unos 930 millones de dólares anuales. Aseguran que los venenos químicos para ratas no fueron rentables ya que son caros e ineficaces. También podría ser perjudicial para el ecosistema.
Los investigadores observaron dos grupos de macacos desde enero de 2016 hasta septiembre de 2018 en la Reserva Forestal de Segari Melintang. Si bien es cierto que los macacos consumen muchas frutas de palma, dejar que las ratas corran libres puede causar más daño.
Un grupo de macacos puede consumir por lo menos 3.000 ratas al año, y puede reducir el daño a las cosechas a menos del 3%, lo que representa una ganancia anual de alrededor de 650 millones de dólares. Los macacos podrían no ser una plaga en la industria.
Los investigadores esperan que este reciente descubrimiento anime a los propietarios de las plantaciones y a los agricultores a ayudar en la conservación de los monos que están en peligro, ya que será un proceso en el que ambas partes saldrán ganando.
Fuente: clarín.com