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Los macacos nos enseñan cómo sobrevivir a un desastre natural

Hay que aumentar la tolerancia y rebajar la agresión para adaptarse a los cambios

Los macacos de la isla caribeña de Puerto Rico se volvieron más tolerantes y menos agresivos después del huracán María, que los obligó a compartir la sombra de los árboles para sobrevivir al intenso calor.

La isla de Cayo Santiago en Puerto Rico ha estado ocupada por una población única de macacos Rhesus libres desde 1938. Conocida como “Isla de los Monos”, este entorno semisalvaje ha proporcionado una oportunidad sin igual para que los investigadores estudien a estos primates. Sin embargo, el devastador impacto del huracán María en 2017 alteró significativamente las dinámicas de esta sociedad de monos, obligándolos a adaptarse a una nueva realidad.

El huracán destruyó más de dos tercios de la vegetación en Cayo Santiago, dejando a los macacos con escasa sombra y un entorno mucho más caliente. “Los monos no sudan como los humanos, así que necesitan estrategias alternativas para gestionar el calor”, explica el neurocientífico de la Universidad de Pennsylvania, Michael Platt, quien ha estudiado a los macacos durante más de 17 años.

“Uno de los cambios ambientales más grandes es que muchos árboles fueron destruidos, así que hay mucho menos cobertura de hojas, y es unos ocho grados más caliente en Cayo Santiago, por lo que estos monos están aproximándose a su límite físico en algunas ocasiones,” añade.

Cambio Evolutivo

En respuesta a estos cambios drásticos, los macacos aumentaron su tolerancia y disminuyeron su agresión hacia los demás. Este nuevo comportamiento permitió a más macacos acceder a sombra escasa, lo que es crucial para su supervivencia.

“Antes de María, tolerar a los demás no tenía impacto en el riesgo de muerte”, afirma la autora principal, Camille Testard. Sin embargo, todo cambió después del huracán: los macacos que mostraron más tolerancia social y compartían la sombra sin problemas tenían un 42% menos de probabilidades de morir que aquellos que eran menos tolerantes, señalan los autores de este estudio.

Dinámicas Sociales

Los investigadores descubrieron asimismo que el comportamiento social de los macacos era altamente flexible, permitiéndoles adaptarse rápidamente al nuevo entorno.

“Para acceder a sombra, necesitan tolerar y ser tolerados por los demás, y observamos que esta tolerancia se desborda en sus interacciones diarias”, explica Testard.

Esta situación permitió que compartieran más tiempo juntos antes de que el sol les obligara a buscar sombra, lo que quiere decir que el huracán incluso cambió las reglas del juego que hasta entonces regían en la sociedad de los monos.

El Impacto Físico

El impacto del huracán fue tan severo que efectivamente envejeció a los monos rápidamente, similar a envejecer ocho años en términos humanos, añaden los investigadores.

Las condiciones extremas activaron genes involucrados en la inflamación y el desgaste corporal, mientras que los genes responsables de reparar el ADN se desactivaron.

“Lo que vemos en este trabajo más reciente es el impacto físico que hizo crucial para que los monos adaptaran rápidamente para sobrevivir”, afirma Platt.

Cambio Climático

Este estudio, por último, destaca la resiliencia de los animales que viven colectivamente disturbios ambientales, incluyendo el cambio climático inducido por los humanos.

“Nos sorprendió que el comportamiento social de los macacos fuera tan flexible, lo que los hacía resistentes a este cambio ambiental, pero es posible que algunas especies no muestren esta misma flexibilidad”, dice Lauren Brent, otra de las investigadoras.

Fuente: levante-emv.com