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Los caballos conservan restos de sus cinco dedos ancestrales

Los caballos modernos conservan en sus cascos o pezuñas restos de los cinco dedos que tenían sus ancestros, y no los perdieron como resultado de la evolución, según una nueva teoría.

Los humanos y los caballos descienden de un ancestro común de cinco dedos, pero a medida que los caballos evolucionaron para vivir en praderas abiertas, su anatomía requirió un diseño más compacto para permitir el movimiento a través de las duras llanuras. Hasta ahora, los científicos creían que los caballos se adaptaban a estas condiciones: el primer caballo conservaba solo cuatro dedos, mientras que su descendiente reducía el número a tres. Los caballos que conocemos hoy en día tienen solo un dedo central conocido como metacarpiano, el hueso largo por encima del casco.

Por primera vez, un estudio publicado en Royal Society Open Science, Nikos Solounias, profesor del Instituto de Tecnología de Nueva York (NYIT) propone que el número de dedos no se redujo simplemente a medida que el caballo evolucionó, sino que los cinco dedos se fusionaron para formar extremidades delanteras compactas con pezuñas.

«Con una superficie distinta del metacarpiano, sabemos que las férulas –huesos pequeños que se encuentran a lo largo de los lados exteriores del metacarpo en los caballos modernos– en los caballos de hoy son los restos del segundo y cuarto dedo», dijo Solounias en un comunicado.

Actualmente, los científicos aceptan que las férulas son remanentes parcialmente formados del segundo y cuarto dedo. Estos fragmentos, que se estrechan a la mitad del hueso, fueron heredados de un ancestro anterior, pero dejaron de desarrollarse en dedos completamente formados en los caballos modernos. Si bien los investigadores de NYIT señalan que esta explicación del segundo y cuarto dedo es viable, argumentan que está incompleta y no da cuenta del primer y quinto dedo del animal.

«Estos dedos parcialmente formados también parecen contener sus propias superficies elevadas que contienen pistas evolutivas adicionales», dijo Solounias. «Encontramos que estas crestas, que se encuentran en la parte posterior de cada férula, son los restos parcialmente formados del primer y quinto dedo, que una vez estuvieron conectados a los cartílagos del casco.» Esta revelación indica que el primer y el quinto dedo no se perdieron a través del proceso evolutivo, sino que más bien se unieron a sus vecinos segundo y cuarto dígitos. El equipo sostiene que fragmentos de los dedos «faltantes» se pueden encontrar en forma de crestas en la parte posterior de las férulas.

«Mientras que el linaje del caballo se describe clásicamente como que ha evolucionado de cuatro a tres dedos, y finalmente un solo dedo, mostramos que sus ancestros extintos exhiben los dedos del pie reducidos tanto en la muñeca como en el casco», agregó Melinda Danowitz, co-investigadora en el estudio. «Estos hallazgos muestran que el caballo de hoy en día no es verdaderamente monodactilo, y los ancestros anteriores no eran de hecho tridactilo o tetradactilo, es decir, tres dedos o cuatro dedos».

Fuente: Europa Press