Las ranas se ponen amarillas durante el sexo
Las ranas tienen algunos de los colores más vibrantes de la naturaleza, llamativos tonos de azul, amarillo y rojo que destacan en las selvas tropicales o los pantanos. Pero en cientos de especies ocurre que solo los machos hacen alarde de esos sorprendentes colores y, además, únicamente durante unas pocas horas, días o semanas cada año.
Según científicos del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian en Washington (EE.UU.) y la Universidad de Macquarie en Australia los machos de al menos 178 especies de ranas sufren un cambio temporal de color durante su época de cría. Estas ranas pasan la mayor parte del año con colores que se mezclan discretamente con su entorno, marrones o verdes, pero asumen tonos vibrantes cuando llega el momento de aparearse.
Según Rayna Bell, zoóloga del Smithsonian, el fenómeno del cambio de color está sorprendentemente generalizado: «No son solo unas pocas especies, son un montón de ranas en todo el mundo», afirma.
El equipo intentó localizar tantos ejemplos de cambios temporales de color en los machos de las ranas como fueran capaces. Algunos ya habían sido documentados o los propios investigadores los habían observado en su propio trabajo de campo, pero en general la ciencia no había prestado mucha atención al papel del color en la comunicación entre las ranas, centrándose en cambio en sus comunicaciones vocales.
Los científicos examinaron una amplia gama de fotos de ranas buscando evidencias de cambio de color. Para evaluar cada especie, el equipo comparó fotos de machos que participan en la temporada de cría – ya sea llamando a una compañera o en una postura de apareamiento con una hembra- con fotos de los mismos fuera de la temporada de cría y de hembras.
«Aléjate de mi hembra»
El equipo evaluó 2.146 especies diferentes de ranas e identificó 179 cuyos machos cambian temporalmente de color cuando es el momento de reproducirse. La mayoría adquiría un amarillo brillante. Al igual que las tres especies más estudiadas de ranas que cambian de color, la mayoría se reproducen en grandes grupos caóticos, donde la coloración distinta de los machos puede mejorar las posibilidades de emparejamientos exitosos.
La temporada de reproducción es a menudo corta y frenética para estas ranas, con cientos de individuos que descienden a estanques o charcos que pueden existir sólo durante los días o semanas después de una tormenta para poner sus huevos. Entre todo el caos, un color brillante, específico del sexo, puede señalar que esas ranas amarillas son las parejas apropiadas.
En concreto, la investigación sobre dos especies que cambian de color sugiere que el color brillante de los machos no tiene como objetivo atraer a una compañera, sino que actúa como una señal de advertencia para otros machos. «Es útil para comunicar: ‘soy un macho y tengo a mi hembra, mantente alejado de ella’ o ‘soy otro macho, no me montes», explica Bell. «Es una innovadora solución evolutiva a uno de los muchos retos asociados con la reproducción».
El equipo pretende ahora saber exactamente cómo y por qué los machos adquieren sus tonos temporales. Bell planea comenzar a investigar la visión de las ranas, en parte para aprender cómo estos animales pueden percibir diferencias de color durante la noche, cuando muchas especies son más activas.
Fuente: abc.es