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Las plantas heridas por insectos producen frutos más saludables

Todo el que se ha propuesto cuidar una planta alguna vez habrá sentido frustración al ver pequeños agujeros y cortes en las orillas de las hojas. Muchas plantas requieren mucha atención ya que los insectos no tardan en llegar y hacer de las suyas.

Las hojas rotas podrían hacernos pensar en una planta menos sana, pero esto no necesariamente sea así. Un equipo de investigadores ha publicado un artículo en la revista Scientific Reports en el que informan que las respuestas al estrés que tienen las plantas debido a estas heridas da lugar a un aumento de los compuestos antioxidantes antes de la cosecha. La mejor parte es que las frutas y verduras que resultan de ellas son más saludables para el consumo humano.

“Muchos estudios en el pasado respaldaron esta idea, pero muchos otros no mostraron diferencias”, comentó el investigador principal Luis Cisneros-Zevallos, científico de horticultura y alimentos en la Universidad de Investigación AgriLife de Texas A&M. “En nuestro estudio demostramos que las hojas heridas en plantas como las causadas por insectos producen frutos orgánicos más saludables”.

Simulando heridas en las hojas de plantas de fresa

La idea de que las heridas que causan los insectos a las plantas podría generar una respuesta al estrés como la ya mencionada había sido propuesta ya en el pasado, pero nunca había sido probada, hasta ahora.

Los investigadores usaron fresas como modelo de cultivo para esta investigación, a cuyas hojas aplicaron diferentes niveles de heridas unos días antes de cosechar la fruta. Observaron que varios genes asociados con la translocación del azúcar y la biosíntesis de compuestos fenólicos en la lejana fruta de fresa se sobreexpresaron después de dichos estímulos. Así lo explicó Facundo Ibáñez, investigador del proyecto del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria en Uruguay:

“El simple estrés de las heridas en las superficies de las hojas provocó esta respuesta sistémica con la observación única de una mayor acumulación de antioxidantes fenólicos en la fruta”.

Cisneros-eballos explica que todas las plantas tienen capacidad de responder a los estímulos del medio ambiente activando su metabolismo secundario, el cual funciona como un mecanismo de defensa que a su vez supone un mecanismo de adaptación.

Las heridas también activan el metabolismo primario, el cual moverá la fuente de carbono necesaria para producir los compuestos antioxidantes que hacen sus frutos mucho más nutritivos.

Los autores resaltan que los productos alimenticios frescos son una excelente fuente de compuestos que promueven la salud en los seres humanos. Y aunque los insectos sean molestos para ellos la mayoría de las veces, este hallazgo es otra evidencia del sublime equilibrio de nuestro planeta. Cada organismo cumple una función específica para mantenerlo.

Fuente: tekcrispy.com