Las hormigas enfermas se alejan de sus compañeras para evitar contagiarlas
Las hormigas son insectos que basan su fuerza en la comunidad y el trabajo en equipo. Por eso no sorprenden los resultados de una investigación publicada en Science, la cual ha encontrado que cuando las hormigas forrajeras están expuestas a un patógeno fúngico, reducen su contacto con las hormigas obreras dentro de la colonia.
De acuerdo al estudio realizado por Nathalie Stroeymeyt, de la Universidad de Lausana, Suiza, las hormigas hacen esto para evitar contagiar a sus compañeras. Stroeymeyt y sus colegas estudiaron colonias de hormigas Lasius niger utilizando un sistema automatizado de rastreo de hormigas. Las obreras de esta especie se dividen en enfermeras, que trabajan dentro del nido cuidando a las crías, y forrajeras, que recolectan comida fuera del nido.
Misión: proteger la colonia de la infección
Los investigadores descubrieron que las forrajeras son más propensas a contraer infecciones, pero interactúan menos con otras hormigas y entran menos en contacto con las que están dentro de la colonia. Para probarlo, el equipo expuso a algunas hormigas forrajeras a las esporas del hongo Metarhizium brunneum, las cuales se adhieren a la cutícula de una hormiga y después de uno o dos días, el hongo entra en la hormiga y la mata.
Un día después de la exposición al patógeno, antes de que las hormigas se enfermaran, se reforzó la separación entre los grupos de trabajo. En respuesta, las forrajeras expuestas cambiaron su comportamiento, pasando incluso más tiempo fuera de la colonia y disminuyendo su contacto con otras obreras. Así mismo, las forrajeras que estaban expuestas al patógeno también tomaron medidas para aislarse, y las enfermeras trasladaron las crías al interior del nido.
Los científicos no están seguros de cómo las hormigas logran reconocer la infección, pero parecen poder detectar las esporas en otras hormigas y en sus propios cuerpos. Por otro lado, las simulaciones muestran que estos cambios en el comportamiento reducen la propagación de infecciones y protegen a las obreras saludables y a la reina.
«Creo que podríamos aprender de los insectos sociales sobre las formas de disminuir la transmisión de enfermedades a escala de la población», dice Stroeymeyt. Aunque admite que las hormigas son buenos modelos a seguir solo hasta cierto punto. «Realmente no podemos pedir a las personas enfermas que se sacrifiquen muriendo aisladamente como hacen las hormigas», agregó.
Esta no es la primera vez que se observa un comportamiento de alto compromiso con la comunidad. En febrero de este año se supo que las hormigas africanas lamen las heridas de combate de sus compañeras con la intencion de sanarlas.
Fuente: nmas1.org