Conocida como “Toughie”, esta pequeña rana macho, originaria de Panamá, pasó sus últimos años sola en el Jardín Botánico de Atlanta. La especie no ha sido vista en la naturaleza desde 2007, apenas dos años después de que fuera descubierta por primera vez por los científicos.

La muerte de Toughie ocurre cuatro años y medio después que otra rana de árbol Rabb muriera en el Zoológico de Atlanta. La rana fue sacrificada en 2012 después de que su salud comenzara a declinar.

Ambas ranas fueron recogidas en Panamá cuando los científicos estaban investigando el mortal hongo quítrido, que ha devastado las poblaciones de anfibios en ese país y en todo el mundo.

Aunque en nueve años no ha habido signos de que sigan existiendo ranas de árbol Rabb salvajes, al menos un científico mantiene la esperanza de que algún día podamos encontrarlas de nuevo. “Los hábitos de este género hacen que sea extremadamente difícil encontrarlas si se mantienen en lo alto de los árboles”, dice Jonathan Kolby, director del Centro de Rescate y Conservación de Anfibios de Honduras. “Dado que esta especie se reproduce en las cavidades de árboles y en las copas, tengo esperanzas de que este comportamiento les ofrezca cierta protección contra la exposición al hongo quítrido, aunque se ha reportado que la especie se ha vuelto mucho menos común tras la llegada del quítrido en la región”.

Aún así, lo más posible es que la rana de árbol de extremidades de flecos Rabb haya desaparecido por completo. Eso es importante, no solo por la extinción como tal, sino por las circunstancias alrededor de la vida de Toughie. Las extinciones ocurren, pero muy raras veces son presenciadas por seres humanos. Al contrario, tienden a ser descubiertas años o incluso décadas después de que el último miembro de una especie fallezca. La rana de árbol Rabb fue una rara excepción. Durante los últimos cuatro años y medio, Toughie ha sido un embajador muy público de esta especie ahora desaparecida, y de todas las especies de ranas que se extinguen en todo el mundo durante la actual crisis de extinción de anfibios. ¿Cuántos miles de personas que caminaron por su recinto en el Jardín Botánico de Atlanta sintieron un escalofrío ante su inevitable extinción? Cómo dijo la organización en su página de Facebook, «Tanto el personal del Jardín como los visitantes la echaremos de menos».

Fuente: scientificamerican.com