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Explicación matemática a las rayas distintivas del pez cebra

Un matemático de la Universidad de Cardiff ha arrojado nueva luz sobre el antiguo misterio de cómo el pez cebra desarrolla los patrones distintivos de rayas en su piel.

En un nuevo estudio, Thomas Woolley ha simulado el intrincado proceso que sitúa a las células de pigmentación de la piel del pez en un juego de gato y ratón mientras se persiguen en las primeras etapas de desarrollo, antes de descansar para crear un patrón final.

Woolley descubrió que un factor clave son los ángulos en los que las células se persiguen una tras otra, y estos ángulos pueden determinar si un pez cebra desarrolla sus rayas distintivas, rayas rotas, patrones de lunares o, a veces, ningún patrón en absoluto.

Los hallazgos han sido presentados en la revista Physical Review E.

En lugar de tener un patrón arraigado en su código genético, el pez cebra comienza sus vidas como embriones transparentes antes de desarrollar patrones icónicos con el tiempo a medida que crecen en adultos. Como pasa a menudo el caso en la naturaleza, existen muchas mutaciones posibles y esto puede dictar el patrón que se desarrolla en el pez cebra.

Varios investigadores han estudiado cómo y por qué estos patrones se forman y han concluido que es el resultado de tres tipos de células de pigmento que interactúan entre sí. Más específicamente, células de pigmento negro (melanóforos), células de pigmento amarillo (xantóforos) y células de pigmento plateado (iridóforos) se persiguen hasta que se alcanza un patrón final.

A medida que se desarrollan cientos de estas persecuciones, las células amarillas finalmente empujan a las células negras hacia una posición para formar un patrón distinto.

Woolley, de la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Cardiff, dijo: “Experimentalistas han demostrado que cuando estos dos tipos de células se colocan en una placa de Petri, parecen perseguirse unas a otras, un poco como ‘pacman’ persiguiendo a los fantasmas. Sin embargo, más que perseguirse en líneas rectas, parecen estar haciéndolo en una espiral”.

“Mi nueva investigación ha demostrado que el ángulo en el que las células se persiguen unas tras otras es crucial para determinar el patrón final que vemos en diferentes tipos de pez cebra”, declaró en un comunicado.

En su estudio, Woolley realizó una serie de simulaciones por ordenador que tuvo una visión amplia de cómo las células se mueven e interactúan cuando el pez cebra tiene sólo unas semanas de edad. Entonces se generaron diferentes patrones dependiendo de las reglas de persecución.

Al experimentar con diferentes ángulos de persecución en sus simulaciones, Woolley fue capaz de recrear con éxito los diferentes patrones que se exhiben en el pez cebra.

Fuente: Europa Press