Estas son las primeras imágenes de un macaco japonés pescando

Hasta ahora, lo “normal” en esta especie era verlos alimentándose de hojas de bambú y otras plantas durante las heladas anuales

Las siguientes imágenes sin historia de la ciencia, ya que muestran por primera vez a un grupo de macacos japoneses capturando y comiendo pescado de un río. Entre las posibilidades, los investigadores apuntan a una evolución para sobrevivir a los gélidos inviernos de los Alpes japoneses.

Pensemos que hasta ahora, lo “normal” en esta especie era verlos alimentándose de hojas de bambú y otras plantas durante las heladas anuales. Tal y como han explicado los científicos en su estudio:

Los macacos japoneses, Macaca fuscata, de Kamikochi en los Alpes japoneses soportan uno de los entornos más fríos y duros durante el invierno, cuando la escasez de alimentos los pone en riesgo.

Para analizar a los animales, los investigadores pasaron tres inviernos consecutivos examinando el contenido de las heces de los monos. Así fue como encontraron la pista definitiva: ADN de trucha marrón en alrededor del 20 por ciento de las muestras fecales, lo que indica que los macacos pueden haber estado comiendo pescado.

Con todo, existía una duda: ¿serían peces muertos o truchas vivas? Para averiguarlo, pasaron varios meses siguiendo a varias tropas de macacos japoneses a lo largo de las orillas del río Azusa. Como cuentan en el estudio:

Tuvimos éxito en observar el comportamiento de los macacos japoneses capturando peces activos y consumiéndolos potencialmente catorce veces, seis veces por observación directa y ocho veces con cámaras de sensores infrarrojos. Los datos de las cámaras trampa incluían otras seis capturas posibles, aunque no se pudo confirmar de manera confiable que fueran peces. Además de estos comportamientos de pesca exitosos, también observamos varios intentos fallidos cuando los macacos japoneses reaccionaron al sonido de los peces chapoteando en el agua.

Así fue como finalmente pudieron observar el método de caza de los monos, persiguiendo a los peces a través de aguas poco profundas antes de sujetarlos con ambas manos y morderlos.

Ahora queda una segunda pregunta que esperan responder en próximos estudios: “¿Es genético? ¿Es un tipo de cultura que se puede transmitir dentro del grupo?”, se preguntan en el trabajo. Es posible, como apuntan, que puedan haber comenzado a buscar deliberadamente insectos de río, aprendiendo a volcar rocas y atrapar insectos que fluyen. Esto, a su vez, puede haberles proporcionado las habilidades para cazar peces.

Fuente: gizmodo.com