La población de mariposas monarca (Danaus plexippus) del este de América del Norte puede migrar más de 4.000 kilómetros a principios de otoño desde áreas de reproducción, que abarcan cientos de millones de hectáreas en el este de los Estados Unidos y Canadá, para llegar a sitios de hibernación mexicanos que comprenden menos de 20 hectáreas.
La migración de las mariposas monarca comienza a mediados de agosto en las latitudes del norte y termina en México cuando las últimas monarcas llegan a los sitios de hibernación a principios de diciembre.
El ángulo de sol
La migración anual de mariposas monarcas ha desafiado durante mucho tiempo la comprensión científica. Hace una década, estudios mostraron que estas mariposas tienen un reloj interno en sus antenas que les ayuda a navegar según los movimientos horizontales del sol, pero aún no se sabe cuál es el detonante de su largo viaje, ni qué marca el ritmo de sus viajes diarios.
Con el propósito de profundizar en la compresión de los aspectos relacionados a esta migración, una organización sin fines de lucro llamada Monarch Watch comenzó a distribuir etiquetas adhesivas a miles de voluntarios, quienes las colocaron en monarcas que volaban por su área y registraron las fechas y ubicaciones de cada etiquetado. Entre los años 1998 a 2015 se etiquetaron cerca de 1,4 millones de mariposas.
Sobre la base de esta información, un equipo de investigadores de la Universidad de Kansas, la Universidad de Toronto y otras instituciones, calculó el ángulo del sol del mediodía en la ubicación del marcado.
Los investigadores descubrieron que la mayoría de las monarcas iniciaron su vuelo cuando el ángulo del sol estaba a unos 57 grados sobre el horizonte al mediodía, sin importar de dónde salieran. Parece que hay una ventana de oportunidad para el vuelo, cuando el sol del mediodía está entre 57 y 48 grados.
Una pieza del rompecabezas
Adicionalmente, parece que las monarcas continúan su viaje basados en el ángulo del Sol. Al analizar estadísticamente dónde y cuándo ocurrió el marcado, el equipo calculó que las mariposas aceleran de unos 17 kilómetros por día más al norte a unos 47 kilómetros por día a mitad de migración.
Luego, más al sur, disminuyeron la velocidad a 17 kilómetros por día. Ese patrón sigue la medida en que el ángulo del sol cambia de norte a sur, y coincide con las velocidades previstas en un estudio que examinó los “dormideros” nocturnos de las monarcas, donde se agrupan en árboles mientras descansan.
Los hallazgos del estudio aportan una pieza importante al “rompecabezas” de la migración de las mariposas y revela su potencial declive. A lo largo de las dos décadas, el número de monarcas migratorias ha fluctuado bastante, lo que hace temer que estén desapareciendo.
Cuando los investigadores examinaron los datos de las etiquetas recuperadas en México, concluyeron que los monarcas que su viaje más tardíamente en el otoño –cuando el sol está en un ángulo más bajo– tienen menos probabilidades de sobrevivir. En los años en que hubo muchas iniciaron tarde la migración, se recuperaron muy pocas marcas en México y las poblaciones eran más bajas.
Fuente: teccrispy.com