Descubren un maíz que no necesita fertilizantes: crece usando aire y bacterias

Solo en España, según datos de el Banco Mundial, se gastaron en 2015 más de 150 kilos de fertilizantes por hectárea de tierra cultivable. Números que se multiplican a nivel mundial, y que, según predecían algunos organismos como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), podrían llegar, en 2018, a los 500 millones de toneladas. Un problemón harto complejo de gasto energético y consumo de combustiblesque no crece día a día con el aumento de la población, pero que puede empezar a cambiar gracias a algunos descubrimientos como el de un extraño maíz en México.

Investigadores de la Universidad de California en Davis y de la compañía Mars, Incorporated acaban de publicar un estudio en el que aseguran haber encontrado un variedad de maíz en Oaxaca (México), que es capaz de crecer y desarrollarse adquiriendo el nitrógeno -un nutriente esencial para estas plantas- gracias a unos unas bacterias. Estos organismos toman el elemento químico del aire y lo transforman para que la planta pueda asimilarlo sin problemas. Según explican en el ‘paper’, publicado en la revista científica PLoS Biology, usando esta técnica, esta variedad obtiene de un 29 a un 82 por ciento de su nitrógeno del aire, en lugar de a través de fertilizantes.

¿Cómo consigue exactamente estos nutrientes? Dicho vegetal produce una ‘sustancia pegajosa’ que rezuma de raíces aéreas que atraen a las bacterias que transforman el nitrógeno del aire de forma que la planta pueda utilizarlo. Es cierto que ya están documentados otros casos de legumbres que han establecido relaciones con bacterias con un objetivo muy similar al de esta planta, pero es la primera que se demuestra que una variedad de maíz también lo hace.

Tal es la importancia de este descubrimiento, que, según explican los investigadores, puede dar un vuelco al consumo de fertilizantes en una de las plantaciones que más necesitan de estos productos. Si consiguen emular el método que utiliza esta variedad para alimentarse en otras clases de maíz más comunes, significaría un paso de gigante para cortar la sangría de combustibles fósiles que se utilizan para la creación de estos fertilizantes comerciales. Y es que, según datos de estos estudiosos, se estima que entre un 1 y un 2 por ciento del suministro mundial de energía se va en la creación de nitratos para maíz.

Lejos de ser una tarea fácil, los investigadores han tardado alrededor de 10 años en poder demostrar cómo funcionaba exactamente el sistema de este maíz. El primero en hablar de él, en 1980, fue Howard-Yana Shapiro, ahora director de Agricultura de Mars, Incorporated, tras encontrarlo justamente en un campo pobre en nitrógeno cerca de Oaxaca, México. A mediados de los 2000, Mars, Incorporated y la Universidad de California en Davis, se asociaron con las comunidades indígenas de la zona para seguir investigando, y ahora, por fin, pueden confirmar por fin el descubrimiento.

Fuente: elconfidencial.com