Conoce el sorprendente ‘pez de las arenas’: bucea bajo las grandes dunas del desierto… sin agua
En el vasto escenario de la naturaleza encontramos ecosistemas de lo más ricos y diversos, y todos ellos reflejan la maravillosa biodiversidad de nuestro planeta. Y es que la Tierra alberga una amplia gama de vida, adaptada a una enorme variedad de condiciones climáticas y biológicas.
Sin embargo, también existen entornos más desafiantes, donde la vida se adapta de manera sorprendente a condiciones extremas. Los desiertos, como el Sahara o el Gobi, son buenos ejemplos de estos lugares, donde la escasez de agua y las temperaturas extremas plantean desafíos únicos para la vida. A pesar de estas dificultades, la vida persevera, dando lugar a formas de vida excepcionales y adaptaciones sorprendentes.
Uno de los ejemplos más fascinantes de esta adaptación es el pez de arena (Scincus scincus), también conocido como pez del desierto o lagarto del desierto. Realmente es un reptil que desafía toda las expectativas al navegar bajo las arenas del desierto como si de agua se tratase.
¿Cómo es este misterioso animal?
Conocido por su extraordinaria habilidad para desplazarse entre las arenas como si estuviera surcando las aguas, el pez de arena es una criatura que despierta la curiosidad de científicos y entusiastas de la naturaleza.
Los adultos de esta especie suelen alcanzar una longitud de hasta 20 cm, incluyendo su característica cola corta. Su coloración es verdaderamente llamativa. Su tono base es un amarillo caramelo, decorado con líneas marrones oscuras que contrastan con su vientre blanco.
Se distingue por su hocico largo en forma de cuña, con una mandíbula inferior avellanada. Su cuerpo, alargado y afilado, está cubierto por escamas lisas y brillantes. Sus patas cortas y robustas, junto con sus pies largos y aplanados, le proporcionan estabilidad en su hábitat arenoso. La cola, caracterizada por su corta longitud y punta fina, contribuye a su agilidad subterránea. Con diminutos ojos y fosas nasales, esta criatura se asegura de mantener la arena fuera de ellos.
Por qué se adentra en la arena
Hay dos razones principales que impulsan al pez de arena a tener este sorprendente comportamiento. En primer lugar, el calor extremo del desierto puede resultar peligroso, especialmente durante las horas más abrasadoras del día. Sumergirse bajo la superficie de la arena le permite a este reptil encontrar temperaturas más frescas y escapar del calor del sol.
Algunas serpientes, como la víbora del Sáhara, tienen predilección por estos reptiles, por eso enterrarse en la arena en menos de un segundo le facilita al pez del desierto una gran ventaja para evitar ser cazado.
Además, introducirse en la arena proporciona una forma efectiva de protección contra los depredadores, ya que pocos animales pueden seguirlo en su hábitat subterráneo. Este comportamiento único ha despertado el interés de los científicos y los ingenieros, quienes están investigando cómo pueden aplicar las habilidades del pez de arena en el desarrollo de innovadoras tecnologías, como robots capaces de moverse bajo la arena.
¿Cómo puede “nadar” el pez del desierto entre las dunas?
El proceso de enterramiento del pez de arena constituye un fascinante espectáculo de adaptación biomecánica. Los estudios del profesor Werner Baumgartner, de la Universidad Técnica de Aquisgrán, en Alemania, han revelado la increíble capacidad de este reptil para sumergirse totalmente en la arena en apenas 720 milisegundos.
Gracias a su anatomía, este singular reptil puede adentrarse sin esfuerzo en las finas arenas del desierto. Para ello utiliza su cabeza como punto de ataque, deslizándose con un movimiento serpenteante y vibratorio que agita la arena a una frecuencia de tres ondulaciones por segundo. Sus patas cortas, pero fuertes, le permiten impulsarse bajo la arena a velocidades estimadas entre 10 y 30 centímetros por segundo.
Utilizando su habilidad de excavación, el pez del desierto, se sumerge bajo la superficie de la arena, escapando así del calor del sol y regulando su temperatura con la frescura de las capas más profundas del suelo.
Esta combinación única de anatomía y movimiento transforma la arena sólida en un fluido viscoso, permitiendo al lagarto del desierto desplazarse con facilidad a través del suelo. Además, posee un sistema respiratorio adaptado que le permite respirar bajo la arena. Dispone de una cámara en su tracto superior que retiene los granos de arena, evitando que lleguen a sus pulmones. Cuando emerge a la superficie, purga la arena a través de estornudos.
Como vemos, este peculiar reptil tiene una estrategia única para lidiar con el calor abrasador del desierto. Utilizando su habilidad de excavación, el pez del desierto, se sumerge bajo la arena, escapando así del calor del sol y regulando su temperatura con la frescura de las capas más profundas del suelo. Esta técnica también es empleada como mecanismo de defensa cuando se siente amenazado.
Fuente: tiempo.com