Como los humanos, los gorilas pueden adoptar a bebés huérfanos de su manada

Entre los humanos, la adopción es un acto noble y enriquecedor que permite proporcionar calidad de vida a los bebés que han perdido o han sido abandonados por sus padres. Podríamos declararlo como un claro ejemplo de humanidad, pero en realidad no se trata de algo exclusivo de nuestra especie. Los investigadores han observado la adopción de bebés incluso en los gorilas de montaña.

El análisis de 53 años de datos recolectados en el Centro de Investigación Karisoke de Gorilla Fund en Ruanda ha arrojado evidencia de este rasgo tan conmovedor. Aunque los bebés gorilas pierdan a su padre y madre durante su vida temprana, no corren riesgo de muerte ni de discriminación dentro de la manada. Al contrario, habrá individuos dispuestos a hacerse cargo de ellos.

Pérdida de temprana de los padres pone en riesgo la vida de los bebés de diferentes especies

Es bien sabido que, entre los primates y mamíferos sociales como orcas, elefantes y hienas, la pérdida temprana de los progenitores deriva en la muerte de las crías. Un estudio publicado el año pasado mostró precisamente esto en los chimpancés, los babuinos y los monos jóvenes que perdían a sus madres antes del destete.

Sin embargo, este pronóstico triste no aplica para los gorilas de montaña. La nueva investigación muestra que la dinámica social entre ellos ha evolucionado al punto de que otros miembros de la manada pueden hacerse cargo de los bebés que pierden a sus padres y madres.

Un estudio centrado en gorilas de montaña jóvenes

Para llegar a esta conclusión, los investigadores estudiaron 59 gorilas de entre 2 y 8 años de edad que perdieron a sus madres o quedaron totalmente huérfanos antes de alcanzar la madurez completa.

Luego compararon su supervivencia con la de 139 gorilas no huérfanos, así como su rango social como adultos, sus compañeros más habituales dentro de la manada y su éxito reproductivo.

Adopción de bebés huérfanos entre gorilas de montaña

Así descubrieron que los gorilas huérfanos o que habían perdido a su madre no tenían un alto riesgo de muerte como se esperaría en otras especies gracias a la adopción. Tampoco sufrieron discriminación ni declive en su rango social, ni mucho menos en su capacidad de reproducción. En pocas palabras, no parecían estar en desventaja a pesar de su pérdida temprana.

“Los primates no humanos a menudo son realmente buenos padres”, dice Susan Alberts, ecóloga conductual de Duke. “Esto muestra que el cuidado paterno es muy profundo en nuestro linaje de primates”.

Los datos empleados para este trabajo provienen de uno de los estudios de campo centrados en mamíferos más largos realizados hasta ahora. Además, el número de gorilas incluido parece ser lo suficientemente algo como para compararlo con los datos recolectados de chimpancés también jóvenes. Pero estos sí sufren efectos nocivos tras la pérdida de sus progenitores porque los bebés requieren cuidado maternal durante más tiempo que los gorilas.

El siguiente paso es estudiar los datos recolectados también durante varias décadas de otras especies a fin de confirmar o descartar comportamientos altruistas similares. Y es que este no solo se observó en gorilas, sino también en hembras bonobo, como mostró un estudio realizado en la República Democrática del Congo.

Fuente: tekcrispy.com