Científicos descubren fósil de una araña ‘gigante’ en Australia
En Nueva Gales del Sur, los científicos desenterraron los restos de una colosal araña, un fósil que se une a la escasa lista de descubrimientos similares en el continente y que promete revelar valiosa información sobre la vida hace millones de años
Si alguna vez pensaste que las arañas de Australia eran aterradoras, prepárate para conocer su versión prehistórica.
Científicos han descubierto en Nueva Gales del Sur el fósil de una araña gigante, el cuarto hallazgo de su tipo en el continente.
Según los investigadores, esta criatura habitaba en una región que, en tiempos remotos, era una selva tropical vibrante y llena de vida. Hoy, esa misma área es conocida como McGraths Flat, una vasta llanura de pastizales, pero alguna vez fue un santuario de biodiversidad exuberante.
El año pasado, los científicos realizaron un descubrimiento notable: bajo la superficie árida de esta región, desenterraron fósiles de una época en la que la selva florecía, hace millones de años.
Entre los valiosos restos encontrados había plantas milenarias, arañas trampilla que se ocultaban bajo el denso follaje, cigarras gigantes cuyos cantos resonaban en la espesura y avispas que se deslizaban entre las hojas. Lo que hoy se presenta como un paisaje árido fue, en su momento, un paraíso verde, hogar de numerosas criaturas que compartieron un mundo misterioso y en constante transformación.
Los investigadores le otorgaron un nombre imponente al fósil de la araña: Megamonodontium mccluskyi, una especie que habitó la Tierra entre 11 y 16 millones de años atrás, en el Mioceno.
Este espécimen se suma a un grupo exclusivo y extremadamente raro, ya que hasta la fecha solo se han encontrado cuatro fósiles de arañas en todo el continente australiano.
En este aspecto, Matthew McCurry, paleontólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur y el Museo Australiano, señaló que tal escasez ha representado un gran “desafío” para los científicos en su esfuerzo por desentrañar la historia evolutiva de estos fascinantes y misteriosos artrópodos.
Por ello, este descubrimiento cobra una relevancia excepcional, ya que no solo ofrece información crucial sobre la extinción de estas criaturas, sino que también llena un vacío importante en nuestra comprensión del pasado.
Curiosamente, el pariente vivo más cercano a este antiguo ejemplar habita hoy en los bosques húmedos que se extienden desde Singapur hasta Papúa Nueva Guinea.
El hallazgo sugiere que, en el pasado, este grupo también habitaba entornos similares en Australia, pero se extinguió de manera gradual a medida que el clima se volvió más árido.
La araña fue descubierta junto a numerosos fósiles del Mioceno, algunos de los cuales se conservaron de manera tan excepcional que incluso es posible distinguir estructuras subcelulares en ellos.
“La microscopía electrónica de barrido nos permitió examinar con precisión los detalles más finos de las garras, las setas de los pedipalpos, las patas y el cuerpo principal de la araña”, explicó Michael Frese, virólogo de la Universidad de Canberra.
Gracias a esta avanzada tecnología, los investigadores pudieron trazar con mayor exactitud las conexiones evolutivas de esta antigua criatura con sus descendientes actuales.
Sin embargo, Megamonodontium mccluskyi es cinco veces más grande que sus parientes actuales, con un cuerpo que mide 23,31 milímetros de largo, un poco más de dos centímetros.
El hallazgo, según se menciona en el informe, también arroja luz sobre las condiciones climáticas que dominaron Australia en el pasado.
El hecho de que el fósil se encontrara en una capa de sedimentos de lo que fue una selva tropical indica que la región era mucho más húmeda en el pasado.
Con este hallazgo, los científicos podrían comprender mejor cómo el calentamiento climático ya ha transformado la vida en Australia y cómo podría seguir moldeándola en el futuro.
El aracnólogo Robert Raven, del Museo de Queensland, señaló que no solo era la araña fósil “más grande” encontrada en Australia, sino también el “primer fósil de la familia Barychelidae” a nivel mundial.
Actualmente, existen unas 300 especies de arañas trampilla con patas de cepillo, pero rara vez se fosilizan, probablemente porque pasan gran parte de su vida en madrigueras, lejos de las condiciones adecuadas para la fosilización.
Fuente: independentespanol.com