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Atracción fatal: los científicos culpan los ataques de las serpientes marinas al deseo sexual

Las serpientes marinas no están enojadas cuando nadan agresivamente hacia los buceadores, dicen los científicos. Solo están confundidas y buscan aparearse

Si alguna vez estás buceando y una serpiente marina de dos metros de largo sale de la nada, esto es lo que debes saber.

En primer lugar, mantén la calma. Aunque las serpientes marinas rara vez atacan a los buceadores recreativos, la mordida venenosa de una puede volverse rápidamente fatal, como fue para un pescador de arrastre en Australia en 2018.

En segundo lugar, tu mejor apuesta para sobrevivir cuando te embiste una serpiente marina es resistir los impulsos de huida o lucha.

“Estas grandes serpientes marinas pueden nadar mucho más rápido que nosotros, por lo que no podemos escapar”, dijo Rick Shine, herpetólogo de la Universidad de Macquarie en Australia. Añade que golpear a la serpiente también es una mala idea. “Es probable que la serpiente se ponga muy enojada por eso y pueda pasar a un estado de ánimo más agresivo”.

Entonces, ¿qué puede hacer un buceador asediado por una serpiente marina? Según un estudio publicado el jueves en la revista Scientific Reports, Shine y sus coautores sugieren que dejes que ese reptil muy venenoso se deslice hacia tí y te lama.

La serpiente marina no quiere morderte, dicen. Quiere, bueno…

“En realidad, es solo un chico enfermo de amor que busca novia y comete un error bastante tonto”, dijo Shine.

Shine aprovechó los confinamientos por la covid del año pasado para analizar un conjunto de datos recogidos en 1994-95 por Tim Lynch, coautor del estudio. Por aquel entonces, Lynch estaba completando su doctorado observando a las serpientes marinas oliva (Aipysurus laevis) en la costa noreste de Australia. Y a lo largo de 250 horas bajo el agua con 158 serpientes de mar, descubrió varias tendencias notables.

Para empezar, las serpientes marinas tienden a acercarse a los buceadores con más frecuencia durante la época de reproducción, que se extiende durante los meses de invierno del hemisferio sur, entre mayo y agosto. Las serpientes macho nadaban mucho más hacia los buceadores que las hembras. Los machos también pasaban más tiempo investigando a los observadores humanos que las hembras, a veces enroscándose en las extremidades de Lynch o chasqueando la lengua contra su traje de neopreno o su piel expuesta.

Por último, el hábito de embestir algo, como cuando una serpiente de mar nadaba rápidamente hacia un buceador, iba casi siempre precedido de otras travesuras de las serpientes de mar, como dos serpientes macho peleando o una hembra huyendo de un macho que la perseguía.

“Los buceadores siempre han contado historias muy consistentes sobre lo que parecían ser agresivos ataques de serpientes de mar”, dijo Shine. “Y oyes a los buceadores comerciales decir: ‘En serio no deberías bucear en invierno en esta parte del mundo porque las serpientes de mar son muy agresivas’”.

Pero ahora, dice, todos estos datos de observación han puesto en contexto los peculiares comportamientos de las serpientes de mar.

“Siempre pensé que la motivación de este comportamiento era el sexo”, afirma Kate Sanders, científica evolucionista de la Universidad de Adelaida, Australia, quien no participó en la investigación.

Después de todo, hay innumerables ejemplos de animales machos que intentan aparearse con algo que no sea una hembra de su propia especie.

“Quiero decir, he sido cortejada por tortugas marinas en el agua”, dijo Sanders, quien también es copresidenta del Grupo de Especialistas en Serpientes Marinas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. “Así que sí, lo creo”.

Si te preguntas cómo es posible que una serpiente marina macho confunda a un humano con una pareja, ten en cuenta que las serpientes marinas obtienen información sobre el mundo que las rodea a través de los sentidos combinados del gusto y el olfato, igual que las serpientes de tierra.

“Pero cuando las serpientes volvieron al océano, por supuesto, perdieron la capacidad de captar las señales del chasquido de la lengua, porque la mayoría de estas sustancias químicas importantes son demasiado grandes para ser transmitidas a través del agua”, dijo Shine. “Así que tienen que depender de la visión, y esta no es tan buena”.

Curiosamente, Sanders dijo que estas aguas albergan alrededor de una docena de especies de serpientes marinas, pero solo las serpientes marinas oliva y sus parientes cercanos suelen bailar el tango con los buceadores.

Una posible explicación es que los machos de la serpiente marina oliva son bastante más pequeños que las hembras, lo que podría significar que tienen que estar más motivados para encontrar y asegurar una pareja. Y a veces, ese entusiasmo puede llevarles a buscar el amor en los lugares equivocados.

“No sé cómo decirlo, pero las serpientes tienen la percepción de un borracho”, dice Sanders. “Sus hormonas están distorsionando su comportamiento”.

Fuente: NYT