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Luis Núñez Betancourt recibe el Premio José Adem a la Investigación Matemática en México 2024

“Estoy seguro de que este premio servirá como un futuro estimulador de la colaboración entre los matemáticos mexicanos, el IMSA y promoverá el desarrollo de las ciencias y las matemáticas de México en el mundo”, enfatizó Ludmil Katzarkov, del Instituto de Matemáticas de las Américas

El matemático Luis Núñez Betancourt recibió el Premio José Adem a la Investigación Matemática en México 2024, otorgado por primera vez por el Instituto de Ciencias Matemáticas de las Américas de la Universidad de Miami y la Academia Mexicana de Ciencias. El científico fue reconocido por sus contribuciones sobresalientes en el algebra conmutativa, la geometría algebraica y su compromiso en la formación de nuevas generaciones.

El Colegio Nacional fue la sede de la ceremonia presidida por el colegiado Eusebio Juaristi. La sesión contó con la participación de Ludmil Katzarkov, del Instituto de Ciencias Matemáticas de las Américas de la Universidad de Miami; José Seade, de la Academia Mexicana de Ciencias; Gabriela Araujo, de la Sociedad Matemática Mexicana; Yuri Tschinkel, de la División de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Simons Foundation; y Jaqueline Mesquita, de la Sociedad Brasileña de Matemáticas.

“Es un honor y placer para mí, honrar la memoria del profesor José Adem, quien desarrolló la topología como investigación independiente y estudió la naturaleza algebraica asociada a las relaciones y aplicaciones geométricas”, comentó el químico Eusebio Juaristi al iniciar la reunión. Enfatizó que el profesor Adem se doctoró en la Universidad de Princeton en Topología algebraica; en 1960 ingresó a El Colegio Nacional; y en 1961 fundó el Departamento de Matemáticas en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.

Por su parte, Gabriela Araujo, presidente de la Asociación Mexicana de Matemáticas, recordó que este premio pretende reconocer a una mujer o un hombre por sus destacados aportes a las matemáticas mexicanas, realizados, al menos, en los últimos cinco años. “Los candidatos deben ser matemáticos que trabajen en este país y que tengan menos de 45 años si son mujeres y sean menores de 43 si son hombres al momento de la nominación”.

Yuri Tschinkel, de la División de Ciencias Matemáticas y Físicas, expuso que la Fundación Simons, establecida en 1994 por Marilyn y James Harris Simons, con sede en Nueva York, desarrolló una red internacional de institutos en la última década, con el objetivo de reunir a científicos de diferentes campos unidos por un objetivo común, el conocimiento. “Estoy particularmente contento de que estemos aquí para celebrar la excelencia y el liderazgo y, por supuesto, mis más cordiales saludos al ganador del premio, pero también al liderazgo de la Sociedad Matemática. Creo que es increíblemente importante desarrollar y fortalecer los vínculos entre las comunidades matemáticas internacionales, las largas relaciones entre sí ayudan a desarrollar a los jóvenes”.

En su participación, Ludmil Katzarkov, del Instituto de Matemáticas de las Américas (IMSA), comentó que el objetivo de esto es ayudar a desarrollar la colaboración internacional en todo el mundo entre participantes de América Latina e instituciones líderes del planeta, lo que es posible gracias a la suma de voluntades. “He experimentado el poder de la ciencia mexicana a largo plazo, no podría estar más entusiasmado por esta fantástica iniciativa. Estoy seguro de que este premio servirá como un futuro estimulador de la colaboración entre los matemáticos mexicanos y el IMSA y promoverá el desarrollo de las ciencias y las matemáticas de México en el mundo”.

Al tomar la palabra, José Seade, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, recordó que la ciencia moderna en México se inició en las primeras décadas del siglo XX. Posteriormente, a principios de la década de 1940, se inició una red de institutos de investigación como el de Física, Matemáticas, Geología, el Colegio de México y otros tantos más. “El Instituto de Matemáticas de la UNAM fue el primer centro de investigación en matemáticas de América Latina. En 1936 se creó el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y en 1961 el Centro de Estudios Avanzados (CINVESTAV). La Academia Mexicana de Ciencias se fundó en 1959. Desde entonces, ha sido un actor clave para la ciencia en México”.

El Premio José Adem a la Investigación Matemática en México será entregado bianualmente para reconocer y honrar a los matemáticos residentes en el país que hayan hecho contribuciones significativas al campo. El galardón incluye un monto de cinco mil dólares, un certificado de reconocimiento y una medalla.

Luis Núñez Betancourt es originario de Durango y egresado de la licenciatura en el programa conjunto de la Universidad de Guanajuato y el Centro de Investigaciones en Matemáticas (CIMAT). Doctor por la Universidad de Michigan, fue instructor de matemáticas de Whyburn, en la Universidad de Virginia y actualmente se desempeña como Coordinador de Matemáticas Básicas del CIMAT. Además de su pasión por las matemáticas, disfruta cocinar, bailar, viajar y jugar baloncesto.

Los anillos conmutativos

Luis Núñez Betancourt agradeció a la Academia Mexicana de Ciencias, al IMSA y demás instituciones por esta iniciativa que considera beneficiosa para el desarrollo matemático en México. Señaló que en el país se ha hecho un trabajo importante en álgebra, particularmente en la conexión de ésta con otras áreas. “El CINVESTAV tiene una gran tradición en este campo, Rafael Heraclio Villarreal, quien ha conectado el álgebra conmutativa con combinatoria y con códigos, ha sido un mentor para mí desde pequeño”.

“Los anillos conmutativos y las conjeturas homológicas son una abstracción de los números enteros, es un lugar donde tenemos la noción de suma y la noción de producto. Podemos sumar y multiplicar. Hay distintas formas de construir anillos, algunas inspiradas en la geometría, otras en la combinatoria, otras en los códigos, otras sólo son anillos. Cuando en la multiplicación tenemos que el orden de los factores no altera el producto, es decir, que B por A es igual que A por B, significa que hay un anillo conmutativo y esto es lo que estudia el algebra conmutativa”.

Aseguró que planea seguir trabajando para fortalecer la escuela mexicana de algebra conmutativa, porque es un área que no es tan grande en el país, pero que ha hecho un trabajo interesante. “Desde mi trinchera, planeó colaborar para que el CIMAT siga fortaleciéndose. Me importa seguir contratando gente joven y talentosa, tengo muchos planes para esta institución. Yo, creo que es un buen momento para hacer matemáticas en México, creo que la planta se está renovando y es un buen momento para que la comunidad se siga fortaleciendo y se siga uniendo. El futuro puede ser brillante si aprovechamos esta oportunidad y la sangre nueva, como lo hizo José Adem”.

Fuente: El Colegio Nacional