La giardiasis es una enfermedad olvidada porque no produce muertes: Adolfo Martínez Palomo

La giardiasis es una enfermedad desconocida, pero se debe considerar prioritaria, porque es una de las infecciones más frecuentes en el mundo: Martínez Palomo

La infección del intestino delgado causada por un parásito que se adquiere al consumir agua y alimentos contaminados con materia fecal de especies animales, fue el eje temático de la conferencia Giardiasis, la enfermedad cenicienta, segunda sesión del ciclo Enfermedades olvidadas, coordinado por el médico Adolfo Martínez Palomo, miembro de El Colegio Nacional.

La sesión, transmitida en vivo el 7 de abril por las plataformas digitales de la institución, contó con la participación del coordinador del ciclo y de Karla Acosta Virgen, maestra en Ciencias en infectómica y patogénesis molecular e investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), del Instituto Politécnico Nacional.

Al tomar la palabra, Adolfo Martínez Palomo, experto en células cancerosas, habló del parásito Giardia lamblia, un ser microscópico que tiene la forma de una caricatura y es un protozoario con dos núcleos: “esa es una de las grandes incógnitas, no sabemos para qué tiene dos núcleos y la parte central del nucleolo parecen ojos”. Este parásito es la causa de la giardiasis, infección intestinal que provoca síntomas como diarrea líquida, fatiga, cólicos y eructos.

De acuerdo con el colegiado, la giardiasis es una enfermedad olvidada, porque no produce muertes. El nombre del protozoario se inspiró en Alfred Girard, un biólogo del Siglo XIX, y el apellido Lamblia, en el biólogo Vilém Dušan Lambl, que dibujó al padecimiento en 1859.

Agregó que, aunque de 1919 a 2020 existen más de 6 mil 469 publicaciones registradas en literatura científica sobre Giardia lamblia, es una enfermedad desconocida. Sin embargo, existen diez razones para considerarla prioritaria. La primera, es porque se trata de la infección más antigua de la que se conoce el agente causal y no se sabe mucho de sus mecanismos.

“La segunda razón, es que es una de las infecciones más frecuentes en el mundo, sobre todo, en niños. Se calcula que, en México, hay 9 millones de personas parasitadas por Giardia lamblia, la causa más común de parasitosis intestinal. La tercera, es porque causa frecuentes brotes epidémicos, tanto en países en vías de desarrollo como en los desarrollados”, añadió el colegiado.

En palabras del médico, la cuarta razón es porque se ignoran las causas por las que la giardiasis puede ser asintomática, sintomática aguda o sintomática crónica; la quinta se refiere a que produce retraso en el crecimiento en los niños; la sexta se debe a que causa retraso en el desarrollo cognitivo de los infantes, en particular en el lenguaje y proceso psicomotor; la séptima es porque los tratamientos farmacológicos habituales son prolongados y producen efectos secundarios desagradables; la octava, es que se desconoce la fisiopatología de la enfermedad aguda; la novena es que las infecciones agudas pueden requerir hospitalización; y la décima es porque los intentos oficiales por sacar del olvido a la giardiasis han sido efímeros.

“¿Cómo se va a terminar con esta enfermedad si es ocasionada por el agua y los alimentos contaminados, con higiene insuficiente? Terminamos como empezamos, esta es una de las enfermedades infecciosas que deben ser eliminadas en México para el 2030, según la Organización Mundial de la Salud, vamos a ver si ocurre, por lo pronto, por todos estos argumentos, considero que la giardiasis debe ser considerada una enfermedad prioritaria”, finalizó el experto.

Por su parte, Karla Acosta Virgen, investigadora del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular, del CINVESTAV, se refirió a su proyecto de doctorado en el que desarrolló un modelo de cultivos tridimensionales para el estudio de la giardiasis. Aseguró que este padecimiento se estudia en el laboratorio con modelos In vitro, es decir a partir de líneas celulares.

“La giardiasis es una infección compleja de la que se conoce muy poco en cuanto a su fisiopatología. A través de modelos tridimensionales, que permiten trabajar con múltiples tipos celulares a la vez, se pueden reproducir las características de los tejidos en los laboratorios”, explicó.

Sostuvo que, para su investigación doctoral, el modelo tridimensional que utilizó fue el organoide, desarrollado en 2009 por el doctor Hans Clevers, a partir de células madre y constituido por varios tipos de células específicas de un órgano. Es decir, se trata de la capacidad de hacer mini-órganos en los laboratorios:“ estos modelos permiten analizar las diferentes poblaciones celulares con las que puede interactuar giardia y estudiar sus características”.

De acuerdo con la científica mexicana, en el laboratorio se pueden reinterpretar las condiciones bajo las que habita el intestino, a través de las células madre, “se pueden tener formas de mini intestinos en las manos y trabajarlas para diferentes fines”. Puntualizó que actualmente se desarrollan organoides de cerebro, de riñón, de páncreas y del tracto gastrointestinal. “Estos modelos 3D han tenido aplicaciones que permiten estudios filogenéticos y evolutivos, así como pruebas de fármacos y modelado de enfermedades como el cáncer o la diabetes, incluso se ha desarrollado medicina personalizada”.

Acosta Virgen afirmó que las células madre se obtienen de una biopsia del duodeno de humanos o de ratón, después se desarrollan los organoides duodenales y se cultiva al parásito de manera independiente. El paso siguiente es hacer que interaccionen las células cultivadas con el agente infeccioso. “Es un modelo que produce moco, el moco es importante para el establecimiento de la infección, y permite estudiar la interacción del parásito con la monocapa celular y con componentes de la microbiota o células del sistema inmune. Se puede analizar si causó algún tipo de daño”.

Puntualizó que, en México, uno de los alcances de este proyecto es que se pudieron establecer las condiciones de cultivo para organoides duodenales de humano y ratón en el laboratorio, además, permite analizar las etapas tempranas de la giardiasis. “Con estos modelos también se pueden seguir estudiando enfermedades infecciosas causadas por giardias y otros parásitos, así como las patologías de los mexicanos”, finalizó.

Fuente: El Colegio Nacional