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Histamina, el café del cerebro: José Antonio Arias Montaño

Arias Montaño puntualizó que los efectos positivos de la histamina se pueden ver en la memoria, el aprendizaje, y el sistema nervioso central, regulando diversas funciones la conducta motora y el aprendizaje

“Todos hemos experimentado los efectos de la histamina, ya sea porque hemos sufrido un resfriado, la picadura de un insecto o bien, porque somos alérgicos a alguna sustancia como el polen”, sostuvo el profesor de neurofarmacología José Antonio Arias Montaño, al participar en la conferencia Neuromoduladores: Oxitocina e histamina, el “abrazo” y el café del cerebro. ¿Cómo modulan tu mente?, en la que habló de lo bueno, lo malo y lo feo de este neuromodulador en el cerebro.

Recordó que la histamina cuyo nombre químico es 2-(4-imidazolil)- etilamina fue descubierta por Sir Henry Dale en la Universidad de Cambridge, quien la fue aislando a partir de tejidos del hígado y del pulmón. De ahí viene su nombre, histamina, la mina de los tejidos. Detalló que los efectos que produce esta sustancia química producida naturalmente por el cuerpo se deben a su gran equipo conformado por células del sistema inmune basófilos, eosinófilo, neutrófilo y mastocitos, todos ellos tienen gránulos dentro de sus células, que contienen niveles elevados de histamina.

“Cuando estas células entran en contacto con un alergeno, éste es identificado por anticuerpos localizados en la membrana de la célula, y esto induce que se fusionen los gránulos con la membrana y se active la histamina”. En la sangre, la histamina puede alcanzar diversos órganos como el estómago, donde induce la secreción de ácido gástrico, o viajar a los vasos sanguíneos, donde va a producir vasodilatación y eso produce el color rojizo que vemos en un proceso inflamatorio, así como la comezón que caracteriza estas respuestas. En casos más severos, puede generar la contracción del músculo que está en las vías respiratorias cerrándolas como ocurre con el asma.

En palabras del investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, algunos fármacos como la Clorfenamina y Difenhidramina producen sueño, de hecho, si van a la farmacia pueden sugerirles estos fármacos para dormir bien. Los antihistamínicos bloquean la acción de la histamina y producen somnolencia como efecto secundario. Además, esta sustancia química regula el ciclo de sueño y vigilia.

“Lo bueno de la histamina en el cerebro es que nos mantiene despiertos, es como el café del cerebro, nos mantiene despiertos”. Cuando la histamina llega al tálamo activa receptores H1, si ustedes están manteniendo atención a esta plática significa que están liberando histamina. Cuando se toman antihistamínicos lo que hace es que bloquea el tránsito de la histamina al cerebro y por eso, da sueño, agregó el especialista.

Puntualizó que se conocen cuatro tipos de receptores de histamina: Receptor H1, relacionado con la alegría e inflamación; el receptor H2, que está relacionado con la secreción gástrica y la disminución de la respuesta inmune; el Receptor H3, vinculado con la regulación de la neurotransmisión; el Receptor H4, asociado con la regulación de la respuesta inmune.

Puntualizó que, los efectos positivos de la histamina se pueden ver en la memoria, el aprendizaje, y el sistema nervioso central, regulando diversas funciones la conducta motora y el aprendizaje. Y los efectos negativos se encuentran la migraña, esos dolores de cabeza intensos que se deben a la vasodilatación; y la histaminosis, que se conoce como el fuego de San Antonio por el personaje que aparece en la pintura titulada Las tentaciones de San Antonio, pintado por Matthias Grünewald, que provoca un dolor intenso provocado por el espasmo muscular, se trata de una sustancia que está en los alimentos como el chocolate, los quesos y los embutidos, y no es degradada en el organismo.

“Lo feo de la histamina no sólo se expresa en neuronas, también en unas células que llamamos astrocitos. Los astrocitos son muy importantes, hasta hace poco se creía que solo servían para mantener a las neuronas juntas, sin embargo, hoy sabemos que tienen funciones muy importantes como contribuir a la unción de sinapsis, capturar a los neurotransmisores y contribuir en el metabolismo de la glucosa”; concluyó José Antonio Arias Montaño.

Al tomar la palabra, Miguel Condés Lara, investigador del Instituto de Neurología de la UNAM, se refirió a la oxitocina y su papel como generador de analgesia en humanos y ratas. Explicó que los efectos de la oxitocina inician en el hipotálamo, que tiene vías que van a lo largo de la médula espinal y las porciones dorsales, en esa zona se puede modular la información sensorial de manera tal que si existe una irritación que genera dolor, se puede bloquear.

El Doctor en neurociencias señaló que fue por eso que él y su equipo de trabajo estudiaron las neuronas de la médula espinal, porque es en este sitio donde se produce el primer contacto sináptico sensorial, y si se suprime la información allí, se detiene el mensaje. “Los efectos tanto centrales como periféricos de la oxitocina los hemos podido reproducir en el hombre”.

Los investigadores encontraron los efectos epidurales de la oxitocina gracias un grupo de 19 pacientes oncológicos resistentes al tratamiento farmacológico en fase terminal. “Pacientes que tenían cáncer y estaban desahuciados. En donde vimos que el dolor que tenían era de número 10, el nivel máximo, pero después de la inyección en la médula espinal periférica de la oxitocina, el consumo de opiáceos disminuyó, el tramadol disminuyó”.

“Los pacientes antes de la oxitocina, tienen ataques de excitación, de ansiedad y de sedación, con la oxitocina se normalizan estos, se relajan, están más tranquilos, es como la parte benévola que hacen de la oxitocina la hormona del amor. También disminuyen las náuseas y los vómitos”.

La calidad de vida de los pacientes, mejora. “No estamos curando, les estamos ofreciendo una mejor calidad de vida que es lo menos que se puede hacer en este tipo de pacientes. Estos experimentos nos han llevado a tener una repercusión en el medio internacional. Pero la investigación no se detiene aquí”, concluyó Condés Lara.

Fuente: El Colegio Nacional

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