El sistema inmune innato también tiene memoria
Miriam Goretty Angulo Villavicencio
La doctora es Investigadora Posdoctoral del Conahcyt en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor).
La mortalidad en la ganadería de animales neonatales (es decir, de los días 0 al 30 después de su nacimiento), debido a enfermedades infecciosas, contribuye considerablemente a las pérdidas económicas de esa industria, a pesar de la amplia disponibilidad de vacunas y antibióticos. El aumento de patógenos resistentes a los antibióticos, la baja eficiencia de algunas vacunas, el cambio climático y la intensificación de la agricultura han dado lugar a nuevos patógenos que pueden generar enfermedades emergentes y al resurgimiento de infecciones ya controladas en animales. Por ello, las consideraciones anteriores obligan a realizar estudios más profundos sobre el sistema inmune de los animales para diseñar y desarrollar estrategias profilácticas (de prevención) y terapéuticas (de tratamiento) contra enfermedades actuales y futuras.
Para reducir el uso de antibióticos en la actividad ganadera y disminuir la aparición de enfermedades infecciosas en animales de granja, una de las estrategias inmunoprotectivas en las cuales trabaja nuestro grupo de investigación es el uso de componentes que induzcan una memoria inmunológica en las células del sistema inmune innato, proceso que se conoce como inmunidad entrenada.
El sistema inmune innato es el primero en entrar en acción de manera rápida y no específica (ataca ante cualquier señal de peligro), pero se pensaba que no tenía la capacidad de generar una memoria. Es importante mencionar que las vacunas convencionales van dirigidas al sistema inmune adaptativo que es el encargado de producir anticuerpos específicos contra un patógeno y recordarlo (memoria) para combatirlo cuando se tenga un segundo contacto con él.
En el caso de la inmunidad entrenada, como su nombre lo dice, algunos estímulos son capaces de entrenar a las células del sistema inmune innato y mejorar su capacidad de respuesta para combatir diversos patógenos; es decir, esta mejora en la respuesta inmune innato puede proteger contra más de un solo patógeno. Además, una ventaja del esquema de entrenamiento de la inmunidad innata es la capacidad de promover efectos protectores contra diferentes patógenos en una o pocas dosis en comparación con los esquemas de inmunoestimulación diarios, como ocurre con los inmunoestimulantes convencionales, por ejemplo, los probióticos.
Esta estrategia inmunoprotectiva podría ser utilizada para atacar rápidamente enfermedades emergentes para las cuales no hay medicamentos o vacunas; de hecho, algunos estímulos conocidos que inducen inmunidad entenada fueron evaluados como potenciales alternativas para proteger contra SARS-CoV-2. Por lo tanto, esta alternativa podría reforzar el sistema inmune de manera urgente en lo que se encuentran y evalúan vacunas o medicamentos eficaces contra esas enfermedades infecciosas emergentes. De la misma manera, en la ganadería existen infecciones para las cuales aún no se cuenta con vacunas o tratamientos para atacarlas.
Por lo anterior, esta nueva estrategia respecto a las vacunas convencionales permitirá proteger a los animales de granja contra más de un patógeno de enfermedades infecciosas emergentes.
Referencias
Angulo M. & Angulo C. (2020) La memoria del sistema inmune innato: mecanismos y estrategias terapéuticas. Revista Ciencia. https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/index.php/ediciones-anteriores/articulos-fuera-de-los-volumenes-publicados-online/819-la-memoria-del-sistema-inmune-innato-mecanismos-y-estrategias-terapeuticas
Fuente: elsoldemexico.com.mx