El proyecto ngVLA trazará la evolución de las galaxias desde el pasado hasta el presente: Anthony J. Beasley

En palabras de Anthony J. Beasley, ngVLA develará la formación de sistemas planetarios similares al Sistema Solar, permitirá la identificación de moléculas prebióticas complejas y proporcionará la química de las condiciones iniciales en la formación de planetas a nivel individual

“El ngVLA permitirá trazar el ensamblaje, la estructura y evolución de las galaxias desde los primeros miles de millones de años hasta el presente. Tendrá mayor sensibilidad y mejor resolución”, afirmó Anthony J. Beasley, director del Observatorio Nacional de Radio de Estados Unidos, al participar en la conferencia Un radiotelescopio de nueva generación.

La sesión, transmitida en vivo el 14 de junio a través de las plataformas digitales de la institución, se realizó en el contexto de los Diálogos Binacionales México-Estados Unidos que celebran El Colegio Nacional y El Instituto Cultural Mexicano en Washington D.C y formó parte del ciclo Noticias del cosmos, coordinado por los colegiados Susana Lizano y Luis Felipe Rodríguez Jorge.

Durante su ponencia, J. Beasley se refirió al Gran Arreglo de Nueva Generación (ngVLA por sus siglas en inglés), proyecto que busca convertirse en un nuevo observatorio astronómico con 10 veces más sensibilidad y resolución espacial que el actual VLA, el arreglo de radiotelescopios más versátil del mundo, y que el telescopio ALMA, en Chile.

Se espera que el ngVLA cuente con 256 parábolas metálicas, antenas que estarán distribuidas en el sur de Estados Unidos y el norte de México, en un espacio de 8 mil 860 kilómetros. Un total de 244 de éstas alcanzarán una altura de 18 metros. Las características mencionadas permitirán por primera vez la detección y estudio de fuentes remotas que arrojan información sobre el Universo joven.

El titular del Observatorio Nacional de Radio de Estados Unidos comentó que los objetivos científicos clave de este proyecto son: revelar la formación de sistemas solares similares al de los seres humanos; tomar muestras de las condiciones iniciales de los sistemas planetarios y de la vida a partir de la astroquímica; trazar el ensamblaje, la estructura y la evolución de las galaxias a lo largo del tiempo cósmico; usar púlsares en el centro galáctico como pruebas fundamentales de gravedad; y comprender la formación y evolución de las estrellas y de agujeros negros supermasivos.

En relación al primer objetivo del ngVLA, el científico aseguró que esta herramienta medirá el movimiento orbital de los planetas y sus características en escalas de tiempo mensuales. Además, develará la formación de sistemas planetarios similares al Sistema Solar, permitirá la identificación de moléculas prebióticas complejas y proporcionará la química de las condiciones iniciales en la formación de planetas a nivel individual.

En palabras de J. Beasley, ngVLA permitirá transformar la comprensión de cómo se construyen las semillas de la vida en el espacio y cómo se entregan a otros planetas en formación. Las antenas que integran este proyecto acumularán datos en más de 22 mil combinaciones de línea base, lo que significa que podrá enviar 6.4 terabytes de datos por segundo.

El especialista agregó que “ngVLA ayudará a entender cómo las galaxias producen nuevas generaciones de estrellas y permitirá estudiar grandes muestras de nubes moleculares gigantes (GMC), así como las propiedades de acreción, cambio de fase, transporte y procesos de expulsión”.

“Pasamos muchas décadas hablando del impacto de los agujeros negros, que son mil veces más grandes que el Sol y todavía no entendemos al cien por ciento todo lo que ocurre con ellos. Este instrumento buscará agujeros negros acumulados en toda la galaxia y tendremos un mejor entendimiento de lo que está sucediendo y cómo está sucediendo.”

Beasley puntualizó que el proyecto también es un avance de 50 años de tecnología enfocada en este tipo de antenas. “Creemos que en tres años ya tendríamos suficientes arreglos de nueva generación con los que se podrían realizar estudios científicos iniciales. La meta es terminar la construcción de todas las antenas en los próximos 9 años. Esperamos aferrarnos a esta agenda.”

Por su parte, la astrofísica Susana Lizano Soberón, integrante de El Colegio Nacional, recordó el proceso de formación de estrellas y de sistemas planetarios. Aseguró que con el ngVLA se podrán estudiar las zonas internas de los discos protoplanetarios en donde se forman planetas rocosos terrestres. “Los telescopios actuales no resuelven espacialmente estas regiones o las regiones son opacas en las longitudes de onda que observan.”

La científica explicó que las estrellas masivas se calientan e ionizan la nube materna y cuando explotan como supernovas, enriquecen con metales el gas con el que se formarán nuevas estrellas. “El ngVLA podrá estudiar este gas ionizado y caliente en nuestra galaxia y otras galaxias con una gran resolución y podrá analizar el gas molecular frío necesario para producir nuevas estrellas, lo que dará información sobre el proceso de formación estelar en diferentes galaxias, a través del tiempo.”

Al tomar la palabra, el colegiado Luis Felipe Rodríguez Jorge puntualizó que “somos pioneros en la idea de que los países deben unirse hacía un objetivo común en lugar de luchar entre sí. Es algo que será muy beneficioso. Por supuesto, para Estados Unidos y México, pero también para el resto de países que estén interesados en participar”.

El astrónomo agregó que este proyecto está creando buenos empleos, en particular en Estados Unidos, debido a que se ubicarán los importantes y nuevos telescopios en las zonas más pobres a sus ojos y menos pobladas. “Tenemos que empezar a mirar cosas así y no tener miedo de construir instrumentos científicos en el norte del país. Así que realmente espero con ansias este proyecto, es una gran oportunidad, y estoy seguro de que México jugará un papel importante.”

Fuente: El Colegio Nacional