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¿Debemos preocuparnos por el sarampión?

Zayda Fonseca-Cobos y Susana López

¡Es reconocido como uno de los virus más contagiosos en el mundo! El sarampión, un virus de ARN de cadena sencilla que solo infecta a los humanos, causa una enfermedad caracterizada por fiebre, tos, ojos enrojecidos y llorosos, pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas y una erupción que se extiende por todo el cuerpo (Figura 1).

Figura 1. Signos y síntomas del sarampión. Imágenes de wikiHow.

Actualmente, se registran más de 130 mil muertes al año en todo el mundo, principalmente entre niños menores de 5 años. Este virus pertenece a la familia Paramixoviridae y al género morbillivirus (Figura 2).

Figura 2. Clasificación del virus del sarampión

La partícula viral es amorfa, con el genoma de ARN rodeado por la proteína N de la nucleocápside y pequeñas cantidades de las proteínas L y P. Estas, a su vez, están envueltas por la proteína de matriz y una membrana lipídica. Sobre esta membrana se insertan las proteínas de superficie H y N, las cuales son muy importantes para la unión e infección del virus en su célula hospedera (Figura 3).

Figura 3. Diagrama de la estructura del virus del sarampión

¿Qué tan contagioso es este virus y cómo nos infectamos?

El sarampión ingresa principalmente a través de las vías respiratorias, aunque también puede ingresar a través de los ojos, se replica principalmente en las células del sistema inmune de los pulmones y luego se disemina por todo el organismo, afectando principalmente al timo, el bazo y los nódulos linfáticos. En pocos días el virus se encuentra prácticamente en todo el cuerpo, en esta etapa se producen los primeros síntomas que suelen durar entre 4 y 7 días.

Las células infectadas por el virus son reconocidas y atacadas por el sistema inmune, desencadenando así la erupción en la piel y la conjuntivitis. Las erupciones cutáneas comienzan en la cara y el cuello, y luego se extienden por el resto del cuerpo con una duración de entre 5 y 6 días, hasta que se desvanecen. En la última fase de la infección, la tos es un síntoma común; este actúa como un mecanismo muy efectivo para la propagación del virus y la infección de otras personas susceptibles (no inmunizadas). Una persona infectada puede transmitir el virus a otras durante aproximadamente ocho días, desde cuatro días antes, hasta cuatro días después del inicio de la erupción cutánea. Además, el virus sigue siendo activo y conserva su capacidad infecciosa en el aire o en superficies contaminadas por hasta dos horas.

El sarampión se conoce como uno de los virus más contagiosos debido a su alto valor de R0 (número básico de reproducción que indica cuántas personas susceptibles pueden ser contagiadas por un sólo infectado), que varía de 12 a 18. Esto lo convierte en uno de los virus con el índice R0 más elevado, lo que significa que una sola persona infectada puede contagiar a más de 12 personas susceptibles que estén cerca de ella (Figura 4). En comparación, el R0 del SARS-CoV-2 varía entre 2 y 3.

Figura 4. Representación del virus del sarampión con el índice R0 más elevado.

Se estima que, para alcanzar la llamada inmunidad de rebaño del sarampión, es necesario que al menos el 95% de las personas estén inmunizadas. En contraste, para el SARS-CoV-2, se estimó que la inmunidad de rebaño se alcanzaría con un 70% de personas inmunizadas.

La principal razón por la cual el sarampión es tan contagioso radica en que las personas infectadas expulsan una gran cantidad de virus. Además, una pequeña cantidad de partículas virales puede iniciar la infección en un individuo susceptible.

¿Cuáles son las posibles complicaciones del sarampión?

No existe tratamiento específico para esta enfermedad, por lo que los cuidados se enfocan en aliviar los síntomas. Se recomienda que los pacientes con sarampión reciban suplementos de vitamina A para prevenir posibles lesiones oculares. Desafortunadamente, la infección por este virus puede desencadenar complicaciones graves, como conjuntivitis que puede llegar a producir ceguera, neumonía, otitis, encefalitis y problemas durante el embarazo, como parto prematuro, transmisión al feto a través de la placenta, aborto espontáneo y bajo peso al nacer.

Es especialmente preocupante que las complicaciones como la neumonía y la encefalitis afecten a 1 de cada mil casos de sarampión y pueden ser mortales. Otra secuela de esta infección es la llamada “panencefalitis subesclerosante subaguda” (SSPE, por sus siglas en inglés), una enfermedad cerebral progresiva, debilitante y mortal, que generalmente se manifiesta entre 7 y 10 años después de haber padecido sarampión.

El sarampión “reinicia” el sistema inmune

Otra complicación muy seria del sarampión es su capacidad para debilitar el sistema inmune de la persona infectada, lo que resulta en una inmunosupresión temporal y una mayor susceptibilidad a otras infecciones. Recientemente se ha estudiado el efecto que tiene el sarampión sobre la memoria inmune y se encontró que la infección por este virus genera una “amnesia inmunológica”: el sistema inmune “olvida” las infecciones anteriores. Los anticuerpos generados en respuesta a resfriados, exposiciones a virus, bacterias o vacunas simplemente desaparecen , como si nunca hubieran existido tales exposiciones previas.

El sarampión infecta específicamente a las células T de memoria, que son esenciales para el sistema inmune. Tienen como función circular en el cuerpo durante años, reconociendo patógenos que el cuerpo ya ha enfrentado antes. La infección por sarampión puede llevar a la eliminación del 11 al 73% de todos los anticuerpos (contra todo tipo de enfermedades) en los individuos infectados. Esta inmunidad solo se puede adquirir con una nueva exposición a los patógenos o a través de la vacunación.

Aunque paradójico, el único recuerdo inmunológico que permanece intacto es el del propio sarampión, lo que genera prácticamente una inmunidad de por vida contra este virus en particular. Esto implica que, si alguien se infecta con sarampión, solo será inmune al sarampión mismo, mientras que los demás patógenos pueden quedar en el olvido.

¿Qué ocurre con la vacuna?

El sarampión en una infección prevenible gracias a la vacuna disponible desde 1963. Esta vacuna es la mejor forma de evitar el contagio, es segura, eficaz y barata. Está compuesta por virus atenuados, es decir, variantes del virus de sarampión que no causan la enfermedad pero que inducen la producción de anticuerpos contra la enfermedad.

Los niños deben recibir dos dosis de la vacuna para garantizar su inmunidad. La primera dosis suele administrarse entre los 12 y 15 meses de edad, mientras que la segunda dosis se aplica más adelante, generalmente a los 5 o 6 años.

En México, los esquemas de vacunación incluyen dos presentaciones: la vacuna triple viral (SRP: sarampión, parotiditis y rubéola) para uso pediátrico, y la vacuna doble viral (SR: sarampión y rubéola) principalmente destinada a adultos susceptibles.

Es importante recordar que el sarampión proporciona una inmunidad de larga duración. Una vez que se adquiere la enfermedad o se aplica la vacuna, la inmunidad adquirida es para toda la vida.

¿Qué ha causado el resurgimiento de esta infección?

El sarampión se ha convertido en una enfermedad reemergente. En 2016, la Organización mundial de la salud (OMS) y la organización panamericana de la salud (OPS) hicieron la declaración de eliminación del sarampión en el continente americano; sin embargo, en la actualidad las cosas han cambiado y parece que ha resurgido esta enfermedad, principalmente debido a dos factores:

  1. En el mundo, hay grupos de personas que se niegan a recibir vacunas con diversos argumentos, como la creencia errónea de que ciertas enfermedades ya no existen (sin reconocer que esto es gracias a las vacunas), o la preocupación de que las vacunas puedan causar más daño que beneficio, entre otros argumentos.
  2. Durante la pandemia, la vigilancia epidemiológica del sarampión y de otras infecciones se vieron afectadas, lo que resultó en una disminución en la cobertura de los esquemas de vacunación en muchas partes del mundo, incluyendo a nuestro país. Como consecuencia, muchos niños quedaron en situación de vulnerabilidad ante enfermedades infecciosas prevenibles mediante la vacunación.

Esta disminución en las tasas de vacunación ha causado un notable incremento en el número de personas susceptibles, lo que ha llevado a un aumento en los casos de varias enfermedades que se habían considerado erradicadas en algunas partes del mundo, como el sarampión.

La OMS ha llegado a la conclusión de que la erradicación del sarampión está en peligro, ya que la enfermedad ha resurgido en numerosos países que habían logrado eliminarla o estaban cerca de conseguirlo.

En México, según los datos más recientes de la ENSANUT (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición) del 2022, la cobertura de la vacunación contra sarampión fue menor al 70%, muy por debajo del 95% que se requiere para poder erradicar esta infección. Si bien, la cobertura de vacunación contra este virus fue menor, es importante detectar casos oportunamente y mantener e incrementar la vacunación para disminuir el riesgo de reintroducción del virus.

Existe mucha información falsa sobre la vacunación que ha impedido que el sarampión pueda declararse un virus erradicado, es responsabilidad de todos protegernos y proteger a los demás.

La respuesta a nuestra pregunta inicial: ¿debemos preocuparnos por el virus del sarampión? es SÍ. El sarampión tiene características particulares que lo hacen un patógeno con potencial de generar brotes y afectar gravemente la salud de niños, personas inmunosuprimidas y adultos susceptibles.

¡Seamos responsables y difundamos información confiable!

Lecturas recomendadas

  • Susana López, Selene Zárate, Martha Yocupicio, Pablo tiene SARAMPIÓN, Soc. Mexicana de Virologia. smvirologia.org/libros-para-todos
  • Sobre el sarampión, Centro para el control y prevención de enfermedades CDC, fuente: cdc.gov/measles/about/index-sp.html
  • Mongua-Rodríguez, N., Delgado-Sánchez, G., Ferreira-Guerrero, E., Ferreyra-Reyes, L., Martínez-Hernández, M., Canizales-Quintero, S., … & García-García, L. (2023). Cobertura de vacunación en niños, niñas y adolescentes en México. Salud Pública de México, 65, s23-s33.
  • Berche, P. (2022). History of measles. La Presse Médicale, 51(3), 104149.
  • Controversia de las vacunas es.wikipedia.org/wiki/Controversia_de_las_vacunas
  • Ferreira, E. y Pando, V. (2019). Re-emergencia del sarampión. Un riesgo mundial con graves repercusiones. Biotecnología en Movimiento. 19 (3): 14-18.
  • Santillán, M. (20 de febrero de 2024). El sarampión es el virus más contagioso. Ante el incremento de casos y muertes en el mundo ¿Cómo estar protegidos?. ciencia.unam.mx/leer/1483/el-sarampion-enciende-la-alerta-sanitaria-
  • Edición especial (2019). Las vacunas salvan vidas. Biotecnología en Movimiento. 5 (19).
  • Edición especial (2020). Vacunas: innovación y mitos. Biotecnología en Movimiento. 6 (20).

Fuente: ibt.unam.mx