Jesús Antonio del Río Portilla
Los ductos de petróleo o gas deberían ser usado para recrearnos con música. Esta frase desconcierta, pero expliquémosla. En estos días de #QuédateEnCasa he tenido la oportunidad de trabajar desde casa dando clases, teniendo reuniones por videoconferencia, haciendo llamadas y disminuyendo los tiempos de trayectos de casa al instituto. Así que me ha permitido hacer algo de exploración en los amplios contenidos de la Internet y me encontré una video que presenta la diversión de un músico tocando su saxofón en la boca de un tubo de un gaseoducto (al final de este texto está la liga para que lo disfruten)[1]. La verdad disfruté mucho los cuatro minutos de música. Richard C, el saxofonista, como buen músico conoce de física y los fenómenos de las ondas sonoras, aprovecha el retraso del eco en una forma para generar un diálogo entre él y el ducto, algo que se aprecia y goza, Me imaginé a diferentes artistas musicales haciendo propuestas de acuerdo a su estilo en un futuro donde las fuentes renovables de energía nos provean de la energía para el bienestar social y los ductos se queden para disfrute de las personas en lugar de conducir los hidrocarburos que aportan la energía que hoy usamos, pero que envenenan el ambiente.
Estoy de acuerdo con el lector, que inmediatamente pensará, pero si en México parece que vamos en camino contrario hacia acelerar el uso de las fuentes renovables de energía. Hoy enfrentamos la declaración del director de la CFE de que las fuentes renovables son caras porque son intermitentes, nada más falso, las fuentes renovables son más baratas, aunque variables. La diferencia es que en el ámbito de la ingeniería las variaciones pueden ser modeladas, anticipadas y, por lo tanto, contempladas para atender la demanda de energía. Por ejemplo, la energía solar varía en el tiempo, pero con modelos de predicción del clima se puede conocer con su posible variación, de esta manera las variaciones se anticipan, lo intermitente no es anticipable y las renovables son variables en ese sentido.
Por otro lado, la construcción de una refinería que no va a funcionar más de 20 años, podría ser sustituida por miles de sistemas fotovoltaicos que provean de energía a miles de casas o pequeños negocios e incrementen el bienestar de miles de personas, en lugar de alimentar de combustibles a la insaciable demanda de energía del estilo consumista irracional actual.
Esta demanda irracional de la energía puede ser mostrada dado que hoy en día el país que más energía per cápita usa es Estados Unidos (E.E.U.U.) y cuando consideramos la productividad energética de ese país es menor a la productividad energética de diferentes países europeos. Para ser más claros, con la energía equivalente a un barril de petróleo E.E.U.U. produce cerca 8 USD mientras que Alemania y Gran Bretaña producen 11 y 14 USD con la misma cantidad de energía. Es más, la sociedad mexicana, hasta hace dos años, producía cerca de los 11 USD con el mismo barril de petróleo. En síntesis, podemos decir que en promedio somos, los mexicanos, menos gastadores de energía que los E.E.U.U.
Sin embargo, no debemos echar las campanas al vuelo, ya que esto es en promedio y sabemos que el problema real en nuestro país es la pésima distribución de la riqueza que tenemos.
En considerar a la desigualdad como un lastre de la sociedad mexicana coincidimos con el actual gobierno. La desigualdad es que es un hecho que debemos combatir y los esfuerzos, no solo del gobierno, sino de la sociedad mexicana deben conducir a disminuir estas lacerantes diferencias.
Hoy ante la crisis ocasionada por el COVID-19, los sectores del gobierno actual que consideran a las fuentes renovables como una herramienta para combatir la pobreza de los que menos tienen deben salir y promover su uso. Amplios sectores de la sociedad se les unirán y fomentando la colaboración, que es algo que buena falta nos hace, podemos transformar realmente a nuestra sociedad. Esta fue la invitación que hicieron tanto Federico Vázquez como Camilo Arancibia en esta columna para en conjunto tocar una misma melodía en aras del bienestar social desde el sector ambiental y el científico del actual gobierno. Espero que estos llamados sean escuchados.
Con esto regreso al saxofonista que usa el eco del ducto para desde lo artístico usar la física y generar emociones que nos complacen. Así con afán colaborativo en lugar de establecer barreras podemos realmente transformar este país y encaminarnos al bienestar social.
[1] Lo prometido la liga es https://geekologie.com/2020/06/saxaphone-player-playing-into-the-open-e.php
Fuente: delrioantonio.blogspot.com