Creando pasión por la ciencia en los niños

Dra. Lorraine Jaimes Hoy y Dr. José Luis Reyes Taboada

Permitiéndoles hacer cosas con las manos, dejarlos observar, imaginar, interactuar con su entorno, estimulando su creatividad. Por naturaleza los niños son curiosos y quieren entender el mundo. Según un estudio publicado en 2012, los niños piensan de forma muy similar a la que se emplea en la ciencia. Cuando se enfrentan a los problemas y deben tomar decisiones, los niños formulan hipótesis, hacen inferencias causales y aprenden, a partir de la observación, métodos que los convierten en “pequeños científicos”.

En el 2014, la Escuela Primaria “Ocachicualli” de Cuernavaca organizó su primer congreso de Investigación. En el 2015 los autores de este artículo tuvimos el gusto de participar, Lorraine como jurado en el 2° Congreso de Ciencias de esta escuela y José Luis como asesor de uno de los equipos. Participaron alumnos de quinto año de primaria, quienes se plantearon un problema y guiados por un asesor desarrollaron la pregunta y la metodología para poder responderla.

Los niños entonces investigaron, plantearon una hipótesis, experimentaron, analizaron, crearon, descubrieron y comunicaron sus hallazgos ante un jurado que los escuchó e interrogó. Participaron equipos con temas en el área de las Ciencias Naturales y Sociales.

Es increíble ver la imaginación y creatividad que tienen los niños y cómo se plantean preguntas interesantes de eventos cotidianos, producto de sus propias experiencias. Algunas preguntas que surgieron por parte de los alumnos que participaron en el congreso de ciencias fueron: si las bebidas de cola causan daño a nuestra salud, ¿también son nocivas para las plantas?, ¿qué ingrediente de la bebida de cola es dañina para la planta: el azúcar o la cafeína?, ¿cómo funcionan los bloqueadores solares para protegernos de los rayos UV? o si los niños tuvieran acceso a un catálogo de juguetes en 3D, ¿influiría en la decisión de comprar el juguete? Los equipos elaboraron un cartel y presentaron ante el jurado y un público (conformado por padres y alumnos de toda la primaria) los antecedentes, la hipótesis, la metodología y los resultados de su investigación. Es muy satisfactorio ser testigo del interés que tienen los niños por la ciencia, y de presenciar cómo transmiten lo aprendido y sus descubrimientos en sus propias palabras, ver su nerviosismo y emoción a la vez, de tener que exponer ante el público. A lo largo de este proceso, varios investigadores del Instituto de Biotecnología participaron como asesores, evaluadores y padres de familia.

Al final, se calificó (cualitativamente) cada uno de los trabajos, retroalimentando a los alumnos. Eventos similares ocurren anualmente en otras escuelas de Morelos y de otros Estados de la República.

De estas presentaciones, se seleccionan trabajos para participar en el Congreso de Investigación organizado por el Centro Universitario Anglo-Mexicano y la Academia de Ciencias de Morelos (CUAM-ACMor), que se celebra año con año desde 1990 en Cuernavaca. En este evento han participado constantemente y desde sus inicios, investigadores del Instituto de Biotecnología, así como de otros centros de la UNAM y de la UAEM, como asesores y miembros de las comisiones evaluadoras. Ellos han enriquecido la experiencia de los estudiantes al participar en un congreso de ciencia de alto nivel en el estado de Morelos. Además de alumnos de primaria, mayoritariamente participan estudiantes de secundaria y preparatoria en temas relacionados con las ciencias naturales y sociales. A lo largo de los 26 años que lleva el Congreso se han presentado más de 4,400 trabajos y han participado más de 13,000 estudiantes de más de 200 escuelas del país [ver: www.acmor.org. mx/cuamweb]

Nosotros como investigadores, profesores y padres podemos promover que los niños y jóvenes vivan la experiencia de desarrollar proyectos como parte de su formación, y realicen trabajos de investigación. Este proceso les permitirá adquirir conocimientos, desarrollar un pensamiento crítico y fomentar su creatividad. Además, en este proceso aprenden a buscar información, a discriminarla, analizarla y a aplicarla para resolver problemas concretos de la vida cotidiana.

Ver la ciencia a través de los ojos y pensamiento de un niño no tiene precio y te recuerda porqué te enamoraste de ella: la curiosidad por entender y encontrar una explicación de ciertos eventos, la emoción de nuevos hallazgos, ampliar nuestros conocimientos y compartir todo esto con otras personas, es la esencia que nunca debemos de perder como investigadores. Por ello, ésta es, además, una invitación abierta a participar en las próximas ediciones de estos eventos. No se arrepentirán.

Contacto: ljaimes@ibt.unam.mx, jlreyes@ibt.unam.mx