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¿Cómo surge la conciencia? Este es el problema más difícil de las neurociencias: Eugenio Frixione

“Si las matemáticas no pueden ser completamente computarizadas ni mimetizadas por las computadoras, los procesos mentales tampoco”, sostuvo Frixione Garduño

¿Qué ocurre en el cerebro cuando percibe sensaciones, toma una decisión, le duele la cabeza o llega un olor desagradable? El cerebro es capaz interpretar ese tipo de información y responder. Como sucede con el sistema braille, este órgano es capaz de transformar la representación táctil basada en puntos en cualquiera de las letras del abecedario, así lo explicó el neurocientífico Román Rossi Pool, en la primera sesión del ciclo Las neurociencias en México y el mundo, coordinado por Pablo Rudomin, miembro de El Colegio Nacional, y Ranier Gutiérrez, del Cinvestav.

En la conferencia titulada ¿Qué es la conciencia? Hipótesis y dogmas, transmitida en vivo el 29 de enero por las plataformas digitales de la dependencia, el investigador en electrofisiología y neurociencia cognitiva del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, explicó que, cuando una persona está tocando una combinación de perforaciones en un metal, como el código braille, si lo conoce, es capaz de inferir la letra, es decir, hacer una transformación de una organización de puntos a una letra como la R.

“La primera pregunta que se puede hacer es ¿cómo generamos el percepto de la letra R? ¿cómo se pasa de esta representación espacial de perforaciones a algo que para nosotros es perceptualmente esta letra? O ¿Cómo nos volvemos conscientes de que la estamos sintiendo esa letra?”, cuestionó el experto. Aseguró que existen varias teorías de percepción consciente y la mayoría involucran una transformación a través de las áreas o circuitos cerebrales, a través del cerebro. Lo anterior se relaciona con el grado de conciencia de las personas.

Hay enfoques de conciencia que pueden generar una transformación paulatina, procesan toda la información y pueden reconocer el percepto. “En todos los enfoques, las distintas áreas mandan información y la información va fluyendo a través de los circuitos, como que los distintos circuitos tienen un rol particular en la generación consciente de esta percepción”.

Al responder a la pregunta ¿cómo se estudia la generación de un percepto en el laboratorio? Rossi Pool aseguró que se emplean estímulos táctiles no invasivos, esto significa que se realizan estímulos sobre la mano que tienen una estructura temporal, es decir, pulsos agrupados, que se pueden asociar con la letra A y la letra R, al final, lo que hace el sujeto es reconocerlos. Es la misma idea que con el código braille.

En este sentido, lo que se estudia son las respuestas de las neuronas, las células que conforman el área cerebral y que comparten la información, subrayó el especialista. Comentó que las neuronas tienen señales eléctricas que les permiten comunicarse entre sí y en el laboratorio se identifican las respuestas de neuronas de manera individual, para luego tratar de inferir lo que hace el circuito en conjunto. “Cada una de las neuronas responde como con una huella dactilar, que las hace únicas y representativas. Así se puede entender qué información procesan y cómo se generan los perceptos”, en otras palabras, cómo se construye la percepción consciente.

Pero a veces la información no solo se tiene que reconocer, sino que se guarda durante un tiempo, la pregunta es ¿cómo se mantiene esta percepción por unos segundos? El ejemplo más sencillo es cuando una persona se tiene que aprender un número de teléfono, en este caso, el cerebro utiliza lo que se conoce como memoria trabajo, este tipo de memoria una vez que reconoce algo perceptualmente, mantiene la información para después utilizarla, lo que está asociado con la percepción y las áreas del cerebro que se encargan de esta labor se conocen como cortezas del lóbulo frontal.

De acuerdo con el neurocientífico, para comprender lo que significa la conciencia, es importante conocer que el cerebro humano, primero, reconoce la información recibida a través de los estímulos, después genera un percepto para transformarlo en información más compleja y, posteriormente, lo almacena para tomar una decisión.

El “problema difícil” en las neurociencias

Por su parte, Eugenio Frixione, del Departamento de Biología Celular, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), explicó que el problema de la conciencia empieza con las definiciones. La Real Academia Española, por ejemplo, plantea que este término se refiere al conocimiento inmediato o espontáneo que el sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones. Conciencia, sin “s”, es el sentido moral o ético propios de una persona.

Agregó que el Webster´s dicionary, en el idioma inglés, propone que la conciencia es el estado de darse cuenta, de estar despierto y percatarse de un objeto externo y de algo dentro de sí mismo. Es tener la habilidad de sentir y tener una sensación de identidad. Operacionalmente, inconsciencia significa estado de completa falta de responsabilidad a los estímulos del ambiente o de cambios en el cuerpo, como sucede bajo la anestesia general. Por lo tanto, lo contrario significaría que la conciencia es darse cuenta de todo lo que ocurre al exterior e interior.

Al responder a la pregunta ¿en dónde existe la conciencia? uno de los autores del libro The Animal Spirit Doctrine and the Origins of Neurophysiology (Oxford, 2012), reconoció que ésta existe en los humanos, mamíferos, aves y otras criaturas dice, de acuerdo con la Declaración de Cambridge sobre la Consciencia de 2012. “El problema difícil de las neurociencias es un término que propuso el filósofo David Chalmers, quien se preguntó ¿cómo se pasa de sensaciones a percepciones y conceptos?

Para responder, el científico alemán estadounidense Christof Koch hizo una ilustración en la que colocaba a una persona mirando al mundo exterior y observaba caminar un perro, detalló que esa información llega al sistema nervioso central, a través de neuronas, mismas que se comunican unas con otras y dan lugar a una percepción consciente, esto es, la identificación de que se trata de un animal, que es un perro. “Ahí tenemos que manejar los términos de percibir, que significa: darse cuenta o ser consciente de algo, también de percibir a través del oído o la vista, de darse cuenta de algo, a través de los sentidos”.

En palabras del ponente, el percepto es un concepto mental que se desarrolla a través de las interacciones neuronales como una consecuencia del proceso de la percepción. A lo largo de la historia, este tema ha sido tocado por Aristóteles, Descartes, Locke, Kant y Chalmers, quien dijo que era un problema difícil.

Por su parte, el físico y matemático británico Roger Penrose, llegó a la conclusión de que las matemáticas no podían ser completamente computarizadas ni mimetizados por computadoras, por lo tanto, los procesos mentales tampoco. Penrose obtuvo en 2020 el premio Nobel por sus contribuciones en la teoría de la relatividad, fue parte del equipo de Stephen Hawking y se interesó en el problema de la neurociencia, llegó a la conclusión de que la respuesta podría estar en los microtúbulos, recordó el especialista.

Explicó que los microtúbulos son elementos del citoesqueleto en todas las células, en todas las neuronas, y aparecen interconectados entre sí, forman una red y cada uno está formado por proteínas. “Podemos tener percepciones de diferentes maneras, por ejemplo, en un cubo, podemos ver una cara más cercana que otra, pero también otra persona puede ver desde otras perspectivas una cara más cercana, aunque la imagen haya sido la misma. La conciencia, al estar percibiendo lo mismo, se interpreta de manera distinta, y cada uno elige cuál es el que prefieren”.

“El problema es complejo, efectivamente, y tiene muchas aristas y lados para verse. La pregunta sigue vigente: ¿cómo surge la conciencia, (experiencia subjetiva)? Este es el problema más difícil de las neurociencias. Hasta el momento no hay explicación convincente para todo el mundo”, concluyó el experto.

Fuente: El Colegio Nacional