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COLMENA, un hito a nivel internacional. Nadie ha hecho algo tan sofisticado para el espacio: Gustavo Medina Tanco

Colmena, un hito a nivel internacional. Nadie ha hecho algo tan sofisticado para el espacio: Gustavo Medina Tanco

De acuerdo con Medina Tanco, el proyecto COLMENA, es el primer paso de toda una estrategia de desarrollo de tecnología innovadora para México. “Estamos desarrollando enjambres de microrobots que puedan trabajar de forma cooperativa en ambientes tan hostiles como la Luna”

El proyecto COLMENA es la primera de una serie de misiones que el país realizará al satélite natural de la Tierra en esta década para desarrollar tecnología innovadora. “Nuestro objetivo es que, para 2030, cuando alguien haga alguna exploración científica en la Luna, México pueda decir que tiene una herramienta tecnológica para cooperar con ese proceso”, expuso Gustavo Medina Tanco, director del Laboratorio de Instrumentación Espacial LINX del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.

Al participar en la mesa México llega a la Luna. COLMENA, tecnología de microbots de la UNAM, coordinada por el colegiado Julio Frank, el diseñador del Proyecto COLMENA aseguró que, con esta iniciativa, se busca poner a México en el lugar que se merece como la décimo quinta economía a nivel mundial. Explicó que, debido a la miniaturización de la tecnología, se redujeron los costos de acceso al espacio, lo que permitió la entrada de un conjunto de actores distintos. “Nosotros como academia somos un ejemplo, somos gente que tradicionalmente nunca hubiese podido hacer una misión a la Luna”. Esto abre una serie de oportunidades en el país, porque quiere decir que empresas jóvenes tienen la posibilidad de desarrollar sus capacidades en el sector. “Algo parecido a lo que ocurrió cuando llegó Internet por primera vez”.

De acuerdo con el científico, se están construyendo estaciones y fábricas fuera de la atmósfera terrestre que permitirán dar servicio en órbita a satélites, desarrollar energía solar para traerla a la Tierra y construir nubes de datos que estén a salvo de huracanes o terremotos. “A nivel de sistema solar ya se está creando una Internet nueva que se llama Lunanet, que se va a expandir a la Luna y eventualmente a Marte y a las lunas de Júpiter, se va a empezar a integrar a la sociedad humana todo lo que hay en el sistema solar interior”.

El primer paso para lo anterior es Artemisa, una aventura que coloca nuevamente al bloque occidental en el satélite natural de la Tierra, y México es un actor más de ese proceso, subrayó Medina Tanco. “En la Luna se va a hacer ciencia, física, astrofísica, química, biología, medicina. Este satélite es útil, porque tiene grandes espacios no habitados; hay cráteres asilados sin ruido sísmico; hay un vacío mucho mejor que en la Tierra; y tiene criogenia, un ambiente frío en el fondo de los cráteres, importante para experimentos científicos. Incluso se puede ir y montar un detector de ondas gravitacionales para detectar vibraciones del espacio-tiempo”.

“La Luna tiene recursos naturales que son económicamente muy valiosos, su agua se puede disociar para producir oxigeno o combustible para cohetes. Esa va a ser una de las mayores actividades”. Sumado a lo anterior hay tierras raras y toda una serie de metales para desarrollar tecnología como reactores nucleares, porque su noche dura 15 días. En palabras del titular del proyecto, este satélite también tiene lo que se conoce como Helio-3, elemento que será indispensable para los reactores de fusión nuclear dentro de dos décadas.

Proyecto COLMENA

Desde hace seis años, la UNAM mira hacia el futuro para ver cómo encontrar un nicho en el que México sea un actor más del proceso de conquista de la Luna. “Tenemos medio siglo de atraso en inversión en ciencia y tecnología en el espacio, con respecto a los países de primer mundo. Muchas de esas tareas en la Luna no van a ser realizadas por seres humanos debido al ambiente agresivo como los micrometeoritos, la radiación y el polvo fino que produce envenenamiento de la sangre, los robots son la clave. Pero con robots grandes y sofisticados es difícil competir, le llevan a México mucha ventaja”.

Es en este contexto en el que se inserta el Proyecto COLMENA en la conquista del satélite del satélite natural de la Tierra. “La idea fue buscar otro camino, en vez de construir robots sumamente grandes y complejos, se puede usar una aproximación que utiliza a la naturaleza”. La iniciativa se inspira en la actividad de los insectos, particularmente en las abejas, seres relativamente simples que pueden hacer cosas grandes trabajando en conjunto. “Lo que estamos haciendo es tratar de desarrollar la capacidad de hacer enjambres de microrrobots, que puedan trabajar en forma cooperativa en los ambientes hostiles de cuerpos celestes sin atmósfera como la Luna”.

La misión consiste en cinco microrrobots, diseñados para explorar y estudiar el entorno lunar de manera autónoma, que pretenden realizar mediciones y recolectar datos sobre la composición del suelo lunar, la radiación, la temperatura y diversos factores ambientales. La primera prueba es demostrar que se puede construir algo tan pequeño capaz de sobrevivir a los ambientes hostiles fuera de la Tierra, de sobrevivir al lanzamiento de un cohete, al viaje en el espacio y a su desplazamiento en la Luna y su regolito. “nadie lo ha hecho, nadie en el mundo, esto es totalmente innovador. Y por el otro lado, van a medir esa capa de polvo lunar, será la primera medición al respecto”.

Los robots tienen una masa de 56 gramos, en la Luna cada uno pesará nueve gramos y medio; dentro de su estructura de polímeros tienen sensores, sistemas de computadoras de abordo, acelerómetros, sistemas de comunicación, en general mucha electrónica sofisticada y paneles solares en ambas caras. Viajarán en un contenedor que los mantendrá unidos hasta llegar a la superficie lunar, donde serán lanzados por una catapulta, que funcionará como una estación de procesamiento de datos y telecomunicaciones para comunicar estos dispositivos con la nave lunar y a la nave lunar con la Tierra.

Todo en total tiene peso de 608 gramos, “lo que es un hito de tecnología a nivel internacional, nadie ha hecho algo tan sofisticado para el espacio y tan pequeño. México está innovando en el sector espacial y eso es reconocido a nivel internacional”.

El proyecto COLMENA viajará a la Luna en la nave llamada Peregrine, de la empresa Astrobotic, que llevará veinte cargas más de la NASA, de la Agencia Espacial Alemana y Japonesa, “funciona como DHL, lleva a la Luna por Kilo”. Todo irá montado en el cohete Vulcan-Centauro, que transportará, además de la nave, otros tres satélites de Amazon, y posiblemente un satélite de defensa de los Estados Unidos. La nave se separará del cohete a mil 500 kilómetros de altura, y de ahí viajará a la Luna. “Colmena, no es un fin en sí mismo, es el primer paso de toda una estrategia de desarrollo de una tecnología completamente innovadora para México y tiene que ser seguida por otras misiones”, finalizó el científico.

Por su parte, Alejandro Frank, miembro de El Colegio Nacional, comentó que, en México, “tenemos muy buena ciencia, pero ha sido difícil conectarla con la tecnología, la inversión en ciencia y tecnología es bajísima y se tiene que hacer un esfuerzo mucho mayor”. Recordó que el Proyecto Colmena se ha hecho con una gran cantidad de estudiantes y la participación de 250 personas que se ha formado en este tipo de investigaciones.

“Gustavo (Medina Tanco) ha abierto un nicho extraordinario que permite que México sea parte de esta aventura. Y ha creado una alianza con sectores que se requieren para que este tipo de proyectos tengan éxito. Esto es una singularidad en la historia mexicana, Gustavo ha logrado una conjunción que se debe seguir en muchos otros proyectos”, enfatizó el colegiado.

Legislación en materia de exploración espacial en México

En su participación, Javier Dávila Torres, de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, explicó que esta dependencia, a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, ha trabajo en la creación del Consejo Técnico del Conocimiento e Innovación, presidido por la astrofísica Susana Lizano, miembro de El Colegio Nacional, que inició actividades en 2019, y también estaba integrado por el Premio Nobel de Química, Mario Molina.

Sostuvo que “uno de los problemas entre académicos, científicos e investigadores es que hay que juntar a todo el equipo multidisciplinario para hacer un esfuerzo conjunto y los proyectos puedan llegar a buen fin, eso es lo que pasó en COLMENA, la integración multidisciplinaria de diversos actores en el concierto de la administración pública, de las instituciones académicas”, que permitió que el proyecto pueda tener una consecución positiva y se pueda aplicar en la sociedad.

Subrayó que México es el país número catorce en producción aeronáutica espacial y que la ciencia requiere presupuesto. “La cancillería determinó asignar un presupuesto para que el proyecto (COLMENA) saliera adelante. Es necesario que se sume capital y forme recursos humanos, y que, además, las instituciones de la administración pública o privada se sumen a un proyecto que demuestre que tendrá efectos a corto y mediano plazo en favor de las personas”.

“No podemos dejar o aplazar la posibilidad de seguir invirtiendo y redoblando los esfuerzos de inversión, de coparticipación multidisciplinaria en los proyectos de ciencia aplicada y básica, y de fortalecer el sector académico. Todos debemos sumarnos y por eso, la Secretaría de Relaciones Exteriores inyectó recursos financieros en la iniciativa”, comentó el experto.

Al tomar la palabra, el diputado Roberto Briano Borunda, miembro de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados en México, expuso que las regulaciones y las leyes son una base muy importante en el sector espacial mexicano, porque sin éstas sería difícil generar proyectos. “México está lleno de talentos y no queremos que vayan, queremos que se queden y por eso impulsamos la Ley del Sector Espacial para poder tener tecnología espacial mexicana”.

Detalló que, desde la Cámara de Diputados, se impulsó la reforma constitucional en materia de actividades del espacio ultraterrestre, homologada con los tratados internacionales que tiene México en la ONU. El derecho del espacio ultraterrestre se refiere al conjunto de normas jurídicas relacionadas con las actividades de este espacio establecidas por los Organismo Internacionales o Estados Miembro. “Varias agencias espaciales ya vinieron a visitarnos por esta reforma para tomarla de ejemplo”.

Enfatizó que México se está poniendo a la vanguardia en el sistema legal o regulatorio en la materia. La presente reforma busca cambiar el Artículo 28° y 73° de La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En el artículo 28° se coloca como área prioritaria al sector de actividades espaciales y en el 73° se busca legislar al sector para que no se creen monopolios y actores preponderantes, y así se beneficie a los más necesitados. Esta iniciativa se presentó el 15 de marzo de 2022 y ya está aprobada en la Cámara de Diputados.

De acuerdo con el diputado, una modificación al título de la reforma contempla las actividades en el espacio ultraterrestre, la Luna y los cuerpos celestes. Esto significa que se quiere regular las actividades que se generan en la Tierra para explotar el recurso de la Luna. “Tenemos una posición geográfica para hacer infraestructura de lanzamientos”. La minuta actualmente está en el Senado de la República, falta su aprobación y la votación en el pleno de la Cámara de Senadores, para después pasar a los congresos locales y ser publicada en el Diario Oficial de la Federación. “Es una reforma benéfica para la economía, para la ciencia y el desarrollo de México”, concluyó Briano Borunda.

Fuente: El Colegio Nacional

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