Bioacumulación y transferencia de microplásticos en las redes tróficas marinas
Dr. Víctor Manuel Muro Torres
SECIHTI-Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C.
Los mares y océanos se han convertido en gigantescos vertederos de todo tipo de desechos, sustancias y materiales, entre los que sobresalen los plásticos, que pueden afectar la salud de los organismos y el ambiente.
Sin embargo, ahora el foco está en otro problema, un contaminante emergente de creciente preocupación mundial que son los pequeños desechos plásticos (<5 mm), conocidos como microplásticos (MPs). Estos pequeños fragmentos de plástico, proceden tanto de plásticos grandes que por efecto degradación provocado por los rayos ultravioleta, el calor y el oleaje se desintegran, también son fabricados para diferentes usos como microesferas de exfoliantes cosméticos, abrasivos de las pastas dentales, productos de limpieza, prendas textiles, y muchos más.
Los MPs se distribuyen en todo el mundo y se acumulan en el medio ambiente durante mucho tiempo, además poseen una gran capacidad de concentrar contaminantes orgánicos. Su abundancia en la columna de agua y el fondo marino aunado a su pequeño tamaño aumenta los riegos potenciales para la vida silvestre que habita en los mares, ya que ocupan el mismo rango de tamaño que su alimento, esto los hace accesibles a una variedad de especies que no son capaces de diferenciarlos. Estos organismos que ingieren estas partículas plásticas pueden transferirlas en parte o en su totalidad en la cadena alimenticia, por ejemplo, los peces que se alimentan de plancton (que son organismos microscópicos formados por algas y pequeños animales) suelen ser el alimento de otros peces o camarones, que a su vez son consumidos por otros peces más grandes. Una vez ingeridos, los MPs pueden causar diferentes afectaciones como una reducción en la capacidad de alimentación, las reservas de energía y el rendimiento reproductivo, así como alteraciones perjudiciales en la función intestinal entre muchas otras alteraciones. En humanos con un elevado consumo de mariscos como almejas pueden llegan a ingerir hasta 11.000 partículas de MPs por año, por lo tanto es de vital importancia comprender el destino de la contaminación plástica en las cadenas alimentarias, y particularmente el mecanismo por el cual se mueve hacia y a través de las especies, esto aumentaría nuestra capacidad para responder preguntas sobre los efectos ecológicos y salud humana, ya que la ingestión es la interacción más probable entre organismos marinos, las personas y MPs.
Considerando lo anterior es imperante promover acciones que conduzcan a la reducción y reemplazo de los productos plásticos de un solo uso por alternativas reutilizables adecuadas, eliminar agregación de microplásticos de manera intencionada en productos como cosméticos, productos de limpieza y detergentes, así como minimizar la liberación de microplásticos de textiles, neumáticos, pinturas y colillas de cigarrillos en búsqueda de un ambiente más saludable.
Fuente: oem.com.mx