A pesar de las adversidades, escuela de la comunidad indígena de Cuentepec sigue teniendo logros científicos

Enrique Galindo Fentanes

El 26 y 27 de abril del año en curso (2023), se llevó a cabo la XXXIII edición del Congreso de Investigación CUAM-ACMor. Este es un congreso en el que participan alumnos de los niveles de primaria, secundaria y preparatoria de varios estados de la República (y desde luego de Morelos) en donde los alumnos presentan brevemente, ante un jurado constituido por investigadores, proyectos de investigación que han desarrollado. En la edición de 2023, que se llevó a cabo nuevamente de forma presencial, después de tres años de haberlo hecho de forma remota (debido a la pandemia de covid), se presentaron 180 trabajos en varias categorías. En esta ocasión, el EMSAD 02 del Colegio de Bachilleres de Cuentepec obtuvo dos menciones honoríficas.

Los estudiantes Alexis Giovani Analco Salazar, Diana Gabriela Ayala Portillo, Josúe Adán Tenorio Pérez y María Fernanda Villegas Estrada, obtuvieron la mención honorífica en la categoría de Ciencias Biológicas y de la Salud. Su proyecto consistió en cuantificar el número de bacterias que se encuentran tanto en las bancas como en los barandales de Zócalo de Cuentepec. Su hipótesis fue que en los barandales habría más bacterias que en las bancas, ya que los barandales son de mayor uso, porque se emplean como soporte para los pasajeros que abordan el transporte público en ese lugar. El número de bacterias las midieron cultivando en cajas de Petri, que son recipientes que contienen un medio rico de cultivo y en donde las bacterias pueden prosperar en la superficie del agar (una gelatina) que se agrega al medio de cultivo. Las muestras se obtuvieron usando hisopos estériles que se frotaron sobre la banca y sobre el barandal. Las cajas Petri fueron observadas diariamente para ver la evolución de las colonias de los microorganismos que crecían en ellas. Después de cinco días, las colonias pudieron contarse y se descubrió que el número total de colonias microbianas fue muy similar en ambas muestras (la del barandal y la de la banca), con lo que los estudiantes pudieron concluir que no hay diferencia entre ambos sitios, refutando su hipótesis. Este proyecto demostró que hay un número considerable de bacterias en tales superficies y que por lo tanto debieran ser sanitizadas de forma más frecuente. Fue así que, con recursos muy limitados, los estudiantes, dirigidos por su profesora, la Biol. Angélica Ocampo, desarrollaron un proyecto de investigación sencillo, interesante, de utilidad y llevado a cabo con rigor.

Otro proyecto, desarrollado por Julia Angela Bello Lara y Karla Yanet Sarmina Estrada obtuvo la mención honorífica en la categoría de Ciencias Sociales. Se trató de un proyecto que se planteó investigar las razones por las que todavía hay analfabetos entre la población de adultos de entre 50 y 70 años en el poblado de Cuentepec, una comunidad indígena del estado de Morelos, en el municipio de Temixco, en donde se habla predominantemente el náhuatl. Las estudiantes, dirigidas por su profesora, la Biol. Angélica Ocampo, llevaron a cabo una encuesta entre pobladores de Cuentepec de entre 50 y 70 años, tanto hombres como mujeres, para identificar las causas por las que estos adultos no estudiaron o no concluyeron la primaria. Esta situación es desventajosa ya que se presta a que sufran abusos de otras personas a la hora de hacer trámites, cobrar pensiones, etc. Por medio de la encuesta, lograron identificar que la causa principal de que haya analfabetismo en adultos de entre 50 y 70 años es por falta de recursos económicos. En el caso de las mujeres, se debió a roles de género específicos, ya que estaban ocupadas en realizar las labores domésticas. Otras causas incluyeron que las clases no eran constantes y también se reconoció que una causa adicional fue la falta de interés de ellos mismos. Estos resultados muestran que la marginación económica en poblaciones como la de Cuentepec, es una de las razones principales del analfabetismo y que por lo tanto podría ser remediada en buen grado, dándole mejores oportunidades a los jóvenes.

Debo mencionar que el desempeño de esta escuela, de un rincón marginado de Morelos, ha sido muy destacado en los congresos CUAM-ACMor en los que ha participado (desde 2014). Además de seis menciones honoríficas (incluyendo las de este año), han ganado tres veces (en 2014, 2018 y 2019) el Primer Lugar Absoluto del Congreso, que se otorga al mejor trabajo de secundaria y preparatoria entre quienes han obtenido los primeros lugares de todas las categorías. Son sin duda un ejemplo para otras escuelas de Morelos y del país. Mi felicitación a los estudiantes que obtuvieron reconocimientos este año y a todos los alumnos que participaron en el Congreso. Reconozco el entusiasmo y la tenacidad tanto de la Biol. Angélica Ocampo, como del Ing. Noé Rafael Pérez, quien espléndidamente dirige esta escuela, y que sacan lo mejor de todos sus estudiantes.

En la graduación de este año, me enteré que ya se han asignado recursos para la construcción de las instalaciones propias de esta escuela, que, aunque usted no lo crea, no tiene infraestructura propia. Opera en las instalaciones que les presta por las tardes la telesecundaria de la localidad. También me enteré que las autoridades estatales no autorizaron o retiraron la partida ya presupuestada y que por ello no se ha podido iniciar la construcción de la escuela en un terreno que ya les cedió la comunidad desde hace varios años. Hago un llamado a las autoridades de Temixco y a la diputada Macrina Vallejo, Presidenta de la Comisión de Fortalecimiento Municipal, Desarrollo Regional y Pueblos Indígenas del Congreso local (y egresada del EMSAD 02) a que intercedan para que se liberen los recursos para que finalmente se pueda iniciar la construcción del tan necesario y anhelado plantel.

A pesar de las adversidades, escuela de la comunidad indígena de Cuentepec sigue teniendo logros científicos
De izquierda a derecha: la Biol. Angélica Ocampo, Julia Bello y Karla Sarmina.

Fuente: Sin embargo se mueve …