Volver a leer gracias a un microchip y unas gafas con tecnología de punta

27 personas con degeneración macular asociada con la edad recuperan parcialmente la visión perdida

Un artículo publicado el pasado lunes 20 de octubre en The New England Journal of Medicine, con el título: “Subretinal Photovoltaic Implant to Restore Vision in Geographic Atrophy Due to AMD”, da cuenta de los resultados de una intervención realizada en 38 personas diagnosticadas con atrofia geográfica por degeneración macular asociada con la edad (DMAE), quienes, gracias al implante quirúrgico de un microchip fotovoltaico detrás de la retina, enlazado inalámbricamente a unas gafas que proyectan luz infrarroja cercana al implante, restauraron la visión en áreas que presentaban atrofia retiniana central; con ello, mejoraron notoriamente su agudeza visual desde el inicio del protocolo, y hasta el mes 12 después de la implantación, pasando de la cuasi ceguera, a poder leer nuevamente: algo incuestionablemente maravilloso.

El dispositivo tecnológico fue desarrollado por un equipo de científicos de la Universidad Stanford Medicine, en los EE.UU., y es la primera prótesis ocular que ha conseguido restaurar la visión funcional en personas que sufrían una pérdida incurable de la visión, permitiéndoles percibir formas y patrones, concepto conocido como visión de la forma.

Al respecto, el doctor Daniel Palanker, profesor de oftalmología, y coautor principal del artículo, declaró: “Todos los intentos previos de proporcionar visión con prótesis resultaron básicamente en sensibilidad a la luz, no en visión formal. Somos los primeros en proporcionar visión formal”.

“La degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) es la causa más común de ceguera incurable en adultos mayores. La atrofia geográfica es una etapa avanzada de la DMRE seca (no exudativa), la que conduce a la muerte progresiva e irreversible de los fotorreceptores y las células epiteliales pigmentarias de la retina, lo que causa una pérdida profunda de la visión. La atrofia geográfica afecta aproximadamente a 5 millones de personas en todo el mundo y es responsable de aproximadamente el 20% de todos los casos de ceguera legal en América del Norte”. The New England Journal of Medicine. «Subretinal Photovoltaic Implant to Restore Vision in Geographic Atrophy Due to AMD»

En términos llanos, les comento que, en una retina sana, los fotorreceptores transforman la luz en señales eléctricas que son procesadas por la retina interna, y transmitidas al cerebro. Sin embargo, en la atrofia geográfica, la luz no se transforma en señales eléctricas por la pérdida de fotorreceptores, provocando uno o más puntos ciegos, lo cual anula la capacidad visual. Lo que hace el implante de retina fotovoltaico (PRIMA) es reemplazar los fotorreceptores dañados.

“El implante PRIMA, que tiene un área de 2 mm por 2 mm y un espesor de 30 μm, es una matriz delgada de silicio cristalino que comprende 378 píxeles fotovoltaicos de 100 μm de ancho cada uno. La matriz se implanta detrás de la retina, dentro de la lesión atrófica. Una cámara montada en el marco de las gafas PRIMA captura imágenes y las proyecta, después del procesamiento, sobre el implante con el uso de luz infrarroja cercana. Los píxeles en el implante convierten la luz infrarroja cercana en pulsos eléctricos para estimular las células bipolares de la retina, lo que restaura el flujo de información visual. A diferencia de una prótesis con cables, la naturaleza fotovoltaica del implante permite una operación inalámbrica combinada con una técnica de implantación sencilla. Las lentes en las gafas PRIMA son transparentes, por lo que los participantes tienen visión natural y visión central protésica simultáneamente”. The New England Journal of Medicine.

Es necesario aclarar que lo conseguido hasta el momento con el implante del microchip fotovoltaico transretinal y las gafas de alta tecnología no es una total solución para quienes padecen un grado de ceguera avanzado por daño en los fotorreceptores debido a atrofia geográfica por degeneración macular asociada con la edad (DMAE), pero sí un avance impresionante que augura la llegada de nuevos logros en este campo de la ciencia.

Fuente: codigof.mx

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