Recientemente ha ocurrido algo que, hasta no hace muchos años, habría sido exclusivo de la ciencia-ficción: un robot aéreo o dron ha transportado un paquete desde un almacén hasta el domicilio del comprador, de manera plenamente autónoma, sin piloto teledirigiendo el vehículo.

De este modo, se materializa el ambicioso proyecto en el que la empresa Amazon llevaba tiempo trabajando, el uso de drones para servir pedidos en tiempo récord, menos de 30 minutos desde el momento en que se hace el pedido.

El servicio Prime Air es una buena oportunidad para que Amazon amplíe sus servicios al usuario y sirve de experimento sobre la utilización de robots en el sector del transporte, un uso fascinante aunque no exento de fuertes polémicas.

La idea de que llegue algún día en que ver drones transportando pequeños paquetes sea tan habitual como ver camiones de reparto puede parecer solo ciencia-ficción utópica, o distópica si ello conduce a la destrucción neta de puestos de trabajo, pero es la apuesta que ha hecho Jeff Bezos, fundador de Amazon y también de la compañía aeroespacial Blue Origin, la cual cuenta con cohete propio, el New Shepard.

El límite máximo de peso de los paquetes transportables mediante el servicio robótico Prime Air es de unos dos kilogramos.

Los drones de Amazon se construyen con numerosos componentes redundantes, lo cual los hace más resistentes a averías que les impidan completar un trayecto. Otro aspecto importante es que se les equipa con una sofisticada tecnología para detectar obstáculos y evitarlos. Además, con este primer vuelo de entrega de paquete, que se ha llevado a cabo en el Reino Unido, y con otros que se harán próximamente, el equipo técnico busca acumular datos de funcionamiento y experiencia, a fin de poder resolver posibles problemas pasados por alto, y para continuar perfeccionando el sistema.

El despliegue mundial del nuevo servicio se hará dependiendo de la normativa de cada país acerca del uso de su espacio aéreo y de cómo y cuándo esta se adapte a la proliferación de drones. A menudo la tecnología va por delante de la creación de nuevas leyes que la regulen y el caso de los drones para envío rápido de pequeños paquetes no es una excepción.

También influirá lo densamente edificada que esté una zona. Será mucho más fácil en áreas con casas unifamiliares provistas de jardín, ya que en ellas, tal como se ha hecho en este primer vuelo, el dron lo tendrá fácil para situarse justo encima de la vivienda, descender en el jardín liberando allí el paquete, y volver a ascender.

Por ahora, Amazon tiene centros de desarrollo de Prime Air en el Reino Unido, Estados Unidos, Austria e Israel. Paralelamente, el equipo técnico está poniendo a prueba diversos tipos de drones y sistemas de entrega de paquetes a fin de identificar las mejores opciones para cada tipo de entorno.

Dado que los drones de Amazon volarán a baja altitud, y por supuesto evitando aeropuertos y otras instalaciones sensibles, se considera que no existe peligro de que un avión sufra un accidente por su culpa.

En definitiva, estamos en las puertas de una gran revolución de la robótica, cuyas señales más visibles son la aparición de los coches sin conductor y la presencia creciente de drones en muchos ámbitos.

Fuente: noticiasdelaciencia.com