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Piezoelectricidad: recargar el teléfono móvil mediante movimientos corporales cotidianos

La piezoelectricidad es el fenómeno en el que la energía mecánica se transforma en energía eléctrica. En pocas palabras, cuando se golpea o deforma un material piezoeléctrico, se genera una carga eléctrica. Si se añade un circuito, la carga puede ser retirada, almacenada en un condensador, por ejemplo, y luego puesta en uso, por ejemplo, para recargar un teléfono móvil.

Al llevar ropa piezoeléctrica, como por ejemplo una camisa de ese tipo, incluso un simple movimiento como balancear los brazos causa suficientes deformaciones temporales en las fibras de la camisa para generar electricidad. Este ha sido el punto de partida para el diseño de un nuevo sistema capaz de generar electricidad a partir del nailon (Nylon).

El sistema es obra del equipo internacional integrado, entre otros, por Kamal Asadi, de la Universidad de Bath en el Reino Unido, y Morteza Hassanpour Amiri, del Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros en Alemania.

Tal como razona Asadi, hay una creciente demanda de tejidos textiles inteligentes y con cualidades electrónicas, pero encontrar fibras de materiales electrónicos baratos y fácilmente disponibles que sean adecuados para las prendas de vestir de hoy en día es un desafío para la industria textil. Los materiales piezoeléctricos son buenos candidatos para recolectar energía de las vibraciones mecánicas, como el movimiento corporal, pero la mayoría de estos materiales son de cerámica y contienen plomo, que es tóxico y hace que su integración en la electrónica ponible para ropa sea un desafío.

La comunidad científica ha sido consciente de las propiedades piezoeléctricas del nailon desde la década de 1980, y el hecho de que este material no contenga plomo y no sea tóxico lo ha hecho particularmente atractivo. Sin embargo, este tejido artificial, que se asocia a menudo con camisetas y con medias de mujer baratas es un material muy difícil de manejar para su uso en electrónica ponible, tal como subraya Asadi. En este caso, el reto ha sido preparar fibras de nailon que conserven sus propiedades piezoeléctricas. El problema ha carecido de solución durante décadas, pero ahora por fin Asadi y sus colegas han conseguido resolverlo.

Este equipo ha hallado una forma de fabricar fibras de nailon capaces de generar electricidad a partir del simple movimiento del cuerpo. El avance abre un camino hacia la creación de ropa que recargue nuestros dispositivos de bolsillo sin ninguna fuente de energía externa. Además, la ropa de este tipo, convenientemente provista de sensores miniaturizados, podría también monitorizar nuestra salud.

Asadi y sus colegas detallan su método de fabricación en un informe titulado “Piezoelectric Nylon-11 Fibers for Electronic Textiles, Energy Harvesting and Sensing”, que se publicó en la revista académica Advanced Functional Materials.

Fuente: noticiasdelaciencia.com