Investigadores del MIT y Harvard han ideado una forma de hacer que las impresoras 3-D produzcan objetos utilizando conjuntos de datos en lugar de representaciones geométricas.
En este nuevo esfuerzo, descrito en Science Advances, el equipo ha desarrollado una técnica que utiliza datos reales que describen un objeto para imprimir el objeto deseado. El resultado es comparable a pasar de una impresora de matriz de puntos a una impresora láser.
Para imprimir un objeto en impresoras 3-D convencionales, se realizan cálculos con respecto a una descripción digital de un objeto, convirtiendo la descripción numérica en formas geométricas que se pueden usar para imprimir un objeto. La nueva técnica, por otro lado, convierte datos que describen la imagen digitalizada en vóxeles (píxeles 3-D). Eso permite a la impresora imprimir vóxeles en lugar de formas, con una precisión increíble, actualmente con una resolución de 2,3 millones de vóxeles por centímetro cúbico.
En la práctica, esto significa tomar datos de una fuente, como una máquina de resonancia magnética, convertirlos y luego imprimirlos con increíble detalle. Además, al igual que los píxeles, cada vóxel individual contiene un código de color que se puede utilizar para recrear el color real del objeto real.
El resultado es un objeto que se parece mucho al objeto original, por ejemplo, un corazón humano o un artefacto antiguo. Los investigadores señalan que su técnica también se puede utilizar para crear nuevos objetos desde cero en una computadora de modelado tridimensional y luego imprimirlos. Para demostrarlo, diseñaron algunos objetos interesantes, como una máscara muy intrincada con sutiles cambios de color, y el 3-D lo imprimió, y al hacerlo, dio a luz a una forma de arte completamente nueva.
Fuente: europapress.es