Hojas caídas de los árboles sirven de materia prima para supercondensadores
Investigadores de la Universidad de Shandong Jianzhu y la Universidad Tecnológica de Qilu (China) han desarrollado una tecnología que permite el procesamiento de hojas secas de los árboles en estructuras porosas de carbono, que pueden utilizarse como base para supercondensadores. El estudio se publica en el Journal of Renewable and Sustainable Energy.
Para que los supercondensadores tengan una alta capacidad, sus electrodos deben estar hechos de materiales porosos. Tales materiales tienen una gran superficie, que permite almacenar más energía. A menudo, para esto, se utilizan diferentes tipos de carbono, como carbón activado, óxidos metálicos o polímeros conductores.
Los científicos chinos decidieron utilizar las hojas caídas como materia prima para los electrodos, porque están compuestas de sustancias orgánicas, y por lo tanto contienen una gran cantidad de carbono. Para ello recogieron las hojas caídas de un frondoso árbol llamado Paulownia, que se encuentra principalmente en el país asiático. Los investigadores las limpiaron y las mantuvieron a una temperatura de 220ºC, durante 12 horas. Las microesferas de carbono obtenidas por este método fueron tratadas con hidróxido de potasio y sometidas a un calentamiento en diferentes etapas hasta los 800ºC. El hidróxido de potasio creó una gran cantidad de poros en las microesferas y aumentó significativamente el área de su superficie.
Los investigadores realizaron una serie de pruebas electroquímicas, y hallaron que el material tiene una alta capacidad específica: 367 faradios (unidad de capacidad eléctrica del Sistema Internacional de Unidades) por gramo de material. En el futuro, los científicos planean optimizar el proceso de obtención del material y su conversión en electrodos.
Los científicos suelen obtener materiales con propiedades interesantes, utilizando para ello materias primas disponibles.
Fuente: Journal of Renewable and Sustainable Energy