Este dron japonés es capaz de polinizar flores como lo haría una abeja

Con el propósito de paliar los daños a causa de la disminución, cada vez más acelerada, de la población de abejas, un grupo de científicos japoneses ha desarrollado un dron que puede polinizar flores de forma muy similar a como lo hacen estos insectos.

Los drones están cada vez más presentes en nuestras vidas y cambiarán el mundo en los próximos años. Tanto es así que ser experto en su manejo será una profesión con gran proyección en el futuro, tendrán cada vez más protagonismo en el terreno de la logística y se prevé una venta de tres millones de estos gadgets durante este año.

Sus aplicaciones ya son múltiples: desde el ocio y el uso personal a la fotografía y la grabación de contenido audiovisual, el valor como herramienta para las videoconferencias o las labores humanitarias y de socorro en emergencias sanitarias. Su último uso parece extraído de un capítulo de Black Mirror y ha sido descubierto por un equipo de investigadores nipones. Se trata de un dron para mitigar los efectos devastadores que lleva aparejada la disminución de abejas a nivel global, intensificada durante las tres últimas décadas.

La mortalidad de las abejas es de entre el 3,5% y el 33,6%, según las estadísticas oficiales proporcionadas por la UE. La pérdida de parte de esta población de insectos ocasiona un daño negativo en la agricultura y también en los ecosistemas medioambientales, ya que son responsables de mantener el ciclo vital de diversas especies de plantas. De hecho, la polinización influye en uno de cada tres alimentos consumidos en nuestro planeta. 

Drones en estrecha colaboración con las abejas

Los investigadores, liderados por el químico Eijiro Miyako, han sido capaces de que el dron desarrollado específicamente para ayudar a las abejas polinizase un lirio. En la actualidad continúan la investigación diseñando un enjambre completo que ayude a las abejas a llevar a cabo su tarea. La idea no es reemplazar a los insectos sino constituir una ayuda complementaria ante la reducción de la población de abejas.

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Para el experimento se valieron de un dron comercial 100 dólares, al que añadieron pelo de animal cubierto con gel para que este pudiese atrapar y distribuir el polen. Ahora, quieren hacer el sistema más preciso y complejo para que estos aparatos puedan sacar adelante una estrategia colectiva, gracias a la incorporación de cámaras, tecnología GPS y la valiosa ayuda de la Inteligencia Artificial.

Si los resultados de esta iniciativa son positivos los enjambres de “abejas robotizadas” podrían ser implementados a gran escala y solucionar de esta forma el grave problema global de la polinización. Había que ver cómo se resolvería el problema de la privacidad asociado a las cámaras que portarían estos pequeños insectos artificiales.

Fuente: ticbeat.com