Estados Unidos asombra al mundo: Combina vitaminas y azúcar para crear… baterías

Científicos de Estados Unidos han dejado asombrado al mundo al haber creado baterías utilizando vitaminas y azúcar, dos elementos de fácil acceso, bajo coste y renovables. Esta innovadora combinación abre la puerta a un futuro en el que los acumuladores eléctricos no solo no serían contaminantes, sino además más económicos. Las implicaciones de este avance podrían ir mucho más allá de lo que imaginamos, generando una enorme expectativa sobre cómo los novedosos acumuladores cambiarán nuestro día a día y el camino que seguirá la tecnología energética.

Las nuevas baterías no contaminan y están inspiradas en el metabolismo humano

Desde los primeros dispositivos primitivos hasta las avanzadas tecnologías actuales se debe reconocer que las baterías han ido mejorando en eficiencia, capacidad, seguridad y duración. Esta constante búsqueda de mejoras es clave para enfrentar los retos energéticos del futuro, entendiendo que de ello depende el desarrollo de importantes áreas del quehacer humano.

Hasta ahora las más recientes y usadas siguen siendo las de iones de litio, debido a su alta densidad energética, peso ligero y diseño adaptable, utilizándose ampliamente en dispositivos portátiles, vehículos eléctricos e incluso satélites. Sin embargo, el litio es un recurso limitado cuya extracción suele llevarse a cabo en áreas con ecosistemas frágiles, lo que plantea graves implicaciones ambientales.

De allí que sea una excelente noticia que inspirados en el metabolismo humano, donde la vitamina B2, también conocida como riboflavina, transporta electrones para generar energía de los alimentos, un grupo de científicos de la Universidad de Binghamton haya diseñado una batería de flujo utilizando glucosa en reemplazo de metales como el litio.

Las vitaminas del metabolismo humano permitirán que se mantenga la energía en las zonas rurales

Con base en el metabolismo humano, los investigadores de esta universidad de Estados Unidos crearon una celda de flujo donde se produce una reacción electroquímica de oxidación de la glucosa por medio de riboflavina, sustituyendo los catalizadores metálicos tradicionales. Esta innovación podría tener uso en sistemas de almacenamiento destinado a residencias, sobre todo en el área rural o en zonas con poco acceso a metales.

La riboflavina o vitamina B2 es un componente esencial en los sistemas biológicos y participa en numerosas reacciones metabólicas como cofactor enzimático. Por su parte, la glucosa funciona como un biocombustible capaz de generar energía eléctrica a baja temperatura y presenta como ventajas:

  • Fácil acceso
  • Bajo coste de almacenamiento
  • Adaptabilidad para la generación de energía a demanda

Este compuesto que facilita la toma de hierro por las plantas dentro de la naturaleza, en una celda de flujo en un ambiente de laboratorio actúa como batería, porque facilita reacciones químicas a través de las cuales se produce electricidad cuando existe un flujo de electrólitos entre los electrodos.

Este nuevo material no dura para siempre y desde cierta perspectiva eso es bueno

La riboflavina cumple la función de transportar electrones cuando la glucosa se descompone, lo que hace posible la liberación de energía. Este proceso en el metabolismo humano frente a los problemas ambientales que provocan materiales como el litio y el cobalto, adquiere importancia ante la posibilidad de aprovechar estas moléculas orgánicas que son abundantes, renovables y no tóxicas.

Aunque la vitamina B2 presenta como desventaja su degradación en presencia de oxígeno y luz, limitaciones en las que ya trabajan los científicos, ha demostrado una adecuada capacidad para la transferencia de electrones. Además, su biodegradabilidad y bajo coste puede aprovecharse para la fabricación de dispositivos dispuestos a ser utilizados una sola vez, así como sensores médicos o equipos portátiles de bajo consumo.

En conclusión, las nuevas baterías ideadas por investigadores de Estados Unidos basadas en mecanismos metabólicos del cuerpo humano están asombrando al mundo y dándole un gigantesco impulso a la tecnología energética. Estos acumuladores de energía funcionan gracias a dos elementos, una de las vitaminas de la A a la K y el azúcar. La capacidad para generar y acumular energía a partir de estas fuentes renovables y abundantes hace este avance científico especialmente atractivo para ser utilizado en entornos donde los minerales como el litio no son abundantes y constituyen un riesgo para el equilibrio ambiental.

Fuente: ecoticias.com

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