Sigue aumentando la lista de tipos de vehículos a los que se dota de la capacidad de circular sin nadie que los conduzca. Al automóvil, el camión y otros hay que añadirle ahora un nuevo caso para el escúter (motocicleta ligera).

Esta adición se ha logrado gracias al trabajo de un equipo de expertos del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL), adscrito al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, la Universidad Nacional de Singapur y la Alianza Singapur-MIT para la Investigación y la Tecnología (SMART).

La misma configuración de sensores para escrutar el entorno y de programas de guiado ya la habían usado previamente los investigadores en ensayos con coches y carritos de golf autónomos, así que el nuevo vehículo remata la demostración de un sistema de movilidad inteligente completo. Un usuario con problemas de movilidad podría, en principio, utilizar un vehículo comparable a un carrito de golf hasta el parking de un edificio, y allí recurrir a un coche autónomo para que le llevase por las carreteras.

El nuevo ensayo ha permitido verificar que los algoritmos de control de los investigadores funcionan tan bien en interiores como fuera. El equipo de Scott Pendleton los probó adrede en espacios muy reducidos y/o complejos. Uno de estos espacios fue un corredor del MIT apodado El Pasillo Infinito, el cual plantea un problema de localización muy difícil ya que además de ser muy largo tiene muy pocos rasgos distintivos que ayuden a diferenciar un tramo de otro. Alguien que se distraiga un momento en él puede desorientarse con suma facilidad. El reto estaba servido. Y los algoritmos lo superaron; demostraron funcionar muy bien en este nuevo entorno.

El sistema desarrollado por el equipo de Pendleton incluye varias capas de software: algoritmos de control de bajo nivel que permiten al vehículo reaccionar de inmediato en su entorno, como en caso de que un peatón se interponga de repente en su trayectoria; algoritmos de planificación de ruta; algoritmos de localización que utiliza el vehículo para determinar su posición en un mapa; algoritmos de construcción de mapas que usa para elaborarlo; un algoritmo de planificación que asigna recursos; y un sistema de reservas a distancia que permite a los usuarios programar los viajes.

Fuente: noticiasdelaciencia.com